Los trastornos relacionados con traumas y factores estresantes son consecuencia de una exposición a un acontecimiento traumático o estresante. Los trastornos específicos consisten en el trastorno por estrés postraumático (TEPT), el trastorno de estrés agudo, y los trastornos de adaptación. Estos trastornos causan síntomas similares, pero difieren en el tiempo que duran.
Los trastornos relacionados con traumas y factores estresantes se desarrollan después de un evento traumático. Comparten muchas características, incluidas la disforia (malestar general o insatisfacción), la irritabilidad, la disociación (desconexión de algunos aspectos del funcionamiento mental del propio sentido de uno mismo sin conciencia consciente), el consumo de sustancias o el insomnio. Difieren en la gravedad y duración de los síntomas.
El trastorno por estrés postraumático dura más de 1 mes. Puede desarrollarse como continuación de un trastorno por estrés agudo o bien desarrollarse por separado hasta 6 meses después del evento.
El trastorno por estrés agudo suele empezar inmediatamente después del acontecimiento traumático y dura entre 3 días y 1 mes.
Los trastornos de adaptación son reacciones a acontecimientos estresantes que pueden ser hitos comunes del desarrollo (por ejemplo, convertirse en padres) o acontecimientos más perturbadores de duración variable (por ejemplo, perder un trabajo, cuidar a un miembro de la familia con discapacidad o sufrir un revés romántico) que causan angustia desproporcionada al acontecimiento estresante y conducen a dificultades en el funcionamiento cotidiano. Los trastornos de adaptación tienden a desarrollarse poco después del acontecimiento estresante y persisten menos de 6 meses; sin embargo, los síntomas del trastorno de adaptación pueden persistir indefinidamente si hay estrés persistente (como una enfermedad continua de un miembro de la familia o el desempleo crónico).
Aunque la depresión y la ansiedad suelen ser prominentes en personas con trastornos relacionados con traumas y factores estresantes, a menudo presentan una amplia variedad de síntomas que pueden no parecer estar relacionados con el evento traumático de manera obvia. Por ejemplo, la persona afectada puede actuar de forma agresiva, ser incapaz de experimentar placer y/o sentirse inquieta, descontenta, enojada, adormecida o desconectada de sí misma o de los demás.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
National Institutes of Mental Health, Trauma: (Instituto nacional de salud mental, Trauma): información general sobre la naturaleza del trauma, incluyendo formas saludables de sobrellevarlo, teléfonos de ayuda (líneas de crisis) y programas educativos
