Clamidias y otras infecciones no gonocócicas

PorSheldon R. Morris, MD, MPH, University of California San Diego
Revisado/Modificado feb 2023
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Datos clave

Las infecciones por clamidias son aquellas infecciones de transmisión sexual producidas por las bacterias Chlamydia trachomatis que afectan a la uretra, al cuello uterino o al recto. Estas bacterias también pueden infectar las membranas que cubren el blanco de los ojos (conjuntiva) y la garganta. Otras bacterias como Ureaplasma o los Mycoplasma también producen infecciones uretrales.

  • Los síntomas incluyen secreción vaginal o peneana, dolor o micción más frecuente.

  • En las mujeres, cuando la infección no produce síntomas o no se trata, puede provocar infertilidad, y un mayor riesgo de embarazo ectópico.

  • Las pruebas de ADN realizadas a partir de una muestra de las secreciones o de la orina permiten detectar la infección por clamidias.

  • Los antibióticos curan la infección, pero las parejas sexuales deben recibir tratamiento de forma simultánea.

  • El uso de preservativos durante las relaciones sexuales genitales puede ayudar a prevenir la transmisión de estas infecciones de una persona a otra.

(Véase también Introducción a las infecciones de transmisión sexual.)

Varias bacterias, incluyendo Chlamydia trachomatis (clamidias), Ureaplasma y Mycoplasma, causan enfermedades similares, todas ellas parecidas a la gonorrea. Los laboratorios pueden identificar clamidias, pero tienen dificultades para identificar las otras bacterias, por lo que a veces se denominan infecciones no gonocócicas.

La infección por clamidias es la infección de transmisión sexual más frecuente. En Estados Unidos se comunicaron más de 1,5 millones de casos en 2020. La infección frecuentemente no causa síntomas, por lo que el número de personas realmente infectadas podría duplicar al número de personas con infección por clamidias diagnosticada.

Las infecciones por clamidias y por gonorrea causan síntomas similares. Ambas pueden causar infecciones uretrales (uretritis) en hombres y, en mujeres, infecciones del cuello del útero (cervicitis) o enfermedad inflamatoria pélvica (véase también Infecciones por clamidias y micoplasmas).

Algunas veces, personas de ambos sexos pueden padecer gonorrea y una infección por clamidias de forma simultánea.

Síntomas de la clamidia

En los hombres los síntomas de la uretritis por clamidias comienzan entre 7 y 28 días después de contraer la infección mediante el acto sexual. De modo característico, se tiene sensación leve de ardor en la uretra al orinar, que puede estar acompañada de una secreción peneana clara o turbia. La secreción suele ser menos espesa que la de la gonorrea. Puede haber solo una pequeña cantidad de secreción y síntomas leves. Sin embargo, se observa que a primera hora de la mañana la abertura del pene suele estar enrojecida y cerrada por secreciones secas. En ocasiones, los síntomas son más evidentes, con una necesidad frecuente de orinar, dolor al orinar y secreción de pus por la uretra.

Muchas mujeres con infección del cuello uterino por clamidias pueden tener pocos o ningún síntoma. Pero otras sienten a menudo una necesidad imperiosa de orinar, dolor durante la micción y secreción de pus amarillento por la vagina. Las relaciones sexuales pueden ser dolorosas.

Si el recto se ve afectado por la infección, habrá dolor rectal o hipersensibilidad, además de una secreción amarillenta de pus y mucosidad por el recto.

La infección por clamidia también se puede transmitir durante el sexo oral, causando la infección de la garganta. La infección de la garganta por clamidias no suele provocar síntomas.

Sin tratamiento, los síntomas disminuyen en 4 semanas en aproximadamente dos tercios de las personas. Sin embargo, las infecciones por clamidia pueden tener graves consecuencias a largo plazo para las mujeres, incluso cuando los síntomas que presentan son leves o ausentes. Por lo tanto, la detección y el tratamiento de la infección son importantes, incluso si los síntomas están ausentes.

¿Sabías que...?

  • En Estados Unidos, la clamidia es la infección de transmisión sexual reportada con mayor frecuencia.

Complicaciones

En mujeres, las complicaciones de la infección por clamidias incluyen

  • Cicatrización de las trompas de Falopio

  • Infección de las trompas de Falopio (salpingitis)

  • Infección de la membrana que recubre la pelvis y la cavidad abdominal (peritonitis)

  • Infección de la zona que rodea al hígado

La infección puede extenderse por el aparato reproductor e infectar el útero, los conductos que conectan los ovarios con el útero. (trompas de Falopio) y, a veces, el área alrededor de los ovarios. En algunas mujeres, la infección se extiende hacia el recubrimiento de la pelvis y de la cavidad abdominal (peritoneo), lo que provoca peritonitis. Estas infecciones se denominan enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y causan dolor intenso en la parte baja del abdomen y, a veces, fiebre. A veces la infección se concentra en la zona alrededor del hígado, en la parte superior derecha del abdomen, causando dolor, fiebre y vómitos (llamado síndrome de Fitz-Hugh-Curtis).

Las posibles complicaciones de la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen infección grave en todo el cuerpo (sepsis), dolor abdominal crónico y cicatrización de las trompas de Falopio. Las cicatrices pueden causar infertilidad y embarazos ectópicos.

En hombres, las complicaciones de la infección por clamidias incluyen

  • Infección del epidídimo (epididimitis)

  • Estrechamiento (estenosis) de la uretra

Las infecciones por clamidias pueden provocar una infección del epidídimo (epididimitis). El epidídimo es el conducto en forma de espiral que se observa en la parte superior de cada testículo (véase la figura Trayectoria desde el pene al epidídimo). Esta infección causa una hinchazón dolorosa en el escroto en uno o en ambos lados. La infección puede provocar un estrechamiento del paso de la orina a través del pene (uretra) debido a la cicatrización.

En todas las personas, las complicaciones de la clamidia pueden incluir

  • Infección de la membrana que cubre la esclerótica (conjuntivitis)

  • Artritis reactiva

En ocasiones, las infecciones genitales por clamidias causan una inflamación de las articulaciones conocida como artritis reactiva. En la mayoría de los casos, la artritis reactiva afecta solo una o algunas articulaciones al mismo tiempo. Las rodillas y otras articulaciones de las piernas son las que suelen resultar afectadas con mayor frecuencia. Se cree que la inflamación se debe más a una reacción inmunitaria a la infección genital que a la propagación de la infección a las articulaciones. Los síntomas comienzan, de modo característico, de 1 a 3 semanas después de la infección. La artritis reactiva a veces causa otros problemas, tales como alteraciones en la piel de los pies, problemas oculares o inflamación de la uretra.

En los recién nacidos, las complicaciones de las infecciones por clamidias son

  • Conjuntivitis

  • Neumonía

Los recién nacidos pueden resultar infectados por Chlamydia durante el parto si su madre presenta una infección del cuello uterino por clamidias. En los recién nacidos, la infección puede provocar neumonía (neumonía neonatal) o conjuntivitis (conjuntivitis neonatal).

Trayectoria desde el pene al epidídimo

A veces, en los hombres, estos microorganismos se propagan por la uretra y se desplazan a través de los conductos por los que fluyen los espermatozoides desde los testículos (conductos deferentes) hasta infectar al epidídimo (en la parte superior de un testículo).

Diagnóstico de la clamidia

  • Por regla general, análisis de una muestra de la secreción del cuello uterino, vagina, pene, garganta o recto o una muestra de orina

Los médicos sospechan infecciones por clamidias, ureaplasmas y micoplasmas basándose en los síntomas, como una secreción del pene o del cuello uterino, o en factores de riesgo, como la edad o la actividad sexual de alto riesgo.

En la mayoría de los casos, las infecciones por clamidias se diagnostican realizando pruebas que detectan el material genético exclusivo de la bacteria (ADN). Por lo general, se emplea una muestra de la secreción del pene o del cuello uterino. Algunas veces se le pide a la mujer que obtenga una muestra de su vagina empleando una torunda. Para algunos tipos de prueba se puede utilizar una muestra de orina. Si se dispone de una muestra de orina, se puede evitar al paciente la molestia de introducir una torunda en el pene o de realizar una exploración pélvica para obtener la muestra.

Si se sospecha una infección en la garganta o en el recto, se pueden analizar muestras de estas zonas.

La gonorrea, que suele cursar al mismo tiempo, también se diagnostica con la misma muestra. También se pueden realizar análisis de sangre para comprobar si hay una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o sífilis.

Cribado de la clamidia

Dado que la clamidia es tan común y que muchas mujeres infectadas no presentan síntomas, se recomiendan pruebas para detectar la presencia de clamidia en ciertas personas sexualmente activas.

Si se recomienda el cribado, se realiza incluso si la persona usa condones de forma sistemática. Las pruebas se realizan con muestras tomadas del recto, la uretra o, si se practica sexo oral, de la garganta.

Las mujeres se someten a pruebas de cribado anualmente si son sexualmente activas y menores de 25 años o si tienen 25 años o más, son sexualmente activas y presentan uno o más de uno de los factores de riesgo siguientes:

  • Una enfermedad de transmisión sexual (ETS) anterior

  • Actividades sexuales de riesgo (como tener una nueva pareja sexual o múltiples parejas sexuales, usar condones de manera irregular cuando no se está en una relación mutuamente monógama o participar en trabajos sexuales)

  • Haber estado encarceladas

  • Tienen una pareja que participa en actividades sexuales de riesgo o que sufre una infección de transmisión sexual

Las mujeres embarazadas se someten a pruebas de cribado durante su primera visita prenatal y de nuevo durante el tercer trimestre si presentan un riesgo elevado.

En el caso de los hombres que mantienen relaciones sexuales con mujeres no se realiza un cribado de forma rutinaria, si bien está a disposición de la persona que lo solicita y, a menudo, se ofrece a todos los pacientes en clínicas para adolescentes, clínicas para enfermedades de transmisión sexual y correccionales.

A los hombres que mantienen relaciones homosexuales se les realizan pruebas de detección sistemática:

  • Si son sexualmente activos: por lo menos una vez al año

  • Si presentan un riesgo mayor (personas con infección por VIH, múltiples parejas sexuales o una pareja que tiene múltiples parejas): cada 3 a 6 meses

A las personas transgénero y con diversidad de género se les realiza un cribado si son sexualmente activas y en función de sus prácticas sexuales y su anatomía. Por ejemplo, todas las personas con cuello uterino menores de 25 años se someten a pruebas de cribado anualmente. Si tienen 25 años o más, las personas con cuello uterino deben someterse a pruebas de cribado anuales si presentan un mayor riesgo. La prueba de frotis rectal se realiza en personas transgénero y con diversidad de género según los comportamientos sexuales y la exposición.

Tratamiento de la clamidia

  • Un antibiótico

  • Tratamiento simultáneo de parejas sexuales

Las infecciones provocadas por clamidias, ureaplasmas y micoplasmas se tratan con uno de los siguientes antibióticos:

  • Una sola dosis de azitromicina por vía oral

  • Doxiciclina, eritromicina, levofloxacino u ofloxacino, por vía oral durante 7 días

Si existe posibilidad de gonorrea, se trata al mismo tiempo, por lo general con un antibiótico administrado en forma de inyección. Este tratamiento es necesario porque los síntomas de las dos infecciones son similares y es frecuente sufrir ambas infecciones al mismo tiempo.

Los síntomas pueden persistir o volver por una de las razones siguientes:

  • Otras infecciones que también están presentes pueden estar causando los síntomas.

  • Las personas pueden haberse infectado de nuevo.

  • Las clamidias pueden ser resistentes a los antibióticos.

En estos casos, se repiten las pruebas de detección de la infección por clamidias y la gonorrea, y a veces se hacen pruebas adicionales para detectar otras posibles infecciones.

Las personas infectadas y sus parejas sexuales deben abstenerse de mantener relaciones sexuales hasta al menos 1 semana después de haber completado el tratamiento.

Parejas sexuales

Todas las parejas sexuales que hayan mantenido contacto sexual en los últimos 60 días con un paciente infectado deberán someterse a pruebas para detectar la clamidia y otras infecciones de transmisión sexual y, en caso de que los resultados sean positivos, recibir tratamiento. Si en las parejas sexuales ha habido exposición a la clamidia en las 2 últimas semanas, debe administrarse tratamiento sin esperar a los resultados de las pruebas.

La terapia acelerada de pareja es una opción que los médicos utilizan a veces para facilitar el tratamiento de las parejas sexuales. Este enfoque implica dar a las personas con gonorrea una receta o medicamentos para dárselos a su pareja. Por lo tanto, la pareja sexual recibe tratamiento, incluso si aún no ha acudido al médico. De todos modos, acudir al médico es siempre la mejor opción, ya que de este modo este puede verificar si existen alergias a los medicamentos y la presencia de otras posibles infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, si resulta poco probable que la pareja sexual consulte a un médico, la terapia acelerada de pareja resulta de utilidad.

Prevención de la clamidia

Las siguientes medidas generales pueden ayudar a prevenir las infecciones por clamidias (y otras infecciones de transmisión sexual [ITS]):

  • Prácticas sexuales más seguras, incluyendo el uso de un condón siempre que se practique sexo oral, anal o genital

  • Disminución del riesgo de exposición a las infecciones de transmisión sexual al reducir el número de parejas sexuales, no tener parejas sexuales de alto riesgo (personas con muchas parejas sexuales o que no practican relaciones sexuales más seguras) o practicar la monogamia o la abstinencia mutua

  • Rápido diagnóstico y tratamiento de la infección (para evitar contagiar a otras personas)

  • Identificación de los contactos sexuales con personas infectadas, seguida por el asesoramiento o el tratamiento de estos contactos

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. Centers for Disease Control and Prevention: Chlamydia

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