Fiebre amarilla

PorThomas M. Yuill, PhD, University of Wisconsin-Madison
Revisado/Modificado jun 2023
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Datos clave

La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que se produce principalmente en los trópicos.

  • La fiebre amarilla se produce solo en las zonas tropicales de África Central, el sur de Panamá y América del Sur.

  • Algunas personas con fiebre amarilla no presentan síntomas o presentan síntomas leves; otras, sin embargo, presentan síntomas más graves, como piel amarilla (ictericia), fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y sangrado.

  • Los médicos diagnostican la fiebre amarilla cultivando el virus, realizando análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus o utilizando técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para ayudar a identificar el material genético del virus.

  • El tratamiento es principalmente de apoyo e incluye medicamentos para tratar o prevenir el sangrado.

  • Se dispone de una vacuna para las personas que residen en países endémicos y para los viajeros a zonas donde la fiebre amarilla es común, pero también es importante evitar las picaduras de mosquitos.

La fiebre amarilla está causada por un flavivirus que transmiten los mosquitos.

La fiebre amarilla es una de las infecciones virales más fáciles de reconocer y con mayor importancia histórica, pues en el pasado se produjeron grandes epidemias de fiebre amarilla que causaron decenas de miles de muertos. Antaño, la enfermedad era frecuente en las zonas templadas y tropicales de todo el planeta, pero hoy solo ocurre en las áreas tropicales de África Central, sur de Panamá y América del Sur. La infección es más común durante los meses cálidos, húmedos y lluviosos en América del sur y durante los finales de las estaciones lluviosas y los inicios de las estaciones secas en África.

Síntomas de la fiebre amarilla

Algunas personas infectadas no presentan síntomas. Otras sufren síntomas leves, y en algunas la enfermedad adquiere un carácter grave, potencialmente mortal.

Los síntomas de la fiebre amarilla suelen aparecer de 3 a 6 días después de sufrir la picadura de un mosquito infectado. Los primeros síntomas son cefalea, mareos, dolores musculares, escalofríos y fiebre leve, que comienzan de repente. También son frecuentes las náuseas, los vómitos, el estreñimiento, la fatiga extrema y la irritabilidad. La cara está enrojecida.

Todos estos síntomas desaparecen al cabo de unos días. Algunas personas se recuperan, pero otras desarrollan fiebre alta, náuseas, vómitos y dolor generalizado y grave en pocas horas o días después de la remisión de los síntomas iniciales. La piel adquiere una coloración amarilla (ictericia), debido a la infección del hígado. A menudo hay hemorragia por la nariz, la boca y el tracto gastrointestinal. Las personas afectadas pueden vomitar sangre. También pueden sentir confusión y apatía.

Algunas personas sufren delirios. Tienen una presión arterial muy baja (choque). La infección grave causa convulsiones y disfunción de varios órganos y puede producirse coma; 30-60% de las personas con hemorragia grave y fiebre mueren.

Diagnóstico de la fiebre amarilla

  • Cultivo o análisis de sangre

Los médicos sospechan la fiebre amarilla cuando las personas que viven en un área donde la infección es frecuente presentan los síntomas característicos.

La fiebre amarilla se diagnostica realizando un cultivo del virus o detectando anticuerpos contra el virus en la sangre. O la técnica de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) puede utilizarse para hacer muchas copias del material genético del virus. Estas técnicas facilitan a los médicos la identificación del virus de forma rápida y precisa.

Tratamiento de la fiebre amarilla

  • Tratamiento sintomático

El tratamiento de la fiebre amarilla consiste en medidas de apoyo, incluyendo fármacos para tratar o prevenir la hemorragia, como las inyecciones de vitamina K (que puede ayudar a la coagulación de la sangre).

No existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla.

Prevención de la fiebre amarilla

La prevención de la fiebre amarilla consiste en

  • Evitar las picaduras de mosquitos

  • Vacunación

  • Aislamiento

Evitar las picaduras de mosquito es clave para la prevención. Las personas que viven en zonas (o las visitan) donde la fiebre amarilla es frecuente pueden

  • Aplicarse repelente de insectos DEET (dietiltoluamida) en la piel.

  • Usar mosquiteras.

  • Vestir camisas de manga larga y pantalones largos.

  • Permanecer en lugares que tengan aire acondicionado o en los que se disponga de mosquiteras en puertas y ventanas para impedir el paso de los insectos.

  • Tratar la ropa con el insecticida permetrina (no lo aplique directamente sobre la piel).

Para los niños, se recomiendan las siguientes precauciones:

  • No utilizar repelentes de insectos en bebés de menos de 2 meses de edad.

  • No utilizar productos que contengan aceite de eucalipto de limón (para-mentano-diol) en niños menores de 3 años de edad.

  • Para los niños de más edad, los adultos deben rociar repelente en sus propias manos y luego aplicarlo a la piel de los niños.

  • Vestir a los niños con ropa que cubra brazos y piernas, o cubrir la cuna, silla de paseo o cochecito de bebé con una mosquitera.

  • No aplicar el repelente de insectos en las manos, los ojos, la boca, o las zonas irritadas o con heridas de los niños.

Está disponible una vacuna que tiene un 95% de efectividad en la prevención de la fiebre amarilla. Una sola dosis de vacuna puede proporcionar inmunidad de por vida contra la fiebre amarilla. Las personas deben recibir la vacuna al menos 10 días antes de viajar a un país con fiebre amarilla endémica. En Estados Unidos, la vacuna se administra solamente en clínicas de vacunación contra la fiebre amarilla autorizadas por el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos. Sin embargo, hay muchos centros de este tipo (véase CDC: Yellow Fever Vaccination Clinics).

Muchos países solo requieren la vacunación de los viajeros que llegan de áreas afectadas por la fiebre amarilla. Si se visita una zona donde la fiebre amarilla es frecuente, debe recibirse la vacuna correspondiente.

La muerte de los monos por fiebre amarilla indica a menudo que se producen brotes en la jungla, con riesgo de contagio a los seres humanos. Las personas no vacunadas de estas regiones deben evacuar la zona hasta que se vacunen. La vacunación inmediata de la población con fiebre amarilla masiva se utiliza para controlar un brote de fiebre amarilla en curso a través de la inmunización.

La vacuna no se administra a

  • Mujeres embarazadas

  • Bebés de menos de 6 meses de edad

  • Personas con un sistema inmunitario debilitado (como los enfermos de sida)

Si se sospecha o se diagnostica la infección, las personas afectadas permanecen aisladas en habitaciones protegidas por mosquiteras y rociadas con insecticidas para evitar una mayor propagación del virus por los mosquitos.

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