Trastorno de ansiedad social

PorJohn W. Barnhill, MD, New York-Presbyterian Hospital
Revisado/Modificado ago 2023
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El trastorno de ansiedad social se caracteriza por el miedo o la ansiedad ante ciertas situaciones o actuaciones sociales. La persona afectada a menudo evita estas situaciones, o bien las vive con mucha angustia.

El ser humano es un animal social, y su capacidad para relacionarse sin problemas en diferentes situaciones sociales influye en aspectos importantes de su vida como la familia, la educación, el trabajo, el ocio y las relaciones sociales y de pareja.

El trastorno de ansiedad social es un trastorno en el que ciertas situaciones u objetos provocan miedo y ansiedad en las personas afectadas, lo que da lugar a su evitación. El miedo y la ansiedad son desproporcionados respecto a la amenaza real.

Aunque es normal sentir cierta ansiedad social, las personas que tienen fobia social experimentan ansiedad en tal grado que tratan de evitar dichas situaciones o las enfrentan con gran malestar. Aproximadamente el 13% de las personas presentan una ansiedad social en algún momento de su vida. El trastorno afecta aproximadamente al 9% de las mujeres y al 7% de los hombres cada año.

Algunos adultos con trastorno de ansiedad social eran tímidos cuando eran niños, mientras que otros no desarrollaron síntomas significativos de ansiedad hasta después de la pubertad.

Las personas con trastorno de ansiedad social experimentan preocupación por la posibilidad de que sus comportamientos o actuaciones en público puedan ser considerados inapropiados. A menudo les preocupa que su ansiedad resulte evidente (que lleguen a sudar, ruborizarse, vomitar, temblar o se les quiebre la voz). También les preocupa poder perder el hilo de su pensamiento o no ser capaces de encontrar las palabras adecuadas para expresarse.

Algunas ansiedades sociales están ligadas a situaciones públicas específicas, por lo que la ansiedad aparece únicamente cuando la persona debe realizar un tipo concreto de actividad en público. La misma actividad desarrollada de forma solitaria no provoca ansiedad. Las situaciones que suelen desencadenar ansiedad entre las personas con trastorno de ansiedad social son las siguientes:

  • Hablar en público

  • Realizar una actividad en público, como leer un texto en la iglesia o tocar un instrumento musical

  • Comer en público

  • Conocer nuevas personas

  • Mantener una conversación

  • Firmar un documento ante testigos

  • Usar un lavabo o baño públicos

Algunas personas tienen síntomas de ansiedad social en una o algunas situaciones específicas, mientras que otras los experimentan en una gama más amplia de entornos. En cualquiera de los dos tipos de ansiedad social, la persona teme que si su actuación no está a la altura de las expectativas o es juzgada en interacciones sociales, esto le provoque vergüenza, humillación o rechazo por parte de otras personas, o incluso que pueda ofender a alguien.

Las personas afectadas pueden ser conscientes o no de que sus miedos son excesivos.

Diagnóstico de trastorno de ansiedad social

  • Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico

Los médicos diagnostican el trastorno de ansiedad social cuando la persona afectada presenta miedo o ansiedad que comporta todos los factores siguientes:

  • Es intenso y ha estado presente durante 6 meses o más

  • Se refiere a una o más situaciones sociales

  • Casi siempre se presenta ante la misma situación o situaciones

  • Implica miedo a una evaluación negativa por parte de otras personas

  • Conduce a la persona a evitar la situación o a soportarla de forma incómoda

  • Se trata de miedo o ansiedad desproporcionados respecto al peligro real

  • Provocan un malestar significativo a la persona afectada o perjudican notablemente su funcionamiento

Además, los médicos deben descartar otros trastornos de salud mental que pueden causar síntomas similares, tales como agorafobia, trastorno de angustia, o trastorno dismórfico corporal.

Tratamiento de trastorno de ansiedad social

  • Terapia de exposición

  • Terapia cognitivo-conductual

  • Antidepresivos, por lo general inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina

Al igual que otros trastornos de ansiedad, el trastorno de ansiedad social varía en gravedad con el tiempo. La ansiedad social tiende a persistir si no se trata, provocando conductas de evitación de actividades que, de no padecer dicho trastorno, la persona desearía realizar. Muchas personas con ansiedad social nunca buscan tratamiento, sino que desarrollan sus propias estrategias para controlarla. Por ejemplo, podrían evitar situaciones sociales, "automedicarse" con alcohol o marihuana o simplemente cumplir incómodamente con sus obligaciones sociales. Sin embargo, existen opciones de tratamiento eficaces para el trastorno de ansiedad social.

La terapia de exposición es habitualmente efectiva. No obstante, puede ser difícil conseguir que la exposición dure lo suficiente para permitir que el paciente se habitúe y llegue a estar cómodo en esa situación. Por ejemplo, en el caso de una persona que tiene miedo a hablar delante de su jefe, es probable que sea difícil organizar una serie de sesiones con la presencia de este. Las situaciones de sustitución pueden ayudar, como unirse a un grupo comunitario que ayuda a hablar en público o leer un libro a los residentes de un asilo de ancianos.

También puede ser útil la terapia cognitivo-conductual. Con esta terapia, las personas aprenden a hacer lo siguiente:

  • Uso de técnicas de relajación

  • Identificar patrones de pensamiento y comportamiento que pueden desencadenar ansiedad o pánico

  • Ajustar esos patrones de pensamiento

  • Modificar su comportamiento en consecuencia

Los antidepresivos, como los ISRS y las benzodiazepinas (medicamentos ansiolíticos) a menudo pueden ayudar a las personas con ansiedad social. Suele preferirse el uso de ISRS, ya que, a diferencia de las benzodiazepinas, es improbable que interfieran con la terapia cognitivo-conductual. Las benzodiazepinas afectan el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) y pueden causar somnolencia y problemas de memoria.

Los betabloqueantes pueden utilizarse para reducir la frecuencia cardíaca, la sudoración y el temblor experimentados en las situaciones públicas que generan ansiedad, pero estos fármacos no reducen la ansiedad en sí misma.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. National Institute of Mental Health, Social Anxiety Disorder: (Instituto nacional de salud mental, Trastorno de ansiedad social): información general sobre muchos aspectos del trastorno de ansiedad social, incluyendo las estadísticas de prevalencia

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