Placenta y embrión a las ocho semanas aproximadamente
A las 8 semanas de embarazo (6 semanas después de la fecundación), el desarrollo de la mayoría de los sistemas de órganos principales del embrión ya ha comenzado. La placenta también ha desarrollado y formado pequeñas proyecciones en forma de dedo (vellosidades) que se extienden hacia la pared del útero.
Las vellosidades forman parte del sistema circulatorio del embrión. Los vasos sanguíneos transportan la sangre desde el embrión a través del cordón umbilical y las vellosidades placentarias. Entonces la sangre vuelve al embrión. Los vasos sanguíneos de la madre pasan junto a las vellosidades placentarias, y la sangre materna llena el espacio alrededor de las vellosidades. Los vasos sanguíneos de la madre y el embrión están separados por una fina membrana. La sangre no fluye directamente de la madre al embrión.
El líquido, el oxígeno y los nutrientes pasan de la madre al embrión a través de la membrana y el dióxido de carbono y los productos de desecho pasan del embrión a la madre.
Las células de la placenta también se convierten en el saco amniótico. Alrededor del embrión se forman dos capas de membranas: el amnios (membrana interna) y el corion (membrana externa). El amnios y el corion crean un saco (saco amniótico) alrededor del embrión. El saco se llena de líquido (líquido amniótico) y el embrión flota en el líquido.
El líquido amniótico proporciona un espacio en el que el embrión puede crecer libremente y ayuda a protegerlo de posibles lesiones. El saco amniótico es fuerte y elástico.