La inducción del trabajo de parto es la estimulación de las contracciones uterinas antes del inicio del trabajo de parto espontáneo para lograr un parto vaginal.
Indicaciones de inducción del trabajo de parto
La inducción del trabajo de parto puede ser
Con indicación médica (p. ej., por preeclampsia o compromiso fetal)
Electiva (controlar cuándo se realiza la entrega)
Antes de la inducción electiva, se debe determinar la edad gestacional. En general se evita la inducción electiva a las 39 semanas de edad gestacional debido a la falta de evidencias a favor de un beneficio perinatal y a la preocupación por una mayor frecuencia de cesáreas y otros resultados adversos. Esta práctica puede estar cambiando, en parte porque un estudio de 2018 mostró que la inducción de mujeres de bajo riesgo a las 39 semanas redujo la frecuencia de partos por cesárea (pero no los resultados adversos perinatales) en comparación con el manejo expectante (1).
Las contraindicaciones a la inducción incluyen tener o haber tenido lo siguiente:
Incisión uterina a través del fondo uterino (p. ej., debido a una cesárea o una miomectomía)
Miomectomía que implica el ingreso en la cavidad uterina
Cesárea clásica (vertical) previa en la porción muscular más gruesa del útero
Cirugía materno-fetal abierta (p. ej., el cierre de mielomeningocele)
Herpes genital activo
Presentación fetal anormal (p. ej., situación transversa, presentación del cordón umbilical, ciertos tipos de desproporción fetopelviana)
La presencia de cicatrices uterinas múltiples y una presentación de nalgas o podálica son contraindicaciones relativas.
Referencias de las indicaciones
1. Grobman WA, Rice MM, Uma M. Reddy UM, et al: Labor induction versus expectant management in low-risk nulliparous women. N Engl J Med 379 (6):513–523, 2018. doi: 10.1056/NEJMoa1800566
Técnica para la inducción del trabajo de parto
Si el cuello está cerrado, largo y duro (desfavorable), el objetivo es provocar la apertura y hacer que se borre (favorable). Pueden usarse varios métodos farmacológicos y mecánicos. Incluyen
Misoprostol 25 mcg por vía vaginal cada 2 a 4 horas o 25 a 50 mcg por vía oral cada 2 horas
Prostaglandina E2 por vía intracervical (0,5 mg) o en forma de pesario intravaginal (10 mg [las prostaglandinas están contraindicadas en mujeres con cesáreas previas o cirugías uterinas porque estos agentes aumentan el riesgo de rotura uterina]).
Oxitocina en dosis bajas o altas
Uso de laminarias y de catéteres con balón transcervicales, que pueden ser útiles cuando otros métodos son ineficaces o existen contraindicaciones
Dilatación mecánica con una sonda de Foley (es decir, de látex de doble luz) más misoprostol u oxitocina (1)
Una vez que el cuello es favorable, se induce el trabajo de parto.
Una infusión continua de oxitocina IV es el método más comúnmente usado; es seguro y efectivo en relación con los costos. Se administran bajas dosis de oxitocina, 0,5 o 2 miliunidades/min, aumentadas a razón de 1 o 2 miliunidades/min, en general cada 15 a 60 min. También pueden administrarse altas dosis de oxitocina, 6 miliunidades/min, aumentadas a razón de 1 a 6 miliunidades/min cada 15 a 40 min hasta un máximo de 40 miliunidades/min. Con dosis > 40 miliunidades/min, el exceso de retención de agua puede producir una intoxicación hídrica. El uso de oxitocina debe ser supervisado para evitar la taquisistolia uterina (> 5 contracciones en 10 min promediados de 30 min), que puede comprometer al feto.
La monitorización fetal externa se realiza en forma sistematica; después de la amniotomía (rotura deliberada de membranas), puede estar indicada la monitorización interna si el estado fetal no puede evaluarse externamente. La amniotomía puede realizarse para acelerar el trabajo de parto cuando la cabeza está apoyada en un cuello favorable y no puede rechazarse (no está móvil).
Referencia sobre la técnica
1. Levine LD, Downes KL, Elovitz MA, et al: Mechanical and pharmacologic methods of labor induction: A randomized controlled trial. Obstet Gynecol 128 (6):1357–1364, 2016.