Las infecciones meningocócicas están causadas por la bacteria Neisseria meningitidis (meningococo) e incluyen la meningitis y la sepsis.
La infección se disemina por contacto directo con secreciones nasales y de garganta.
Habitualmente las personas se sienten enfermas y presentan otros síntomas, a menudo graves, dependiendo de la zona infectada.
La identificación de bacterias en sangre o en una muestra del tejido infectado confirma el diagnóstico.
Se deben administrar, tan pronto como sea posible, antibióticos y líquidos por vía intravenosa.
La vacunación contribuye a evitar las infecciones meningocócicas.
La mayoría de las infecciones meningocócicas son
Meningitis: infección de los tejidos que recubren el encéfalo y la médula espinal (meninges).
Sepsis: infección del torrente sanguíneo (denominada meningococcemia cuando está causada por meningococos)
Se pueden producir infecciones de los pulmones, las articulaciones, los ojos, el corazón, el recto y los órganos del sistema reproductor y urinario, pero son menos frecuentes.
En los climas templados, la mayoría de las infecciones meningocócicas se presentan durante el invierno y la primavera. Se dan brotes locales, con mayor frecuencia en el África Subsahariana, entre Senegal y Etiopía. Esta zona, que comprende 26 países, se conoce como cinturón de la meningitis.
Los meningococos residen en la garganta y la nariz de algunas personas sin llegar a causar síntomas; A estas personas se las conoce como portadoras. Las personas suelen convertirse en portadoras después de los brotes. Sin embargo, la infección generalmente se produce más en personas que no han estado expuestas previamente a meningococos que en personas portadoras. La infección se disemina por contacto directo con secreciones nasales y de garganta de una persona infectada (incluidos los portadores).
Las personas infectadas con mayor frecuencia son
Niños entre 6 meses y 3 años de edad (véase también Meningitis en niños)
Tales infecciones también son más frecuentes entre
Adolescentes y adultos jóvenes (de 16 a 20 años de edad)
Reclutas militares
Estudiantes universitarios de primer año que viven en residencias
Viajeros a lugares donde la enfermedad meningocócica es frecuente
Las personas con infección por VIH
Hombres que mantienen relaciones homosexuales
Personas cuyo bazo ha sido extirpado o dañado
Personas que no tienen suficientes proteínas del complemento, que apoyan el sistema inmunológico
Las personas que toman eculizumab o ravulizumab (medicamentos que bloquean un componente del sistema inmunitario llamado sistema del complemento)
Microbiólogos que trabajan con meningococos
Contactos cercanos de personas que sufren una infección meningocócica
Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de una infección meningocócica se encuentran contraer una infección vírica, vivir en una casa llena de gente, sufrir una enfermedad crónica y fumar o exponerse al humo de cigarrillos de otras personas (fumar pasivamente).
Los brotes de infección meningocócica son poco frecuentes en Estados Unidos y representan solo un pequeño porcentaje de los casos. Los brotes tienden a ocurrir entre las personas que pasan tiempo o habitan en recintos en los que se encuentran cerca de otras personas, por ejemplo, en residencias, escuelas o guarderías, y mayoritariamente afectan a personas de 16 a 23 años de edad.
Síntomas de las infecciones meningocócicas
La mayoría de las personas con una infección meningocócica se sienten muy enfermas.
La meningitis suele causar fiebre, dolor de cabeza, erupción de color rojo y rigidez en el cuello. También puede provocar náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz.
Los lactantes pueden presentar problemas de alimentación y llanto débil, además de poder mostrarse irritables y torpes.
© Springer Science + Business Media
Las infecciones del torrente sanguíneo causan erupciones caracterizadas por manchas rojas o púrpuras. Una infección grave puede causar sepsis, que se caracteriza por un descenso peligroso de la presión arterial (choque), tendencia a sangrar y disfunción (insuficiencia) de muchos órganos (como los riñones y el hígado).
© Springer Science + Business Media
Con muy poca frecuencia, la infección meningocócica causa una enfermedad crónica que provoca síntomas leves y recurrentes que afectan principalmente las articulaciones y la piel.
Diagnóstico de infecciones meningocócicas
Examen y cultivo de muestras de sangre u otros tejidos infectados, incluyendo líquido cefalorraquídeo obtenido por punción lumbar
A veces, técnica de reacción en cadena de la polimerasa
El médico sospecha una infección meningocócica en las personas que presenten síntomas característicos, especialmente si los síntomas aparecen durante un brote.
Para confirmar el diagnóstico, se toman muestras de sangre u otros tejidos infectados o se hace una punción lumbar para obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. Las muestras se examinan al microscopio para verificar la presencia de bacterias e identificarlas. Estas muestras se envían también al laboratorio, donde las bacterias pueden ser identificadas después de cultivarlas o bien se pueden llevar a cabo otras pruebas de laboratorio.
Si la bacteria es difícil de cultivar o los resultados de otras pruebas no son concluyentes, los médicos solicitan pruebas para identificar fragmentos del material genético de la bacteria. Las pruebas que detectan material genético en microorganismos se denominan pruebas basadas en ácidos nucleicos. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es un ejemplo de este tipo de examen. La técnica de PCR se realiza sobre muestras de líquido cefalorraquídeo, sangre u otros tejidos infectados. Se utiliza para producir muchas copias de un gen de la bacteria, lo que facilita su identificación.
A veces, los médicos realizan análisis de sangre para detectar anticuerpos contra las bacterias o contra la cápsula que las envuelve. Sin embargo, los resultados de estas pruebas todavía tienen que ser confirmados por el cultivo.
También se analizan las bacterias para determinar qué antibióticos son eficaces frente a ellas (prueba de sensibilidad).
Tratamiento de las infecciones meningocócicas
Antibióticos administrados por vía intravenosa
Sueros por vía intravenosa
Posiblemente corticoesteroides
Las personas infectadas ingresan en una unidad de cuidados intensivos y reciben antibióticos y líquidos por vía intravenosa tan pronto como sea posible, antes de que el médico obtenga el resultado de los cultivos que identifiquen al organismo causante de la infección.
Si se confirman los meningococos, el médico cambia los antibióticos por otros más eficaces contra las bacterias, por lo general ceftriaxona o penicilina. Estos antibióticos se administran por vía intravenosa.Si se confirman los meningococos, el médico cambia los antibióticos por otros más eficaces contra las bacterias, por lo general ceftriaxona o penicilina. Estos antibióticos se administran por vía intravenosa.
Los médicos administran corticoesteroides (como la dexametasona) a los niños y adultos sospechosos de padecer meningitis porque estos medicamentos pueden disminuir el daño neurológico causado por la infección. Sin embargo, si la meningitis está causada por Los médicos administran corticoesteroides (como la dexametasona) a los niños y adultos sospechosos de padecer meningitis porque estos medicamentos pueden disminuir el daño neurológico causado por la infección. Sin embargo, si la meningitis está causada porNeisseria meningitidis, los médicos generalmente pueden dejar de administrar corticoesteroides porque estos medicamentos solo parecen ayudar a las personas cuya meningitis está causada por Streptococcus pneumoniae o bien Haemophilus influenzae. Es posible que sea necesario continuar con los corticoesteroides en personas cuyas glándulas suprarrenales no producen suficiente cantidad del corticoesteroide.
Pronóstico de las infecciones meningocócicas
En general, la meningitis meningocócica es mortal en el 10 al 15% de las personas.
Las infecciones meningocócicas graves en el torrente sanguíneo con choque séptico son mortales hasta en el 40% de las personas.
Entre el 10 y el 20% de las personas que se recuperan de la meningitis meningocócica presentan complicaciones graves, como pérdida de audición permanente, discapacidad intelectual o complicaciones de las infecciones del torrente sanguíneo incluyen gangrena de los dedos de las manos o de los pies o gangrena de las extremidades, que puede requerir amputación.
Prevención de las infecciones meningocócicas
Después de exposición a la meningitis
Los familiares, el personal médico y cualquier persona que esté en estrecho contacto con pacientes afectados por infección meningocócica necesitan someterse a tratamiento preventivo con un antibiótico para prevenir el desarrollo de la infección. Los antibióticos pueden administrarse por vía oral o por inyección.
Vacunación
Para obtener más información, véase también Vacuna meningocócica y los calendarios de vacunación para niños y adolescentes y adultos de los Centers for Disease Control and Prevention (Centros para el control y la prevención de enfermedades [CDC por sus siglas en inglés]).
Durante un brote, la vacuna antimeningocócica se administra también (además de los antibióticos) a quienes estén en contacto o tengan una relación de proximidad con un afectado por una infección meningocócica.
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de estos recursos.
Visite los siguientes sitios web gubernamentales de los Estados Unidos para obtener información exhaustiva sobre múltiples temas, desde actualizaciones sobre brotes y factores de riesgo hasta materiales educativos y enlaces rápidos a temas relacionados:
Centers for Disease Control and Prevention (CDC): Meningococcal Disease