Rotura prematura de membranas

(Rotura prematura de membranas)

PorAntonette T. Dulay, MD, Main Line Health System
Revisado/Modificado abr 2024
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La rotura prematura de membranas (rotura de la bolsa, rotura del saco amniótico o amniorrexis) se manifiesta como la pérdida del líquido amniótico que rodea al feto en cualquier momento antes de que comience el parto.

  • A menudo el parto se desencadena poco después de la rotura de membranas.

  • Si el parto no comienza de 6 a 12 horas después, aumenta el riesgo de infección en la mujer y en el feto.

  • Si el trabajo de parto no comienza poco después de la rotura de las membranas, el embarazo dura 34 semanas o más y los pulmones del feto están maduros, el trabajo de parto suele iniciarse artificialmente (inducido).

  • Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas y los pulmones del feto no son lo suficientemente maduros, se suele hospitalizar a la madre y se la monitoriza estrechamente; se le administran corticoesteroides para ayudar a los pulmones del feto a madurar y también antibióticos para tratar y prevenir cualquier infección que pudiera desencadenar el parto y/o dañar al feto.

  • Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, se puede administrar a la madre sulfato de magnesio para reducir el riesgo de parálisis cerebral.

La rotura de las membranas se denomina comúnmente «romper aguas». Cuando las membranas se rompen, el líquido que hay en su interior y que rodea al feto (líquido amniótico) se expulsa por la vagina. La cantidad de líquido expulsado varía desde un goteo hasta un chorro. Tan pronto como las membranas se rompen, la mujer debe ponerse en contacto con su médico o su matrona.

¿Sabías que...?

  • Cuando la mujer rompe aguas, debe ponerse en contacto con su médico o su matrona.

Por lo general las membranas del saco que contiene el líquido amniótico se rompen durante el trabajo de parto. Pero, en algunos casos, en embarazos normales, las membranas se rompen antes del trabajo de parto (rotura prematura).

La rotura prematura de las membranas se puede producir cerca de la fecha prevista para el parto (37 semanas o más, lo que se considera un embarazo a término) o más pronto (antes de las 37 semanas, lo que se considera una rotura prematura pretérmino de membranas). Una rotura prematura aumenta la probabilidad de que el parto también se desencadene antes (parto prematuro o pretérmino).

Independientemente de cuándo ocurra la rotura prematura, aumenta el riesgo de problemas como

Una infección uterina puede provocar fiebre, secreción vaginal abundante o con mal olor, o dolor abdominal.

Si la rotura prematura da lugar a un parto pretérmino (prematuro), el recién nacido prematuro presenta un riesgo aumentado de lo siguiente:

  • Problemas pulmonares

  • Hemorragia cerebral

  • Posiblemente la muerte

Cuando se produce una hemorragia cerebral, es posible que el cerebro no pueda desarrollarse normalmente, causando problemas como una parálisis cerebral.

Si el embarazo dura menos de 24 semanas cuando se rompen las membranas, las extremidades del feto pueden deformarse.

Si la rotura de membranas se produce cerca de la fecha probable del parto, las contracciones suelen comenzar en el plazo de 24 horas, pero es posible que tarden 4 días o más en aparecer si la rotura se produce entre 32-34 semanas de gestación.

Diagnóstico de la rotura prematura de membranas

  • Exploración de la vagina y del cuello uterino usando un espéculo

El médico o la matrona utilizan un espéculo para separar las paredes de la vagina y exploran la vagina y el cuello uterino (la parte inferior del útero) para confirmar la rotura de las membranas y estimar la apertura (dilatación) del cuello del útero.

Si los médicos detectan una pérdida de líquido amniótico por la vagina, es probable que las membranas se hayan roto. Los médicos pueden solicitar otras pruebas (examinar el líquido en un portaobjetos o comprobar su pH).

Si se diagnostica una rotura de las membranas previa al parto y el feto puede sobrevivir fuera del útero, la mujer suele ser ingresada en un hospital para determinar su estado.

Tratamiento de la rotura prematura de membranas

  • Si el embarazo ya ha llegado a la semana 34 o la ha superado, por lo general se inicia artificialmente el trabajo de parto (inducción)

  • Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, por lo general se indica reposo, vigilancia estrecha en el hospital, antibióticos y, a veces, corticoesteroides

  • Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, por lo general se indica sulfato de magnesio para prevenir hemorragia cerebral y problemas en el desarrollo cerebral del recién nacido

Los médicos deben valorar el riesgo de infección en el útero y en el feto cuando el parto se retrasa frente a los problemas que pueden surgir cuando un recién nacido es prematuro. Generalmente, un médico o una comadrona titulada hacen lo siguiente:

  • Si el embarazo ya ha llegado a la semana 34 o la ha superado, se inicia el parto inducido porque se supone que el feto es lo bastante maduro.

  • Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, se monitoriza a la mujer en el hospital para detectar signos de infección o de trabajo de parto.

A veces los médicos analizan una muestra de líquido amniótico para detectar signos de infección dentro del saco amniótico. La muestra se toma durante la amniocentesis, en la que el médico introduce una aguja a través de la pared del abdomen en el líquido amniótico y extrae una muestra de las membranas que rodean al feto. Si se detecta una infección, los médicos inducen el parto.

Si el feto está en peligro grave o el útero está infectado, por lo general se induce el parto y el bebé nace con independencia de la duración del embarazo.

Si es necesario retrasar el parto

Si la duración del embarazo es inferior a 34 semanas, se retrasa el parto. Se aconseja a la madre que descanse y que limite sus actividades tanto como sea posible. Puede que se hospitalice para poder realizar una estricta monitorización. Se le suelen tomar la presión arterial, la temperatura y el pulso al menos tres veces al día. Un aumento de la temperatura o del pulso puede ser un signo temprano de infección. Si aparece una infección, se induce el parto de inmediato para que nazca el bebé.

Cuando se confirma la rotura de membranas, se inicia la administración de antibióticos. Por lo general los antibióticos se administran por vía intravenosa (como eritromicina, ampicilina y amoxicilina), y luego por vía oral durante varios días. Los antibióticos retrasan el inicio del trabajo de parto mediante el tratamiento de las infecciones que lo pueden desencadenar y reducen el riesgo de infección en el recién nacido.

Si la rotura de membranas se produce entre las semanas 23 y 34 del embarazo, se administran a la madre corticoesteroides para acelerar la maduración pulmonar del feto.

Los médicos también pueden administrar a la mujer corticoesteroides si las membranas se rompen entre las 34 y 37 semanas del embarazo, existe riesgo de parto prematuro y la mujer no ha recibido corticoesteroides al principio del embarazo.

Si la duración del embarazo es inferior a 32 semanas, se puede administrar a la madre sulfato de magnesio por vía intravenosa. Este fármaco parece reducir el riesgo de hemorragia cerebral y de los problemas derivados que afectan al desarrollo cerebral del recién nacido, como la parálisis cerebral.

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