Órganos genitales internos femeninos

PorJessica E. McLaughlin, MD, Medical University of South Carolina
Revisado/Modificado abr 2022 | Modificado ago 2023
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    Los órganos genitales internos conforman una especie de trayecto (el tracto genital) que consta de las siguientes estructuras:

    • La vagina (parte del canal del parto), donde se deposita el esperma y a través de la cual sale el feto

    • El cuello uterino (la parte inferior del útero), por donde entran los espermatozoides y que se abre (se dilata) cuando una mujer embarazada está lista para dar a luz

    • El útero, donde se desarrolla el embrión y se convierte en feto

    • Las trompas de Falopio (oviductos), donde los espermatozoides pueden fecundar un óvulo después de viajar a través del cuello uterino y el útero

    • Los ovarios, que producen y liberan óvulos

    Los espermatozoides pueden recorrer todo el tracto genital en dirección ascendente, y los óvulos pueden hacerlo en sentido contrario.

    Anatomía reproductiva femenina interna

    El himen es un anillo de tejido situado justo dentro de la abertura de la vagina (véase la figura Órganos genitales femeninos externos). El himen suele rodear la abertura. Con muy poca frecuencia, cubre completamente la abertura (lo que se denomina himen imperforado), imposibilitando el paso de la sangre menstrual. En tales casos, se realiza un procedimiento para abrir el himen. El himen puede desgarrarse en el primer intento de relación sexual, o puede ser blando y flexible y no desgarrarse. El himen también puede rasgarse con algún esfuerzo o por la inserción de un tampón o un diafragma. Por lo general, el desgarro causa un leve sangrado. Cuando el himen se desgarra, puede pasar desapercibido o puede formar pequeñas placas de tejido alrededor de la abertura vaginal.

    Vagina

    La vagina es un tubo blando y elástico de tejido muscular de entre 10 y 12,5 cm de longitud en una mujer adulta. Conecta los órganos genitales externos con el útero. La parte superior de la vagina es más ancha y rodea el cuello uterino (la parte inferior del útero). A través de la vagina se introducen algunos tipos de anticonceptivos (como un diafragma o un anillo vaginal) o medicamentos.

    La vagina desempeña un papel central en la actividad sexual y la reproducción. Es el paso para lo siguiente:

    • Espermatozoides hasta el óvulo y hasta el útero y las trompas de Falopio

    • Sangrado menstrual o un bebé al exterior.

    El tejido vaginal es blando, por lo que sus paredes se pueden separar para ser examinadas por un médico, mantener relaciones sexuales o durante el parto. Después de la menopausia, la vagina se vuelve menos elástica porque se reducen las concentraciones de estrógenos. Este cambio puede causar dolor.

    La vagina está revestida por una membrana mucosa que se mantiene húmeda gracias a los líquidos producidos por las células que la recubren y a las secreciones de las glándulas localizadas en el cuello uterino. Una pequeña parte de estos líquidos puede salir al exterior en forma de secreción o flujo vaginal transparente o de color blanco lechoso, que es normal. Durante los años de fertilidad, el revestimiento mucoso de la vagina tiene pliegues y arrugas, pero antes de la pubertad y después de la menopausia el revestimiento es liso.

    Útero y cuello uterino

    El útero es un órgano muscular grueso con forma de pera localizado en el centro de la pelvis, detrás de la vejiga y delante del recto. Se encuentra sujeto por varios ligamentos que lo mantienen en su posición. La principal función del útero consiste en contener el feto en desarrollo.

    El útero está formado por:

    • El cuello uterino (cérvix)

    • El cuerpo principal (corpus)

    El cuello uterino, parte inferior del útero, sobresale por el extremo superior de la vagina. Durante una exploración pélvica, el médico puede examinar el cuello uterino utilizando un espéculo (un instrumento de metal o plástico que separa las paredes de la vagina). Al igual que la vagina, el cuello uterino está revestido por una membrana mucosa.

    El esperma y la sangre menstrual entran y salen, respectivamente, a través de un canal existente en el cuello uterino (canal cervical). Aunque por lo general el canal cervical es estrecho, durante el parto se ensancha para permitir la salida del niño.

    El cuello uterino suele ser una buena barrera contra las bacterias. Sin embargo, las bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual pueden penetrar en el útero a través del cuello uterino durante las relaciones sexuales.

    El canal del cuello uterino está revestido por células y glándulas que segretan mucosidad. Esta mucosidad es espesa y los espermatozoides no pueden atravesarla hasta justo antes de la ovulación. En la ovulación, el moco se vuelve transparente y elástico (porque la concentración de estrógenos aumenta). Como resultado, los espermatozoides se mueven por el moco hasta dentro del útero y penetran en las trompas de Falopio, donde puede producirse la fertilización.

    Casi todos los embarazos resultan de un coito realizado durante los 3 días anteriores a la ovulación. Sin embargo, a veces los embarazos se deben a un coito que se ha realizado hasta 6 días antes de la ovulación o durante los 3 días siguientes a la ovulación. En algunas mujeres, el tiempo entre el periodo menstrual y la ovulación varía de un mes a otro. Por lo tanto, el embarazo puede producirse en diferentes momentos del ciclo menstrual.

    El cuerpo del útero, que está formado por tejido muscular, se estira para acomodar al feto en desarrollo. Sus paredes musculares se contraen durante el parto para empujar al niño a través del cuello uterino y la vagina. Durante los años de fertilidad, el cuerpo uterino dobla en longitud al cuello uterino. Después de la menopausia, el útero y el cuello uterino tienen aproximadamente la misma longitud.

    Como parte del ciclo reproductivo de la mujer (que normalmente dura alrededor de 1 mes), el revestimiento interno del cuerpo uterino (endometrio) aumenta de espesor. Si no se produce un embarazo durante ese ciclo, la mayor parte del endometrio se desprende y tiene lugar una hemorragia, que constituye el periodo menstrual.

    ¿Sabías que...?

    • Las niñas nacen con más de un millón de óvulos, pero solo se liberan unos 400 en los ciclos menstruales a lo largo de la vida.

    • Tras el nacimiento, no se forman más óvulos.

    ¿Cuántos óvulos?

    Las niñas nacen con óvulos (oocitos) en sus ovarios. Hacia el quinto mes de embarazo, los ovarios de un feto femenino contienen alrededor de 7 millones de ovocitos. La mayoría de estos oocitos desaparecen, y en el momento del nacimiento quedan entre 1 y 2 millones. Después ya no se forman más oocitos. En la pubertad solo quedan alrededor de 300 000 oocitos, más de los necesarios para toda la vida fértil.

    Solo un pequeño porcentaje de ellos se convierten en óvulos. Los miles de oocitos que no maduran, degeneran. La degeneración avanza más rápido en los 10 a 15 años previos a la menopausia, y todos han desaparecido al sobrevenir la menopausia. (La menopausia se define como 1 año después del último período menstrual.)

    Solo se liberan alrededor de 400 oocitos durante la vida reproductiva de la mujer, por lo general uno en cada ciclo menstrual. Hasta su liberación, cada óvulo permanece inactivo en su folículo, en suspenso en medio de una división celular. De este modo, el óvulo es una de las células del organismo con una vida más larga.

    Como el óvulo inactivo no puede repararse como hacen normalmente las células, la posibilidad de que surjan problemas aumenta a medida que la mujer envejece. En consecuencia, es más probable que ocurra una anomalía cromosómica o genética cuando la mujer concibe a una edad avanzada.

    Trompas de Falopio

    Las dos trompas uterinas (trompas de Falopio), que tienen una longitud aproximada de 10 a 13 cm, se extienden desde los bordes superiores del útero hasta los ovarios. Las trompas no se conectan directamente a los ovarios. En cambio, el extremo de cada tubo se ensancha en forma de embudo con extensiones en forma de dedo (fimbrias). Cuando un óvulo se libera del ovario, las fimbrias lo guían hacia el orificio de la trompa correspondiente.

    El interior de las trompas uterinas está revestido por unas pequeñas proyecciones similares a pelos (cilios). Los cilios y los músculos de la pared de la trompa impulsan al óvulo en sentido descendente hacia el útero. La trompa de Falopio es el lugar habitual de fertilización del óvulo por el espermatozoide. Tras la fecundación, el óvulo fecundado entra en el útero y se implanta allí.

    Ovarios

    Los ovarios generalmente son de color perlado, forma oblonga y del tamaño de una nuez. Están unidos al útero mediante ligamentos. Además de producir hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) y algunas hormonas masculinas, los ovarios producen y liberan óvulos. Los oocitos en desarrollo se hallan en unas cavidades llenas de líquido (folículos) en la pared de los ovarios. Cada folículo contiene un oocito.

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