Quiste en la glándula de Bartolino y absceso en la glándula de Bartolino

(Quistes de las glándulas de Bartolino)

PorCharles Kilpatrick, MD, MEd, Baylor College of Medicine
Revisado/Modificado feb 2023 | Modificado nov 2023
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Los quistes de las glándulas de Bartolino son bolsas llenas de moco que se forman cuando estas glándulas situadas junto a la abertura vaginal se obstruyen. Los quistes de la glándula de Bartolino pueden infectarse y formar abscesos dolorosos llenos de pus.

  • Los quistes suelen ser indoloros, pero si son grandes, pueden causar presión o dolor y molestar al sentarse, al caminar y cuando se mantienen relaciones sexuales.

  • Los quistes pueden llegar a infectarse, formando un absceso doloroso.

  • El médico habitualmente puede ver o palpar el quiste en un examen pélvico.

  • Los médicos pueden crear una abertura permanente para que el quiste pueda drenar el líquido hacia el exterior o bien pueden extirparlo quirúrgicamente.

Las glándulas de Bartolino son unas glándulas muy pequeñas y redondas que se encuentran en la vulva (que comprende los labios y otros tejidos situados alrededor de la abertura de la vagina). Pueden desarrollarse a ambos lados de la vulva. Como se localizan en profundidad bajo la piel, habitualmente no pueden palparse. Estas glándulas contribuyen a la producción de fluidos para la lubricación durante la actividad sexual.

Anatomía externa de los genitales femeninos

En el centro de esta imagen se encuentra la vagina, un canal formado por músculo liso. La pequeña abertura situada directamente encima de ella es la uretra, la abertura de la vejiga. Debajo de la vagina está el ano. Por encima de la uretra se encuentra el clítoris, un cuerpo de tejido eréctil homólogo al pene. La vagina está rodeada por los labios menores, que a su vez están rodeados por los labios mayores. El hueso púbico está en la parte superior. El tejido púrpura es una continuación del clítoris, el crus clitoral. El bulbo del vestíbulo (azul) también está formado por tejido eréctil. Debajo del bulbo se encuentra una glándula de Bartolino, que secreta moco para lubricar la vagina.

BO VEISLAND/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Si el conducto de la glándula de Bartolino se obstruye, la glándula comienza a llenarse de moco y se agranda. El resultado es un quiste. Estos quistes se desarrollan en torno al 2% de las mujeres, habitualmente alrededor de los 20 años. Los quistes pueden infectarse, formando un absceso (un área cerrada llena de pus). Al aumentar la edad, las mujeres son menos propensas a tener quistes y abscesos.

Por lo general, se desconoce la causa de la obstrucción. En raras ocasiones, los quistes pueden infectarse por una infección de transmisión sexual, como la gonorrea.

Con muy poca frecuencia puede formarse un cáncer en las glándulas de Bartolino.

¿Qué es un quiste en la glándula de Bartolino?

Las pequeñas glándulas a cada lado de la abertura vaginal, llamadas glándulas de Bartolino, pueden obstruirse. Las secreciones se acumulan y la glándula se dilata, formando un quiste. Los quistes oscilan desde el tamaño de un guisante hasta el de una pelota de golf o incluso más grande. Con mayor frecuencia, se produce solo en un lado. Pueden infectarse y dar lugar a un absceso.

Síntomas de las quistes o delos absessos de las glándulas de Bartolino

La mayoría de los quistes en las glándulas de Bartolino no producen síntomas. Las mujeres pueden notar un bulto indoloro cerca de la abertura de la vagina que produce asimetría en la vulva.

Si los quistes se agrandan, pueden causar irritación y presión y/o dolor. Pueden molestar al sentarse, al caminar o al practicar actividad sexual.

Si el quiste se infecta (se forma un absceso), produce dolor intenso y a veces fiebre. Los abscesos son sensibles al tacto. La piel sobre los conductos está enrojecida. y

La piel y los tejidos situados bajo la piel que recubre el absceso pueden infectarse, una infección denominada celulitis. Si se desarrolla celulitis, la zona afectada aparece roja y sensible y la mujer puede presentar secreción vaginal.

Diagnóstico de los quistes o abcessos de la glándula de Bartolino

  • Análisis de la vulva

  • En ocasiones, una biopsia

La mujer debe consultar al médico en las siguientes circunstancias:

  • El quiste sigue creciendo o persiste después de varios días de sumergir la zona afectada en agua caliente (en bañera o baño de asiento).

  • El quiste es doloroso (suele indicar un absceso).

  • Aparece fiebre.

  • El quiste molesta al caminar o al sentarse.

  • La mujer tiene más de 40 años.

Un médico examina la vulva para diagnosticar un quiste de la glándula de Bartolino. Si el quiste es suficientemente grande para que la mujer lo note o para producir síntomas, el médico puede verlo o palparlo en un examen pélvico. Por lo general, el médico sabe si el quiste está infectado a partir de su aspecto. Si aparece secreción, el médico envía una muestra al laboratorio para detectar otras infecciones, incluyendo infecciones de transmisión sexual. Si se ha desarrolado un absceso, se cultiva una muestra procedente de líquido del absceso.

Aunque es muy poco frecuente que se desarrolle cáncer en las glándulas de Bartolino, el médico puede extraer una muestra del quiste para examinarla al microscopio (biopsia), especialmente si la mujer tiene más de 40 años.

Tratamiento de los quistes o de los abcessos de las glándulas de Bartolino

  • Remojar la zona en agua tibia

  • Para los abscesos, un procedimiento para drenarlos

  • Si un quiste en la glándula de Bartolino causa síntomas graves o se produce en mujeres mayores de 40 años, cirugía

Independientemente del tratamiento, a veces los quistes recidivan. Si lo hacen, se puede extirpar toda la glándula de Bartolino.

Tratamiento de los quistes en mujeres menores de 40 años

Si un quiste en la glándula de Bartolino causa poco dolor o ninguno, las mujeres menores de 40 años pueden tratarlo por sí mismas. Puede usar un baño de asiento o sentarse en unos centímetros de agua caliente en una bañera. La vulva debe permanecer sumergida de 10 a 15 minutos, y repetir el proceso de 2 veces diarias. A veces los quistes desaparecen tras algunos días con este tratamiento. Si no es efectivo, la mujer debe consultar al médico.

En las mujeres menores de 40 años, los quistes requieren tratamiento solo si causan síntomas. El drenaje de un quiste suele ser ineficaz porque los quistes suelen reaparecer. Por tanto debe recurrirse a la cirugía para crear una abertura permanente del conducto glandular hacia la superficie de la vulva. Entonces, si el quiste se desarrolla de nuevo, puede drenarse. Después de inyectar un anestésico local para insensibilizar la zona, se realiza uno de los siguientes procedimientos:

  • Colocación de un catéter: se practica una pequeña incisión en el quiste para insertar en él un pequeño tubo (catéter) con un globo en la punta. Una vez colocado, se infla el globo y el catéter se deja allí de 4 a 6 semanas, formándose una abertura permanente. El catéter se inserta y retira en la consulta médica. Las mujeres pueden hacer sus actividades normales mientras el catéter está colocado, aunque la actividad sexual puede resultar incómoda.

  • Marsupialización: el médico realiza un pequeño corte en el quiste y sutura sus bordes internos con la superficie de la vulva. En la marsupialización se crea una abertura permanente en el quiste para que se pueda producir su drenaje según sea necesario. Este procedimiento se realiza en el quirófano. A veces se precisa anestesia general.

Después de estos procedimientos, la mujer puede tener secreción durante algunas semanas. Habitualmente, solo se precisa el uso de salvaslips. Tomar baños de asiento varias veces al día suele aliviar las molestias y acelerar la curación.

Si un quiste reaparece, se puede extirpar quirúrgicamente. Este procedimiento se realiza en el quirófano.

Tratamiento de los quistes en mujeres de 40 años o más

En mujeres de 40 años o más, todos los quistes de la glándula de Bartholin deben recibir tratamiento, excepto aquellos que han estado presentes durante años y no han cambiado de aspecto.

El tratamiento consiste en

  • La extirpación quirúrgica de la totalidad del quiste

  • Extracción de parte del quiste para analizarlo con objeto de descartar el cáncer y a continuación marsupializarlo

Tratamiento de los abscesos

Para un absceso, el tratamiento inicial consiste en practicar una pequeña incisión en el absceso y colocar un catéter para drenarlo. Si el absceso se vuelve a llenar después de drenarse, se puede realizar una marsupialización, en la que se crea una abertura permanente para evitar que el absceso se vuelva a llenar.

A veces los abscesos también se tratan con antibióticos.

Si aparece celulitis, se administran antibióticos por vía oral durante 1 semana, además de vaciar el absceso. Una mujer puede necesitar ser hospitalizada, dependiendo de lo enferma que esté.

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