Enfermedad hemolítica del recién nacido

(Eritroblastosis fetal; Eritroblastosis neonatal; Incompatibilidad de Rh)

PorAndrew W. Walter, MS, MD, Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University
Revisado/Modificado nov 2022
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La enfermedad hemolítica del recién nacido es una enfermedad en la que los glóbulos rojos son destruidos por los anticuerpos de la madre. La hemólisis es la degradación de los glóbulos rojos o eritrocitos.

  • Este trastorno se puede producir si la sangre de la madre es incompatible con la de su feto.

  • El diagnóstico se basa en los análisis de sangre de la madre y, a veces, los del padre.

  • A veces, a la madre se le administra inmunoglobulina durante el embarazo para ayudar a prevenir este trastorno en el recién nacido.

  • El tratamiento puede consistir en transfusiones de sangre para el feto antes del parto y para el recién nacido después del parto.

Contienen hemoglobina, la proteína que confiere a la sangre su color rojo característico y que le permite transportar oxígeno desde los pulmones hacia todos los tejidos del organismo. Las células utilizan oxígeno para ayudar a producir a partir de los alimentos la energía que el cuerpo necesita, dejando el dióxido de carbono como producto de desecho. El producto de desecho de este proceso es el dióxido de carbono, que los glóbulos rojos (eritrocitos) transportan desde los distintos tejidos hacia los pulmones. Cuando el número de glóbulos rojos es demasiado bajo, la sangre transporta menos oxígeno, lo que causa cansancio y debilidad.

La enfermedad hemolítica del recién nacido puede dar lugar a niveles elevados de bilirrubina en la sangre (hiperbilirrubinemia), un recuento bajo de glóbulos rojos (véase anemia en el recién nacido) y, en muy pocos casos, en las formas más graves, la muerte. La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce durante la degradación normal de los glóbulos rojos sanguíneos.

Incompatibilidad de Rh

El factor Rh es una molécula en la superficie de los glóbulos rojos de algunas personas. Una persona tiene sangre Rh positiva si sus glóbulos rojos tienen el factor Rh. La sangre es Rh negativa si los glóbulos rojos de una persona no tienen el factor Rh. La mayoría de las personas son Rh positivas.

Cuando un bebé tiene células sanguíneas Rh-positivas y la madre tiene células saguíneas Rh-negativas, los dos presentan incompatibilidad de Rh. Como resultado, el sistema inmunitario de una madre Rh-negativa puede reconocer los glóbulos rojos del feto Rh-positivo como "extraños" y producir anticuerpos contra el factor Rh de los glóbulos rojos del feto. Este proceso se denomina sensibilización Rh.

Cuando una madre tiene anticuerpos Rh, pueden pasar de su sangre a través de la placenta a la sangre del feto antes del parto. Si el feto es Rh positivo, los anticuerpos Rh de la madre pueden adherirse y destruir (causar hemólisis) los glóbulos rojos del feto. La rápida degradación de los glóbulos rojos comienza mientras el feto está en el útero y continúa después del parto. Esta degradación puede causar anemia.

Una madre Rh negativa puede producir anticuerpos Rh si está expuesta a glóbulos rojos Rh positivos. La forma más frecuente en que las mujeres se exponen a la sangre Rh-positiva es cuando tienen un feto Rh-positivo. Durante el parto, las madres están expuestas a la mayor cantidad de sangre del feto, por lo que es el momento en que se produce la mayor sensibilización Rh. Así, en la mayoría de los casos, la enfermedad hemolítica sucede a un feto cuya madre fue sensibilizada durante un embarazo anterior.

Las madres también pueden estar expuestas a sangre Rh positiva antes en el embarazo; por ejemplo, durante un aborto espontáneo o un aborto electivo, durante una prueba de diagnóstico fetal (como una amniocentesis o una biopsia de vellosidades coriónicas), si sufren una lesión en el abdomen o si la placenta se separa demasiado pronto (desprendimiento de placenta). En ese caso, estos anticuerpos afectan al mismo feto más adelante durante ese embarazo.

La exposición también puede tener lugar fuera del embarazo, por ejemplo si la madre recibió una transfusión de sangre Rh-positiva en cualquier momento anterior de su vida. Una vez que la madre se ha expuesto y ha desarrollado anticuerpos, la probabilidad de que ocurran problemas aumenta en cada embarazo posterior en el que la sangre del feto sea Rh positiva.

Incompatibilidad ABO

A veces otras incompatibilidades de grupo sanguíneo producen una enfermedad similar a la hemolítica (aunque más leves). Por ejemplo, si la madre tiene sangre del tipo O y la sangre del feto es del tipo A o B, el cuerpo de la madre produce entonces anticuerpos anti-A o anti-B que pueden atravesar la placenta en gran número, unirse a los glóbulos rojos fetales y causar su degradación (hemólisis), dando lugar a una anemia leve y una hiperbilirrubinemia. Este tipo de incompatibilidad se llama incompatibilidad ABO.

La incompatibilidad ABO conduce, por lo general, a una anemia menos grave que la causada por una incompatibilidad de Rh y, a diferencia de esta última, suele ser menos grave con cada embarazo subsiguiente.

Síntomas de la enfermedad hemolítica del recién nacido

Después del parto, los recién nacidos que sufren enfermedad hemolítica pueden estar hinchados, pálidos o con una coloración amarillenta (una condición llamada ictericia) o pueden presentar un hígado o un bazo aumentados de tamaño, anemia o acumulaciones de líquido en el organismo.

Diagnóstico de enfermedad hemolítica del recién nacido

  • Análisis de sangre de la madre y, a veces, del feto durante el embarazo

  • A veces, análisis de sangre del padre y del recién nacido

En su primera visita al médico durante un embarazo, la madre se somete a un análisis de sangre para determinar si es Rh positiva o Rh negativa.

Si la madre tiene sangre Rh-negativa y da positivo en las pruebas para los anticuerpos anti-Rh o da positivo en las pruebas para otro anticuerpo que puede causar la enfermedad hemolítica del recién nacido, se comprueba la sangre del padre. La sensibilización Rh es un riesgo si el padre tiene sangre Rh positiva y, por lo tanto, el bebé también puede ser Rh positivo. En estas situaciones, a la madre se le realizan análisis de sangre periódicos durante el embarazo para detectar anticuerpos Rh.

No es necesario hacer nada más siempre y cuando no se detecten anticuerpos. Si se detectan anticuerpos, se realizan análisis de sangre especiales a la madre y al feto durante el embarazo y el recién nacido se analiza después del nacimiento.

Prevención de la enfermedad hemolítica del recién nacido

  • Inyección de inmunoglobulina durante el embarazo y después del parto

Para evitar que las mujeres Rh-negativas desarrollen anticuerpos contra los glóbulos rojos de su feto, se les administra una inyección de un preparado de inmunoglobulina Rho(D) cerca de las 28 semanas de embarazo y de nuevo dentro de las 72 horas posteriores al parto. También se les administra una inyección después de cualquier episodio de sangrado vaginal durante el embarazo y después de una amniocentesis o una muestra de vellosidades coriónicas. La inmunoglobulina Rh0(D) recubre rápidamente todos los glóbulos rojos fetales Rh-positivos que han entrado en la circulación de la madre, por lo que no son reconocidos como "extranjeros" por el sistema inmunitario materno y, por lo tanto, no desencadenan la formación de anticuerpos anti-Rh. Este tratamiento por lo general evita que se desarrolle la enfermedad hemolítica del recién nacido.

Tratamiento de la enfermedad hemolítica del recién nacido

  • Antes del parto, a veces transfusiones de sangre para el feto

  • Después del parto, a veces más transfusiones

  • Tratamiento de la ictericia si está presente

Si al feto se le diagnostica anemia, se le puede realizar transfusiones de sangre antes del nacimiento. Se le pueden realizar transfusiones hasta que haya madurado y pueda nacer sin peligro. Antes del parto, a la madre se le pueden administrar corticoesteroides para contribuir a la maduración de los pulmones del feto y prepararle para un parto prematuro en caso necesario. Después del parto, el recién nacido puede necesitar más transfusiones.

La anemia grave causada por la enfermedad hemolítica del recién nacido se trata del mismo modo que cualquier otra anemia (véase Tratamiento de la anemia en el recién nacido).

Los médicos también controlan la presencia de ictericia en el recién nacido. La aparición de ictericia es probable porque la rápida descomposición de glóbulos rojos produce una gran cantidad de bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento amarillo, y su concentración excesiva (hiperbilirrubinemia) produce en la piel del recién nacido un aspecto amarillento.

Si el nivel de bilirrubina es demasiado alto, puede dañar al bebé. Los niveles elevados de bilirrubina en el recién nacido se pueden tratar exponiéndole a luces brillantes especiales (fototerapia o "luces bili") o, en algunos casos, practicándole una exanguinotransfusión. Los niveles muy altos de bilirrubina en la sangre ocasionan daño cerebral (kernícterus, encefalopatía bilirrubínica o ictericia nuclear), a menos que se tomen las medidas mencionadas.

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