Introducción a los trastornos de la mama

PorLydia Choi, MD, Karmanos Cancer Center
Revisado/Modificado feb 2024
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Los trastornos de la mama pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). La mayoría son benignos y no ponen en peligro la vida de la mujer. A menudo no necesitan tratamiento. Por el contrario, el cáncer de mama necesita tratamiento y puede implicar cirugía u otros tratamientos intensivos contra el cáncer. Los posibles problemas a menudo se pueden detectar de forma temprana mediante lo siguiente:

  • Exploraciones periódicas de las mamas realizadas por un profesional de la salud

  • Mamografías según lo recomendado

La detección precoz del cáncer de mama puede ser fundamental para el éxito del tratamiento.

Las mujeres deben estar familiarizadas con el aspecto y la sensibilidad de sus mamas y pezones. Si una mujer nota un cambio, puede querer hacerse una autoexploración mamaria. Las mujeres deben informar de cualquier cambio a un profesional de la salud de inmediato. La mayoría de las organizaciones médicas ya no recomiendan las autoexploraciones mamarias mensuales o semanales como una forma rutinaria de detectar el cáncer. La realización de estas exploraciones cuando no hay un bulto u otro cambio no ayuda a detectar el cáncer de mama en etapas tempranas en las mujeres que se hacen mamografías de detección periódicas.

En raras ocasiones los hombres desarrollan cáncer de mama y también deben ser conscientes de los cambios que se producen en sus pezones o a su alrededor.

Síntomas de los trastornos de la mama

Los síntomas relacionados con la mama son frecuentes, lo que lleva a millones de visitas al médico cada año. Estos síntomas son

Estructura de la mama

La mama femenina está formada por glándulas productoras de leche (lóbulos) rodeadas por tejido graso y tejido conjuntivo. La leche secretada por las glándulas fluye a través de conductos hacia el pezón. Alrededor del pezón existe una zona de piel pigmentada llamada areola.

Estos síntomas no significan necesariamente que una mujer tenga cáncer de mama u otra enfermedad grave. Por ejemplo, la sensibilidad mamaria mensual antes de la menstruación que se relaciona con los cambios hormonales no indica la presencia de un trastorno grave.

Sin embargo, la mujer debe consultar con su médico si observa cualquier cambio en una mama, en especial cualquiera de los siguientes:

  • Un bulto o área engrosada que se nota claramente distinta de otros tejidos mamarios

  • Un bulto adherido a la piel o a la pared torácica

  • Un bulto que no desaparece

  • Una tumefacción que no desaparece

  • Pequeñas hendiduras, retracciones, enrojecimientos, engrosamientos u hoyuelos en la piel de la mama

  • Piel escamosa alrededor del pezón

  • Cambios en la forma de la mama

  • Cambios en el pezón, por ejemplo, que quede hundido

  • Secreción a través del pezón, especialmente si es con sangre y/o se produce de forma espontánea (es decir, sin que sea exprimido o estimulado por otros medios)

Tabla
Tabla

Evaluación de los trastornos de la mama

El médico interroga a la mujer sobre los síntomas que presenta y otros datos relacionados con las posibles causas, incluyendo

  • Cuáles son los síntomas

  • Durante cuánto tiempo ha sufrido los síntomas

  • Si los síntomas se producen en determinados momentos del mes (relacionados con el ciclo menstrual)

  • Si tiene secreción por el pezón y, en caso afirmativo, su aspecto y si procede de una mama o de ambas

  • Si está embarazada

  • Qué medicamentos está tomando

  • Si ella o un miembro de la familia ha padecido cáncer de mama

  • Cuándo se hizo la última mamografía y cuáles fueron los resultados

Exploración mamaria

Se realiza una exploración mamaria. En posición sentada o recostada, se exploran las mamas en busca de irregularidades en la forma, un pezón girado hacia adentro (pezón invertido) y bultos. El médico también comprueba si hay hoyuelos, engrosamiento, enrojecimiento o endurecimiento de la piel sobre la mama. El médico aplica presión alrededor de los pezones para comprobar si hay secreción. La secreción se examina para determinar si contiene sangre. Se exploran las axilas en busca de ganglios linfáticos aumentados de tamaño.

El médico puede explorar la mama y las axilas con la mujer en diferentes posiciones. Por ejemplo, mientras se está sentada, se le puede pedir que presione sus palmas juntas delante de la frente. Esta posición provoca que la musculatura del pecho se contraiga y contribuye a evidenciar ciertos cambios sutiles en el seno.

Pruebas complementarias

Las pruebas de diagnóstico por la imagen se utilizan para

  • Comprobar si hay anomalías mamarias antes de que sean detectadas por la propia mujer o su médico (lo que se denomina detección sistemática [cribado] del cáncer de mama)

  • Valorar las anomalías que se hayan identificado, como un bulto en la mama encontrado durante la exploración médica

La mamografía comporta tomar radiografías de ambas mamas para comprobar si existen anomalías. Se utiliza una dosis de radiación muy baja. Solo cerca del 10-15% de las alteraciones detectadas mediante una mamografía son consecuencia de un cáncer.

Los expertos coinciden en que todas las mujeres deberían someterse a pruebas de cribado para el cáncer de mama. Sin embargo, los expertos discrepan sobre

  • Cuándo debería empezar

  • Con qué frecuencia se debe realizar

  • Cuándo (o si) debe dejar de realizarse

Las pruebas de cribado pueden incluir:

  • Mamografía

  • Un examen mamario a cargo de un profesional de la salud

  • Resonancia magnética nuclear (RMN) para pacientes de alto riesgo

La mamografía de cribado se suele iniciar entre los 40 y los 50 años de edad (véase la barra lateral Cáncer de mama: ¿cuándo comenzar el cribado?). La mamografía se realiza entonces cada 1 o 2 años. Los expertos difieren en cuanto a las recomendaciones acerca de cuándo iniciar la mamografía de rutina. Algunos expertos recomiendan comenzar a los 50 años porque la mamografía de detección es más precisa en mujeres mayores de 50 años. La mamografía de rutina se puede dejar de realizar a los 75 años de edad, en función de la esperanza de vida de la mujer y su deseo de seguir realizando cribados.

Los tipos de tejido mamario afectan la capacidad de la mamografía para detectar una anomalía. La mama contiene tejido fibroglandular (compuesto por tejido fibroso y glándulas) y tejido graso. A medida que las mujeres envejecen, la cantidad de tejido graso en las mamas aumenta y la cantidad de tejido fibroglandular disminuye. Las anomalías próximas al tejido graso son más fáciles de detectar con una mamografía. Es por eso que una mamografía se vuelve más precisa después de los 50 años.

Algunas mujeres tienen mamas densas. Tener mamas densas significa que la mujer tiene más tejido fibroglandular y menos tejido graso. Las anomalías en las mamas densas son más difíciles de detectar en una mamografía. Además, las mujeres con mamas densas corren un riesgo más elevado de sufrir cáncer de mama. Por lo tanto, estas mujeres pueden requerir pruebas adicionales, como ecografía mamaria, mamografía tridimensional (tomosíntesis) o resonancia magnética nuclear (RMN).

La mamografía se puede emplear para lo siguiente:

  • Obtener imágenes de cualquier anomalía (como un tumor o un absceso) y de los tejidos circundantes

  • Obtener imágenes de los ganglios linfáticos para detectar anomalías

  • Ayuda al médico a ubicar una aguja de biopsia en el interior del tejido anómalo

  • Después de la cirugía, ayuda al médico a determinar si se ha eliminado la totalidad del cáncer

La mamografía también se puede hacer si la mujer o el médico encuentran un bulto mientras exploran las mamas o si la mujer tiene dolor en la mama o una secreción del pezón.

La ecografía se utiliza para lo siguiente:

  • Proporcionar la primera imagen de las anomalías que se detectaron durante una exploración mamaria en mujeres menores de 30 años de edad

  • Proporciona más información sobre las anomalías detectadas por la RMN o la mamografía; por ejemplo, la ecografía puede mostrar si los bultos son sólidos o están llenos de líquido (los bultos llenos de líquido, llamados quistes, rara vez son cancerosos)

  • Ayuda al médico a ubicar una aguja de biopsia en el interior del tejido anómalo

  • Identificar los ganglios linfáticos anormales que pueden requerir una biopsia

  • Determinar el estadio del cáncer de mama

Se puede llevar a cabo una resonancia magnética nuclear (RMN) para hacer lo siguiente:

  • Evaluar los hallazgos anormales encontrados en el examen de las mamas u otros estudios de imágenes

  • Después de diagnosticar el cáncer de mama, determinar el tamaño y el número de tumores, especialmente en mujeres con tejido mamario denso

  • Identificar ganglios linfáticos anormales y así ayudar a determinar el estadio del cáncer de mama

Esta información puede contribuir a planificar la cirugía u otros tratamientos para el cáncer de mama.

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