Alteraciones pupilares frecuentes

Hallazgo

Explicación

Asimetría de 1–2 mm entre las pupilas, respuestas fotomotoras preservadas y ausencia de síntomas

Variante normal (anisocoria fisiológica)

Asimetría, deterioro de las respuestas a la luz y respuestas preservadas a la acomodación (disociación reflejo fotomor-acomodación o pupila de Argyll Robertson)

Neurosífilis (posiblemente)

Constricción bilateral

Opioides

Colirios mióticos para glaucoma (más frecuente; produce constricción unilateral si se aplican en un solo ojo)

Hemorragia pontina (a través del daño de las vías simpáticas centrales que dilatan las pupilas)

Organofosforados o toxinas colinérgicas

Dilatación bilateral con reflejos fotomotores preservados

Estados hiperadrenérgicos (p. ej., síndromes de abstinencia, fármacos como los simpaticomiméticos o la cocaína, tirotoxicosis)

Dilatación bilateral con deterioro de la respuesta fotomotora directa

Colirios midriáticos* como simpaticomiméticos (p. ej., fenilefrina) y cicloplégicos (p. ej., ciclopentoato, tropicamida, homatropina, atropina)

Herniación encefálica

Encefalopatía hipóxica o isquémica

Dilatación unilateral con defecto pupilar aferente

Lesiones del ojo, de la retina o del II nervio craneal (óptico)

Dilatación unilateral con defecto pupilar eferente

Parálisis del III nervio craneano (oculomotor), muchas veces debidas a compresión (p. ej., por aneurisma de la arteria comunicante posterior o herniación transtentorial)

Traumatismo del iris (también pupila irregular)

Colirios midriáticos*

Dilatación unilateral con reflejo oculomotor directo y consensual mínimo o lento y constricción pupilar en respuesta a la acomodación

Pupila tónica (de Adie)†

*La herniación transtentorial y el uso de colirios midriáticos a menudo puede distinguirse instilando una gota de una solución ocular de pilocarpina en la pupila dilatada; la ausencia de constricción o respuesta sugiere el uso de un colirio midriático.

†La pupila tónica (Adie) es una dilatación anormal permanente pero no progresiva de la pupila debida al daño del ganglio ciliar. Habitualmente se presenta en mujeres de 20 a 40 años. El inicio suele ser súbito. Los únicos hallazgos son una visión borrosa leve, el deterioro de la adaptación a la luz y a veces la ausencia de reflejos osteotendinosos.