La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es un estrechamiento persistente (bloqueo u obstrucción) de las vías respiratorias causada por enfisema, bronquitis obstructiva crónica o ambas.
El tabaco es la principal causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
El paciente desarrolla tos, que conduce a la aparición de disnea.
El diagnóstico se basa en radiografías de tórax y pruebas de función pulmonar.
El cese del consumo de tabaco y el uso de medicación broncodilatadora son elementos importantes.
Las personas que sufren una enfermedad grave pueden requerir otros medicamentos, usar oxígeno, someterse a rehabilitación pulmonar o, con muy poca frecuencia, a una cirugía de reducción de volumen pulmonar.
En Estados Unidos, unos 16 millones de personas padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Es una causa común de muerte, representando más de 140 000 muertes cada año.
A nivel mundial, el número de personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica está aumentando. Los factores que contribuyen a la enfermedad pulmonar obstructiva crónica incluyen un aumento del consumo de tabaco en muchos países y, en todo el mundo, la exposición a las toxinas de los combustibles de biomasa como la madera y los pastos. Las tasas de mortalidad pueden estar aumentando en países con servicios médicos insuficientes.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica conduce a una disminución persistente en el flujo de aire de los pulmones cuando la persona exhala, denominada obstrucción crónica del flujo aéreo. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica incluye el diagnóstico de bronquitis obstructiva crónica y enfisema. Muchas personas tienen ambos trastornos.
La bronquitis crónica es un concepto clínico que se define como un cuadro de tos productiva mantenida durante al menos 3 meses durante 2 años sucesivos. Cuando la bronquitis crónica incluye obstrucción del flujo aéreo se califica como bronquitis crónica obstructiva.
El enfisema se define como la destrucción extensa e irreversible de las paredes alveolares (las células que dan apoyo a los sacos de aire, o alvéolos, que constituyen los pulmones) y el aumento de tamaño de muchos de los alvéolos.
La bronquitis asmática crónica es similar a la bronquitis crónica. Además de tener una tos que produce esputo, las personas afectadas presentan sibilancias y obstrucción parcialmente reversible del flujo de aire. Se produce mayoritariamente en personas que fuman y tienen asma. Algunas personas sufren EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y asma. Las personas con ambos trastornos reciben tratamiento principalmente para el asma.
Las vías respiratorias de pequeño calibre (bronquiolos) están formadas por músculo liso y normalmente se mantienen abiertas por unos apéndices adheridos a las paredes alveolares. En el enfisema, la destrucción de estos apéndices produce un colapso de los bronquiolos cuando la persona exhala, lo que causa una obstrucción en el flujo de aire permanente e irreversible. En la bronquitis crónica, las glándulas que revisten las vías respiratorias mayores de los pulmones (bronquios) se dilatan, lo que causa una secreción excesiva de moco. Los bronquiolos se inflaman y hacen que se contraigan los músculos lisos del tejido pulmonar (espasmos) y haya obstrucción del flujo de aire. La inflamación también afecta las vías respiratorias y sus secreciones, lo que limita aún más el flujo de aire. Con el tiempo, las vías respiratorias de pequeño calibre de los pulmones se estrechan y se destruyen. El asma también se caracteriza por una obstrucción del flujo de aire. Sin embargo, contrariamente a la obstrucción del flujo de aire que ocurre en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la producida en el asma es completamente reversible en la mayoría de las personas, ya sea de forma espontánea o mediante la aplicación de un tratamiento adecuado.
La obstrucción del flujo de aire en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica hace que el aire quede atrapado en los pulmones después de cada exhalación, lo que hace aumentar el esfuerzo requerido para respirar. El número de capilares en las paredes alveolares disminuye. Estas alteraciones afectan al intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre los alvéolos y la sangre. En las primeras fases de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la concentración de oxígeno en sangre puede disminuir, mientras que la de dióxido de carbono permanece normal. En las fases más avanzadas, las concentraciones de dióxido de carbono aumentan, mientras que las de oxígeno descienden.
La pandemia del COVID-19 ha planteado un riesgo especial para las personas que sufren EPOC. El hecho de sufrir EPOC aumenta el riesgo de que una persona sea hospitalizada o muera a causa del COVID-19.
Causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La causa más importante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es
Consumo de cigarrillos
Sólo alrededor del 15% de los fumadores desarrollan enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Con el envejecimiento, las personas propensas a fumar cigarrillos pierden la función pulmonar más rápidamente que las que no fuman. Si una persona deja de fumar, la función pulmonar mejora solo un poco. Sin embargo, la tasa de disminución de la función pulmonar vuelve a los valores de los no fumadores cuando la persona deja de fumar, demorando así el desarrollo y la progresión de los síntomas.
Trabajar en un ambiente contaminado por vapores químicos, polvo o humo espeso de fogones situados a cubierto incrementa el riesgo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (véase Introducción a las enfermedades pulmonares ambientales y profesionales). La exposición al aire contaminado y la condición de fumador pasivo (exposición al humo de cigarrillo de los fumadores activos) pueden causar recidivas en personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero probablemente no causen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica tiende a aparecer con mayor frecuencia en algunas familias, de modo que puede existir cierto componente hereditario en algunas personas afectadas.
El bajo peso corporal y los trastornos respiratorios infantiles contribuyen al riesgo de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Sin embargo, estos factores son mucho menos importantes que el hecho de fumar cigarrillos.
Una causa rara de enfermedad pulmonar obstructiva crónica es un trastorno hereditario por el cual el organismo no produce la cantidad suficiente de la proteína alfa-1-antitripsina. La función principal de esta proteína es evitar que la enzima elastasa de los neutrófilos (un tipo de glóbulos blancos) dañe los alvéolos. Por lo tanto, al llegar a la edad madura desarrollan enfisema las personas con déficit grave de alfa-1-antitripsina (también denominada deficiencia de alfa-1-antiproteasa), especialmente quienes son también fumadores.
Síntomas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) tarda años en desarrollarse.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica de inicio precoz
En las personas con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), los síntomas aparecen cuando la persona tiene entre 40 y 50 años. Primero desarrollan una tos leve que produce esputo transparente. La tos y la producción de esputo suelen ser peores por las mañanas, al levantarse. La tos y la producción de esputo pueden persistir a lo largo del día.
Puede producirse ahogo al hacer esfuerzo. Al principio, se suele pensar que la causa es el envejecimiento o el mal estado físico, y por ello se tiende a disminuir la actividad física. Algunas veces, el ahogo se produce al principio solo cuando la persona padece una infección pulmonar (normalmente bronquitis), durante la cual la persona afectada tose más y produce mayor cantidad de esputo. El color del esputo a menudo cambia, pasando de claro o blanco a amarillo o verde.
Evolución de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
En las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, al llegar a la mitad o finales de su sexta década, especialmente si continúan fumando, el ahogo durante el esfuerzo es cada vez más molesto.
Muy a menudo se produce neumonía u otras infecciones pulmonares. Estas infecciones pueden producir un ahogo grave incluso si la persona está en reposo, y puede requerir hospitalización. Con el paso del tiempo, aún después de haber cedido la infección pulmonar, los ahogos persisten al realizar actividades diarias como bañarse, vestirse y tener actividad sexual.
Aproximadamente un tercio de las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica experimentan una pérdida importante de peso. Las causas de la pérdida de peso no están claras y pueden diferir en cada persona. Entre las causas posibles se encuentran el ahogo como dificultad a la hora de comer y un aumento en la sangre de una sustancia denominada factor de necrosis tumoral.
Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica expectoran sangre intermitentemente debido a la inflamación de los bronquios, lo que también aumenta la posibilidad de desarrollar un cáncer de pulmón.
El dolor de cabeza matutino puede deberse a la retención de dióxido de carbono y la disminución de los niveles de oxígeno en sangre, como consecuencia de una respiración deficiente durante el sueño.
Conforme avanza la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, algunas personas afectadas, sobre todo las que tienen enfisema, adoptan patrones de respiración no habituales. Al exhalar, fruncen los labios. Otras se encuentran mejor al inclinar el torso sobre una mesa, con los brazos extendidos sobre ella y apoyando el peso en las palmas o codos, maniobra que mejora la función de ciertos músculos respiratorios.
Con el paso del tiempo, muchas personas afectadas desarrollan un tórax en forma de barril, a medida que los pulmones se agrandan debido al aire atrapado. Las concentraciones bajas de oxígeno en la sangre pueden hacer que la persona adopte un tinte azulado en la piel (cianosis). La cianosis puede pasar desapercibida en la piel oscura.
Las zonas frágiles de los pulmones pueden romperse, permitiendo que el aire se escape desde los pulmones hacia la cavidad pleural, situación denominada neumotórax. Esta complicación a menudo provoca dolor repentino y ahogo y requiere intervención médica cuanto antes para eliminar el aire de la cavidad pleural.
Exacerbación de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Un brote (o exacerbación) de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) es un empeoramiento de los síntomas, por lo general tos, dificultad respiratoria y aumento de la producción de esputo. El color del esputo suele cambiar a amarillo o verde y puede haber fiebre y dolor muscular. La dificultad respiratoria puede estar presente cuando la persona está en reposo y ser lo suficientemente grave para requerir hospitalización. Las recidivas pueden ser causadas por la exposición a aire muy contaminado, alérgenos e infecciones víricas o bacterianas.
Durante las recidivas graves, la persona desarrolla una enfermedad potencialmente mortal denominada insuficiencia respiratoria. Entre sus posibles síntomas están el ahogo grave (una sensación similar a la de la asfixia), ansiedad extrema, sudoración, cianosis y confusión.
Complicaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Si no se tratan los niveles bajos de oxígeno con oxígeno suplementario, pueden surgir complicaciones. Los niveles de oxígeno bajos en la sangre, si no son tratados, provocan que la médula ósea envíe más glóbulos rojos (eritrocitos) al torrente sanguíneo, una enfermedad conocida como policitemia secundaria (también denominada eritrocitemia). Los niveles bajos de oxígeno en la sangre también constriñen los vasos sanguíneos que se dirigen desde el lado derecho del corazón a los pulmones, lo que aumenta la presión en estos vasos. Como consecuencia del aumento de la presión, denominada hipertensión pulmonar, puede aparecer una insuficiencia del lado derecho del corazón (llamada cor pulmonale). Las personas con insuficiencia cardíaca derecha presentan hinchazón de las piernas.
Las concentraciones elevadas de dióxido de carbono provocan que la sangre se vuelva ácida (acidosis respiratoria). Las personas se sienten soñolientas y pueden entrar en coma y morir si el problema no se corrige.
Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica también tienen un riesgo más alto de desarrollar anomalías del ritmo cardíaco (arritmias). Si además son fumadoras, tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de pulmón que las personas que no tienen enfermedad pulmonar obstructiva crónica, aunque fumen la misma cantidad. Las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica parecen tener un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, depresión, arteriopatía coronaria, pérdida de masa muscular (atrofia) y reflujo gastroesofágico. Sin embargo, no está claro si el riesgo se incrementa a causa de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica u otros factores.
Diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Radiografías de tórax
Pruebas de función pulmonar
Los médicos diagnostican la bronquitis crónica basándose en los antecedentes de tos productiva prolongada durante al menos 3 meses durante 2 años consecutivos. Los médicos deben descartar otras causas de tos crónica antes de diagnosticar la bronquitis crónica.
El enfisema se diagnostica basándose en los hallazgos observados durante la exploración física y en los resultados de las pruebas de función pulmonar. Sin embargo, cuando el médico advierte estas anomalías, el enfisema ya es moderadamente grave. La radiografía de tórax o la tomografía computarizada de tórax (TC) también pueden ayudar en el diagnóstico del enfisema y, a veces, la bronquitis crónica. Para el médico no reviste particular importancia diferenciar entre la bronquitis crónica y el enfisema, y con frecuencia la bronquitis crónica y el enfisema se dan de forma simultánea en la misma persona. El factor más importante que determina cómo se siente y funciona la persona afectada es el grado de obstrucción del flujo de aire.
En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica leve, los médicos pueden no descubrir nada extraordinario durante la exploración física. A medida que la enfermedad avanza, se pueden escuchar sibilancias o notar una disminución de los sonidos normales de la respiración cuando se auscultan los pulmones con un estetoscopio. La persona afectada necesita mucho tiempo para exhalar el aire que ha inhalado (espiración prolongada). Los movimientos del tórax disminuyen durante la respiración y hay mayor participación de los músculos del cuello y los hombros.
En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) leve, la radiografía de tórax suele ser normal. Cuando empeora, la radiografía de tórax muestra los pulmones con exceso de aire (pulmones hiperinsuflados). La hiperinsuflación, el adelgazamiento de los vasos sanguíneos o la presencia de quistes en los pulmones (denominados bullas) sugiere la existencia de enfisema.
Pruebas de función pulmonar
Se puede evaluar la obstrucción del flujo aéreo con una espirometría espiratoria forzada (prueba que mide la cantidad de aire y la rapidez con la que puede ser exhalada de los pulmones, véase Pruebas de función pulmonar). Para demostrar la obstrucción del flujo de aire y hacer un diagnóstico, es necesaria una disminución en la cantidad máxima de aire que una persona puede exhalar en 1 segundo (volumen espiratorio forzado en 1 segundo o FEV1) y la relación de la FEV1 con la cantidad de aire que una persona puede expulsar de los pulmones después de inspirar lo más profundamente posible (capacidad vital forzada o CVF).
Se puede medir la cantidad de oxígeno en la sangre mediante el uso de un sensor colocado en un dedo o un lóbulo de la oreja (pulsioximetría) o mediante una toma de muestra de sangre arterial (gasometría arterial) o de sangre venosa. En personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los niveles de oxígeno tienden a ser bajos. Las concentraciones elevadas de dióxido de carbono en la sangre arterial (y venosa) se producen en etapas tardías de la enfermedad.
En personas que han desarrollado una enfermedad pulmonar obstructiva crónica desde la juventud, y especialmente si existen antecedentes familiares de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, se miden los niveles sanguíneos de alfa-1-antitripsina para determinar si presentan o no un déficit de la proteína alfa-1-antitripsina. Se sospecha que existe este trastorno genético cuando la enfermedad pulmonar obstructiva crónica se manifiesta en personas que nunca han fumado.
Otros estudios
A veces los médicos también prueban la función del corazón con una electrocardiografía (ECG) o examinan el corazón mediante una ecocardiografía para asegurarse de que no es un trastorno del corazón lo que está causando el ahogo.
El médico también puede llevar a cabo pruebas distintas para detectar otros trastornos que podrían estar causando los síntomas.
Pruebas en los brotes de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Cuando una persona sufre un brote de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los médicos a menudo utilizan la gasometría arteria lpara determinar la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono presentes en la sangre de la persona. Los médicos pueden hacer una radiografía de tórax para buscar indicios de infección pulmonar. Si sospechan una infección pulmonar, especialmente si el brote es lo suficientemente grave como para que la persona esté siendo tratada en el hospital, los médicos realizarán pruebas adicionales para identificar el virus o la bacteria que causa el brote, ya que el tratamiento depende de cuál es el organismo responsable.
Tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Programas para dejar de fumar
Alivio de los síntomas (por ejemplo, mediante fármacos)
Cuidados de apoyo (por ejemplo, rehabilitación pulmonar, dieta nutritiva)
El tratamiento más importante para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es dejar de fumar. Cuando la obstrucción del flujo de aire es leve o moderada, dejar de fumar disminuye la tos, reduce la producción de esputo y retarda la aparición del ahogo. Dejar de fumar en cualquier fase de la enfermedad reporta beneficios. Intentar varias estrategias a la vez aumenta la probabilidad de tener éxito. Entre estas estrategias está el fijar una fecha determinada para dejarlo, utilizar técnicas de modificación conductual (por ejemplo, poniendo dificultades a la obtención de tabaco o autorrecompensarse por la abstención durante periodos de tiempo cada vez más prolongados), sesiones de apoyo y terapia de grupo, sustitución de la nicotina (por ejemplo, con chicles de nicotina, parches de nicotina o inhaladores de nicotina, tabletas de nicotina o pulverizador nasal de nicotina). Los fármacos vareniclina y bupropión también ayudan a reducir la apetencia por el tabaco. No obstante, incluso con los métodos más efectivos, solo algo menos del 50% de las personas que intentan dejar de fumar lo han logrado al cabo de un año.
También debe tratar de evitarse la exposición a partículas irritantes del aire, y eso incluye alejarse de los fumadores y el aire contaminado.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede empeorar significativamente si la persona tiene gripe o neumonía. Por lo tanto, quienes padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica deben vacunarse contra la gripe cada año. La vacuna contra el neumococo, la vacunación contra la COVID-19 y la vacunación contra el virus respiratorio sincitial (VRS) también ayudan.
Debido a que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica puede causar pérdida de peso severa, se debe seguir una dieta equilibrada y nutritiva.
Tratamiento de los síntomas
Las sibilancias y el ahogo suelen aliviarse cuando disminuye la obstrucción en el flujo de aire. La obstrucción del flujo de aire debido a enfisema es irreversible, pero el espasmo del músculo liso bronquial, la inflamación y las secreciones son potencialmente reversibles.
Los broncodilatadores inhalados se administran mediante un dispositivo que libera una dosis de fármaco precisa y suficiente en las vías respiratorias, a través de la boca y la garganta (inhaladores dosificadores e inhaladores de polvo seco). Los broncodilatadores inhalados contienen
Fármacos anticolinérgicos*
Fármacos beta-adrenérgicos
Tanto los fármacos anticolinérgicos como los beta-adrenérgicos relajan los músculos que rodean a los bronquiolos.
Los fármacos anticolinérgicos son ipratropio, umeclidinio, revefenacina, aclidinio y tiotropio. El ipratropio se administra unas 4 veces al día, el aclidinio, 2 veces al día y el tiotropio, la revefenacina y el umeclidinio se administran 1 vez al día.
La inhalación de un fármaco beta-adrenérgico de efecto inmediato, como el salbutamol (albuterol), alivia la sensación de ahogo más rápidamente que los fármacos anticolinérgicos y por esta razón puede ser más eficaz durante las crisis. El salmeterol, el formoterol, el arformoterol, el vilanterol, el olodaterol y el indacaterol son fármacos beta-adrenérgicos de acción prolongada. El salmeterol, arformoterol y formoterol se administran cada 12 horas. El indacaterol, el olodaterol y el vilanterol se administran 1 vez al día. El umeclidinio y el vilanterol están disponibles como una formulación inhalada que combina ambos fármacos. El olodaterol también está disponible en combinación con tiotropio. Los fármacos beta-adrenérgicos de acción prolongada son útiles para el alivio prolongado de los síntomas, especialmente de noche, pero no deben utilizarse para el alivio rápido de los síntomas.
Se dispone de combinaciones de fármacos anticolinérgicos y beta-adrenérgicos. El glicopirrolato es un fármaco anticolinérgico disponible en combinación con los fármacos beta-adrenérgicos de acción prolongada formoterol o indacaterol.
Se pueden utilizar los inhaladores de dosis controlada de forma más efectiva si se usan con un dispositivo denominado cámara espaciadora (véase la figura Cómo usar un inhalador con dosificador). Los broncodilatadores inhalados también pueden utilizarse mediante nebulizadores. Esta forma de tratamiento debe reservarse para las personas con cuadros graves o personas que no pueden utilizar adecuadamente un inhalador con dosificador. Un nebulizador crea una dispersión gaseosa del medicamento, no siendo necesaria la coordinación entre la inhalación y la respiración. Los nebulizadores son portátiles y algunos incluso pueden conectarse a la toma para accesorios de un automóvil.
Los corticoesteroides son útiles para muchas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica de moderada o grave, cuyos síntomas no han podido ser controlados por otros fármacos o para quienes tienen recidivas frecuentes pese a usar otros fármacos. Los corticoesteroides inhalados no previenen la disminución de la función pulmonar a lo largo del tiempo. Sin embargo, su uso disminuye los síntomas y la frecuencia de recidivas. Debido a que el fármaco se libera en los pulmones, las dosis habituales de corticoesteroides inhalados producen menos efectos secundarios que el tratamiento suministrado por vía oral. Sin embargo, las dosis altas de corticoesteroides inhalados pueden tener algunas reacciones adversas, tales como el empeoramiento de una osteoporosis subyacente, sobretodo en personas mayores. Los corticoesteroides administrados por vía oral son de uso exclusivo para tratar las recidivas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o bien para tratar a personas con recidivas periódicas o que siguien teniendo síntomas debidos a la obstrucción en el flujo de aire y no responden a tratamientos más simples.
Los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 4, como el roflumilast, reducen la inflamación y ensanchan las vías respiratorias. Para reducir el riesgo de recidivas de fosfodiesterasa tipo 4 se pueden usar junto con otros broncodilatadores. Los efectos secundarios habituales son náuseas, dolor de cabeza y pérdida de peso, pero pueden disminuir con el uso continuado de los fármacos.
La toma del antibiótico azitromicina o eritromicina a largo plazo puede ayudar a prevenir los brotes de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, especialmente en personas propensas a brotes frecuentes o graves y que no fuman.
La teofilina no se usa de forma frecuente, solo se administra en pacientes que no responden a otros fármacos. Su dosificación debe ser estrictamente controlada por el médico y, en algunas personas, deben medirse los niveles en sangre de forma periódica. Una forma de acción prolongada del medicamento ayuda a controlar la dificultad respiratoria por la noche.
Los médicos solían administrar fármacos (expectorantes) para ayudar a rebajar las secreciones y facilitar su expulsión. Sin embargo, no hay pruebas claras de que funcionen. No obstante, evitar la deshidratación puede prevenir el espesamiento de las secreciones. En general, el objetivo consiste en beber suficiente líquido a fin de mantener la orina clara, excepto la de la primera micción de la mañana.
La pulsioximetría se emplea a menudo para controlar los síntomas. La medición de la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre mediante una muestra de sangre arterial o venosa puede proporcionar información adicional que es útil para el seguimiento de la enfermedad grave.
Tratamiento de las recidivas
Las recidivas deben ser tratadas tan pronto como sea posible. Cuando se sospecha la existencia de una infección bacteriana, suele prescribirse un tratamiento antibiótico de 7 a 10 días. Muchos médicos suministran a sus pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica antibióticos de reserva para que los tengan a mano y puedan tomarlos desde el primer momento en caso de recidiva. Es posible que sea necesario cambiar la medicación en personas para las que los antibióticos originales no funcionaron, en personas con síntomas graves y en personas con riesgo de infección por microorganismos que probablemente no sean eliminados mediante los medicamentos habituales (bacterias resistentes). Se tiene mayor probabilidad de padecer infecciones por bacterias resistentes cuando el sistema inmunitario está deprimido o cuando se vive en residencias o asilos.
Las personas con brotes graves requieren hospitalización y tratamiento con medicamentos beta-adrenérgicos de acción inmediata, medicamentos anticolinérgicos de acción inmediata (por ejemplo, ipratropio), corticoesteroides por vía oral o intravenosa y oxígeno. Pueden requerir ventilación no invasiva con presión positiva (por ejemplo, presión de soporte o ventilación con presión positiva mediante una mascarilla) o ventilación mecánica (con la colocación de un tubo endotraqueal [tubo de respiración]).
Algunas personas con enfermedad grave o recidivas frecuentes se benefician de la toma de antibióticos a largo plazo. Entre los antibióticos más comunes se encuentran la azitromicina, claritromicina y eritromicina. Sin embargo, el uso de antibióticos a largo plazo puede no ser posible o recomendable debido a los efectos secundarios problemáticos o porque su utilización a largo plazo puede provocar que las bacterias adquieran resistencia contra los efectos del antibiótico.
Oxigenoterapia
Algunas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) necesitan recibir una aportación de oxígeno adicional para mantener la cantidad de oxígeno suficiente en la sangre. Necesitan oxigenoterapia solo durante un corto periodo de tiempo, por ejemplo cuando son dados de alta del hospital después de una recidiva. La oxigenoterapia a largo plazo prolonga la vida de las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica avanzada y una concentración muy baja de oxígeno en la sangre. Aunque una terapia de 24 horas es lo mejor, utilizar oxígeno durante 12 horas al día también proporciona beneficios. Esta terapia reduce el exceso de glóbulos rojos (eritrocitos) causado por las concentraciones bajas de oxígeno en sangre (policitemia secundaria) y ayuda a aliviar el cor pulmonale (también denominado corazón pulmonar o cardiopatía pulmonar) causado por la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). La oxigenoterapia puede también reducir el ahogo durante el ejercicio.
Existen diversos dispositivos empleados en la oxigenoterapia. Los concentradores eléctricos de oxígeno se utilizan cuando se dispone de tomas de corriente. El oxígeno comprimido se distribuye en pequeños tanques que permiten salir de casa durante periodos de tiempo de 2 a 6 horas. Los sistemas de oxígeno líquido, aunque costosos, son preferibles para personas activas. Estos sistemas permiten permanecer varias horas lejos de la fuente de abastecimiento. También hay disponibles concentradores de oxígeno portátiles que funcionan con batería y se pueden utilizar durante vuelos comerciales. Nunca se debe fumar o acercarse a llamas mientras se está usando la oxigenoterapia.
Rehabilitación pulmonar
La rehabilitación pulmonar puede ser útil para las personas que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero no mejora la función pulmonar. Tales programas pueden aumentar la independencia y la calidad de vida, disminuir la frecuencia y el tiempo de hospitalización y mejorar la capacidad para realizar ejercicios. Los programas consisten en
Formación sobre la enfermedad
Ejercicio
Asesoramiento nutricional
Asesoramiento psicosocial
Se proporciona a la persona afectada formación sobre la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y se le proporciona también información sobre cuándo tomar antibióticos o cuándo ponerse en contacto con el médico en presencia de brotes.
Se pueden llevar a cabo programas de ejercicio de forma ambulatoria o en casa. Caminar (a menudo en una cinta de correr) es la opción más habitual para ejercitar las piernas. A veces se utilizan también la bicicleta estática y las escaleras. Para los brazos se aconseja el levantamiento de pesas. Con frecuencia, se recomienda administrar oxígeno durante el ejercicio. Como sucede con cualquier programa de ejercicios, la forma física se pierde rápidamente cuando la persona los interrumpe.
Se enseñan técnicas especiales para disminuir el ahogo durante la actividad sexual y durante otras actividades, como cocinar y ocuparse de pequeñas tareas.
Los programas de rehabilitación pulmonar ofrecen consejos y sugerencias para seguir una alimentación nutritiva y equilibrada que ayude a las personas con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) a evitar la pérdida de peso grave que puede ocurrir a causa de dicha enfermedad.
Aunque los programas de rehabilitación pulmonar por lo general se ofrecen de forma presencial, también se dispone de programas virtuales que pueden ser particularmente útiles para las personas que tienen dificultades para acceder a los programas presenciales.
Otros tratamientos
Los inhibidores de la tos de venta sin receta médica no suelen resultar útiles y no se recomienda utilizarlos.
Los opiáceos se utilizan a veces para aliviar los episodios de tos o dolor, pero se deben evitar siempre que sea posible, ya que pueden provocar somnolencia y estreñimiento, suprimir la tos (lo que puede causar o empeorar la infección) y, si se usan con regularidad, causar dependencia o adicción.
En pacientes con un déficit grave de alfa-1-antitripsina, se puede reponer la proteína que falta. El tratamiento consiste en infusiones intravenosas (venoclisis) semanales de dicha proteína.
En personas con enfisema grave se puede realizar, en la parte superior del pulmón, una intervención quirúrgica denominada reducción del volumen pulmonar. El objetivo es mejorar la capacidad para el ejercicio y la calidad de vida. En esta operación, se extirpan las partes más afectadas de los pulmones, permitiendo así que la parte de los pulmones restante y el diafragma funcionen mejor. La mejora puede durar al menos varios años. Las personas deben abstenerse de fumar durante, por lo menos, 6 meses antes de la intervención quirúrgica. Las personas afectadas deben someterse a un intenso programa de rehabilitación para determinar si la funcionalidad general puede mejorar significativamente sin cirugía antes de realizar esta operación.
En un tipo diferente de procedimiento, las válvulas se pueden colocar dentro de partes de las vías respiratorias para bloquearlas (llamadas válvulas endobronquiales). Estas válvulas permiten que el aire atrapado salga de los pulmones. Esta operación solo ayuda a determinadas personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica previamente seleccionadas. El médico utiliza un tubo de visualización flexible para colocar estas válvulas.
El trasplante pulmonar de uno o ambos pulmones se lleva a cabo en personas, por lo general, con edades inferiores a los 65 años y que tienen una obstrucción respiratoria grave. El objetivo del trasplante de pulmón es mejorar la calidad de vida, porque no está garantizado que aumente el tiempo de supervivencia. Se requiere inmunosupresión de por vida, por lo que las personas queden expuestas al riesgo de infección.
Pronóstico y cuestiones relacionadas con el final de la vida para la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en sí misma no es causa de muerte o de síntomas graves si la persona deja de fumar cuando la obstrucción del flujo aéreo es aún leve. La persistencia del hábito tabáquico, sin embargo, conlleva casi con certeza al empeoramiento de los síntomas. Con obstrucción moderada y grave, el pronóstico empeora progresivamente.
Las personas en fases avanzadas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica suelen precisar atención considerable tanto a nivel médico como para el desarrollo de sus actividades cotidianas. Pueden, por ejemplo, organizarse y vivir en una sola planta, comer menores cantidades de comida más veces al día en lugar de comer más cantidad en una única ingesta, o utilizar calzado cómodo que no precise de cordones.
La muerte puede sobrevenir por fallo respiratorio, cáncer de pulmón, cardiopatías (por ejemplo, fallo cardíaco o arritmias), neumonía, neumotórax u obstrucción del flujo arterial a los pulmones (embolia pulmonar).
La personas en la fase terminal de la enfermedad que sufren una recidiva necesitan una sonda respiratoria y ventilación mecánica. La duración de la ventilación mecánica puede ser prolongada y algunos pacientes se vuelven dependientes de la ventilación asistida hasta su muerte. Es importante que el paciente decida junto con su médico y sus seres queridos, si desea o no este tipo de terapia de apoyo, y hacerlo antes de que se produzca una recidiva de la enfermedad.
Una alternativa a esta terapia de apoyo son los tratamientos dirigidos al bienestar y no a la prolongación de la vida. La mejor manera de asegurarse del cumplimiento de los deseos de un enfermo terminal en cuanto a la prolongación de la ventilación asistida consiste en redactar unas voluntades anticipadas y designar un apoderado para cuidados médicos.
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
COPD Foundation (Fundación para la EPOC): Incluye información sobre el diagnóstico y el tratamiento de la EPOC y herramientas para apoyar a las personas con EPOC y a sus cuidadores
American Lung Association: Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD) (Asociación Estadounidense de Neumología: enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica [EPOC]): incluye información sobre los factores de riesgo de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el diagnóstico y el tratamiento, además de herramientas para ayudar a dejar de fumar y vivir con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)