Retrasar la necesidad de ingresar en un centro de atención y cuidados a largo plazo

La idea de ingresar en un centro de atención a largo plazo, sobre todo una residencia geriátrica, no es agradable para la mayoría de las personas. Los problemas siguientes son razones comunes para entrar en un centro de cuidados a largo plazo. Sin embargo, a veces los problemas pueden resolverse, y la necesidad de acudir a un centro de cuidados a largo plazo pueden retrasarse o evitarse.

Incontinencia urinaria: puede ser difícil cuidar en casa a personas con incontinencia urinaria. Sin embargo, la incontinencia urinaria puede ser causada por un trastorno tratable, y el tratamiento de dicho trastorno puede curar la incontinencia. Las personas con incontinencia urinaria, sus familiares o sus cuidadores deben hablar con un médico para determinar si es posible tratar el trastorno.

Problemas con las actividades diarias: ciertos dispositivos pueden ayudar a mejorar la funcionalidad de la persona. Un terapeuta físico u ocupacional o una enfermera a domicilio pueden observar a la persona en cuestión en el ámbito de su hogar y, a veces, ayudar a elegir y aprender a usar los dispositivos adecuados que les permitan seguir actuando de manera segura en el hogar.

Demencia: el cuidado de las personas con demencia es difícil y frustrante. Sin embargo, los miembros de la familia pueden aprender formas de lidiar con el comportamiento frustrante o perjudicial de la persona de edad avanzada. Por ejemplo, para minimizar las complicaciones de la deambulación, los miembros de la familia pueden poner a la persona afectada un brazalete de identificación, o comprar o alquilar un dispositivo de vigilancia. Aprender más acerca de cómo cuidar a las personas con demencia puede retrasar la necesidad de ingreso en un centro de atención a largo plazo.

Agotamiento del cuidador: los miembros de la familia fuertemente motivados pueden, por lo general, proporcionar una atención adecuada y esmerada. Sin embargo, proporcionar estos cuidados puede acarrear un desgaste físico y emocional. Hablar con los profesionales de la salud puede ayudarles y proporcionarles información sobre los grupos de apoyo de cuidado y sobre los grupos que proporcionan cuidado temporal (respiro).

Problemas financieros: la gente puede contratar un seguro de cuidados a largo plazo que cubra la atención en el hogar. Estos cuidados normalmente implican la ayuda con los cuidados personales, como bañarse, asearse y comer. Este seguro puede permitir en algunos casos retrasar el ingreso del paciente en un centro de atención a largo plazo.