Marcapasos

PorL. Brent Mitchell, MD, Libin Cardiovascular Institute of Alberta, University of Calgary
Revisado/Modificado sept 2024
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    Existen muchas causas de los ritmos cardíacos anormales (arritmias). Algunas arritmias son inofensivas y no requieren tratamiento. A veces las arritmias cesan por sí solas o con cambios en el estilo de vida, como al evitar el alcohol, la cafeína (en bebidas y alimentos) y el tabaco. Otras arritmias son peligrosas o lo suficientemente molestas como para necesitar tratamiento. Los marcapasos son un tipo de tratamiento. Entre otros tratamientos para las arritmias se encuentra la inserción de un desfibrilador-cardioversor implantable (DCI), la desfibrilación-cardioversión, el uso de fármacos antiarrítmicos o la destrucción de una pequeña área de tejido cardíaco responsable de la arritmia (ablación).

    Los marcapasos son dispositivos electrónicos que actúan en lugar del marcapasos natural del corazón, el nódulo sinoauricular. Estos dispositivos se implantan quirúrgicamente debajo de la piel, en general por debajo de la clavícula izquierda o de la derecha. Se conectan al corazón por medio de cables que se introducen por una vena. Las puntas de los cables se implantan en la pared de la cavidad cardíaca. El marcapasos envía una señal eléctrica que hace que el músculo cardíaco se contraiga. A veces solo se coloca un cable, por lo general en el ventrículo derecho. Otros marcapasos utilizan 2 o más cables para poder estimular diferentes cavidades. Los marcapasos suelen detectar la frecuencia y el ritmo cardíacos de la persona y envían una señal de estimulación solo cuando es necesario. La mayoría de los marcapasos son programables desde el exterior del cuerpo para que los médicos puedan cambiar su respuesta.

    Los diseños de baterías y circuitos de baja energía permiten que los marcapasos funcionen entre 10 y 15 años.

    Algunas personas pueden ser candidatas para la implantación de marcapasos sin cables. Con este tipo de marcapasos, no se necesitan cables para conectar el marcapasos al corazón. Los médicos practican una pequeña incisión en la ingle y usan un catéter para insertar el marcapasos directamente en la cavidad inferior derecha del corazón (el ventrículo derecho).

    Casi no existe riesgo de interferencia entre los marcapasos y los teléfonos móviles, sistemas de encendido de automóviles, radares, microondas y detectores de seguridad de los aeropuertos. Pero algunos aparatos aún interfieren con los marcapasos. Ejemplos de ello son los dispositivos de electrocauterización que permiten detener el sangrado durante una cirugía, la diatermia (terapia física que utiliza ondas de radio para aplicar calor a los músculos) y, a veces, la resonancia magnética nuclear (RMN). No obstante, la RMN puede ser inocua con ciertos tipos de marcapasos, según cómo se hayan construido.

    Mantener el ritmo: marcapasos

    Los marcapasos son dispositivos electrónicos que reemplazan el nódulo sinusal (nódulo sinoauricular). Generan impulsos eléctricos que dan lugar a cada latido. Constan de una batería, un generador de impulsos y de cables que conectan el marcapasos al corazón.

    La implantación de un marcapasos se realiza quirúrgicamente. Después de administrar un anestésico local para adormecer la zona de inserción, los cables, que se conectan al marcapasos, se suelen insertar en una vena cercana a la clavícula y se empujan hacia el corazón. Mediante una pequeña incisión, el generador de impulsos, que tiene un diámetro de unos 4 cm, se inserta exactamente debajo de la piel cercana a la clavícula y se conecta a los cables. La incisión se cierra con una sutura. Por lo general, el procedimiento dura entre 30 y 60 minutos. El paciente puede estar en condiciones de irse a casa poco tiempo después o permanecer durante un periodo breve en el hospital. Las baterías de un marcapasos suelen durar entre 10 y 15 años. Aunque deben revisarse de forma periódica. La sustitución de la batería es un procedimiento rápido.

    Existen distintos tipos de marcapasos. Algunos de ellos toman el control de la frecuencia cardíaca, de manera que se anulan los impulsos eléctricos generados por el corazón. Otros, denominados marcapasos a demanda, permiten que el corazón lata de forma natural a menos que se salte un latido o comience a latir a un ritmo anormal. En cambio otros, llamados marcapasos programables, pueden hacer ambas cosas. Algunos marcapasos ajustan su frecuencia de acuerdo a la actividad del usuario, aumentando la frecuencia cardíaca durante el ejercicio y disminuyéndola durante el reposo.

    Los marcapasos se utilizan sobre todo para tratar las bradiarritmias. Cuando el corazón se ralentiza más allá de un determinado límite establecido, el marcapasos comienza a generar impulsos eléctricos. Con menor frecuencia, se emplean para tratar taquiarritmias mediante una serie de impulsos que disminuyen la frecuencia cardíaca, convirtiendo así la taquiarritmia en un ritmo normal.

    Los marcapasos también se usan en la terapia de resincronización cardíaca (TRC). En algunas personas con trastornos del corazón, ninguna de las cuatro cavidades cardíacas sigue la secuencia normal y ordenada de las contracciones. Los marcapasos especiales con tres conductores, uno para mantener el ritmo de la aurícula derecha, otro para el ventrículo derecho y otro para el ventrículo izquierdo, pueden restaurar la secuencia normal de las contracciones y mejorar el resultado en algunos casos de insuficiencia cardíaca.

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