Edad y salud: delirio

El delirio es más frecuente en las personas mayores. Es un motivo frecuente por el que los familiares de los ancianos buscan ayuda médica u hospitalaria. Del 15 al 50% de las personas mayores experimentan delirio en algún momento durante un ingreso hospitalario.

Causas

En ellos, el delirio puede aparecer por cualquier trastorno que provoque delirio en los jóvenes, pero también puede surgir por otros trastornos menos graves, como por ejemplo:

Ciertos cambios relacionados con la edad hacen que las personas ancianas sean más propensas a desarrollar delirio. Estos cambios son

  • Un aumento de la sensibilidad a los medicamentos o a las drogas recreativas

  • Alteraciones cerebrales

  • La presencia de afecciones que aumentan el riesgo de delirio

Fármacos: las personas mayores son mucho más sensibles a numerosos fármacos y drogas recreativas. En los ancianos, la causa más frecuente de delirio son los fármacos que afectan el funcionamiento del cerebro, como los sedantes. Sin embargo, también pueden causarlo fármacos que normalmente no afectan el funcionamiento cerebral, entre los que se incluyen muchos de venta sin receta, sobre todo antihistamínicos. Los mayores son mucho más sensibles a los efectos anticolinérgicos que tienen muchos de estos fármacos. Uno de estos efectos es la confusión.

Alteraciones encefálicas relacionadas con la edad: el delirio es más frecuente en las personas mayores, en parte porque algunos cambios en el cerebro relacionados con la edad los hace más susceptibles. Por ejemplo, los mayores suelen tener un menor número de neuronas y niveles más bajos de acetilcolina, una sustancia que hace que las neuronas se comuniquen entre sí. Cualquier tipo de estrés (por un fármaco, enfermedad o situación) que reduzca más el nivel de acetilcolina dificulta el funcionamiento cerebral. Por lo tanto, en los mayores es muy probable que el estrés provoque delirio.

Otras enfermedades: los ancianos también son más propensos a desarrollar otros trastornos que los hacen más susceptibles al delirio, como por ejemplo:

  • Accidente cerebrovascular (ictus)

  • Demencia

  • Enfermedad de Parkinson

  • Otros trastornos que causan degeneración nerviosa

  • Uso de tres o más fármacos

  • Deshidratación

  • Desnutrición

  • Inmovilidad

El delirio suele ser el primer signo de otro trastorno, a veces grave. Por ejemplo, el primer síntoma que presentan las personas mayores con COVID-19 puede ser delirio, en ocasiones sin otros síntomas de COVID-19.

Síntomas

El delirio tiende a durar más tiempo en los mayores.

Es complicado reconocer la confusión, que es el síntoma más evidente, en las personas mayores. Los jóvenes con delirio pueden mostrarse agitados, pero los muy ancianos tienden a callarse y retraerse. En tales casos, aún es más difícil reconocer el delirio.

Tener delirio también aumenta el riesgo de que las personas mayores con COVID-19 deban permanecer en una unidad de cuidados intensivos (UCI), o bien ir a un centro de rehabilitación después de ser dados de alta del hospital o incluso morir.

La aparición de un comportamiento psicótico en edades avanzadas suele indicar delirio o demencia. La psicosis provocada por un trastorno psiquiátrico casi nunca aparece durante la vejez.

Los mayores son más propensos a presentar demencia, hecho que dificulta aún más la identificación del delirio. Ambos causan confusión. Se intenta distinguirlos determinando la rapidez de instauración de la confusión, y cuál era la función mental previa. También se formulan preguntas que evalúan diversos aspectos del pensamiento (examen del estado mental). Por lo general se consideran con delirio, hasta que se demuestre lo contrario, aquellos cuya función mental empeora de repente, aunque presenten demencia. El hecho de sufrir demencia aumenta el riesgo de desarrollar delirio, y algunas personas presentan ambas enfermedades.

Tratamiento

Generalmente, el delirio y la hospitalización que conlleva pueden provocar muchos más problemas, como desnutrición, deshidratación y úlceras de decúbito. Estos problemas pueden tener consecuencias graves en las personas mayores. Así, los mayores se benefician del tratamiento realizado por un equipo interdisciplinario, compuesto por médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal de enfermería y trabajadores sociales.

Prevención

Para ayudar a prevenir el delirio en una persona mayor hospitalizada, los familiares pueden solicitar la colaboración del personal del hospital en los aspectos siguientes:

  • Animando al paciente a moverse con regularidad

  • Colocando un reloj y un calendario en la habitación

  • Minimizando las interrupciones y los ruidos durante la noche

  • Asegurándose de que la persona come y bebe lo suficiente

Los familiares pueden visitar y hablar con el afectado para así mantenerle orientado. Los afectados por delirio pueden tener miedo, y una voz conocida de un familiar tendrá un efecto calmante.

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