El estado hiperglucémico hiperosmolar es una complicación de la diabetes mellitus que más a menudo se produce en la diabetes tipo 2.
Los síntomas del estado hiperglucémico hiperosmolar incluyen la deshidratación extrema y la confusión.
El estado hiperglucémico hiperosmolar se diagnostica mediante análisis de sangre, que muestra niveles muy altos de glucosa, sodio en la sangre y de otras sustancias.
El tratamiento consiste en la administración de líquidos por vía intravenosa e insulina.
Las complicaciones incluyen coma, convulsiones y muerte.
(Véase también Diabetes mellitus.)
Existen dos tipos de diabetes mellitus: tipo 1 y tipo 2. En la diabetes tipo 1, el cuerpo casi no produce nada de insulina, una hormona producida por el páncreas que ayuda al azúcar (glucosa) a pasar de la sangre a las células. En la diabetes tipo 2, el cuerpo produce insulina, pero las células no responden normalmente a la insulina. En ambos tipos de diabetes, el nivel de azúcar (glucosa) en la sangre está elevado.
Si las personas con diabetes tipo 1 no reciben insulina, o si necesitan más insulina de la que reciben debido a una enfermedad, las células grasas comienzan a descomponerse para proporcionar energía. Las células grasas que se descomponen producen unas sustancias llamadas cetonas. Las cetonas no solo proporcionan algo de energía a las células, sino que también acidifican mucho la sangre (cetoacidosis). La cetoacidosis diabética es un trastorno peligroso que a veces puede suponer un peligro para la vida.
Dado que en la diabetes de tipo 2 se produce algo de insulina, no suele desarrollarse cetoacidosis, ni siquiera si no se recibe tratamiento durante mucho tiempo. Sin embargo, con el estado hiperglucémico hiperosmolar, la concentración de glucosa en sangre aumenta de forma considerable (incluso hasta más de 1000 miligramos por decilitro [mg/dL] o 55,5 milimoles por litro [mmol/L] de sangre). Estos niveles tan altos de glucosa en la sangre hacen que la persona produzca grandes cantidades de orina, lo que finalmente provoca deshidratación grave. Las concentraciones sanguíneas de sodio y otras sustancias también aumentan, haciendo que la sangre de la persona esté anormalmente concentrada (hiperosmolar). Por esta razón, el trastorno se llama estado hiperosmolar hiperglucémico.
Causas del estado hiperglucémico hiperosmolar
El estado hiperosmolar hiperglucémico puede ocurrir por dos razones principales
Las personas dejan de tomar los medicamentos para la diabetes
Una infección u otra enfermedad provoca un estrés en el cuerpo
Además, ciertos medicamentos, como los corticosteroides, pueden elevar las concentraciones de glucosa en sangre y causar un estado hiperglucémico hiperosmolar. Los medicamentos como los diuréticos, que a menudo se toman para tratar la presión arterial alta, pueden empeorar la deshidratación y desencadenar un estado hiperglucémico hiperosmolar.
Síntomas del estado hiperglucémico hiperosmolar
Los principales síntomas del estado hiperglucémico hiperosmolar son alteraciones mentales. Esta alteración varía desde una leve confusión y desorientación hasta la somnolencia y el coma. Algunas personas sufren convulsiones y/o parálisis parcial temporal, en un cuadro parecido al de un accidente cerebrovascular. Hasta el 20% de las personas mueren. Otros síntomas que pueden preceder al cambio en el estado mental incluyen micción frecuente y sed extrema.
Diagnóstico del estado hiperglucémico hiperosmolar
Análisis de sangre para medir el nivel de glucosa en sangre
Los médicos sospechan un diagnóstico de estado hiperglucémico hiperosmolar cuando una persona que ha mostrado recientemente síntomas de confusión presenta también un nivel de glucosa muy elevado en sangre. El diagnóstico se confirma mediante análisis de sangre adicionales, que muestran una concentración muy alta de la sangre y bajas cetonas o acidez en sangre.
Tratamiento del estado hiperosmolar hiperglucémico
Administración intravenosa de líquidos y electrólitos.
Insulina de administración intravenosa
El estado hiperosmolar hiperglucémico se trata de manera muy similar a la cetoacidosis diabética. Es necesario reponer líquidos y electrólitos por vía intravenosa. La insulina suele administrarse por vía intravenosa para que actúe con rapidez y para poder ajustar la dosis con frecuencia. La glucemia debe volver de forma gradual a la normalidad a fin de evitar los cambios bruscos de líquido en el cerebro. La glucemia se controla con más facilidad que en la cetoacidosis diabética y los problemas de acidez en la sangre no son graves.