La filariasis linfática es una infección del sistema linfático causada por una de las tres especies de nematodos.
La persona afectada presenta fiebre, ganglios linfáticos inflamados, dolor en las extremidades y en la ingle y, si la infección se vuelve crónica, hinchazón que puede llegar a ser constante y desfigurativa.
La infección se diagnostica cuando los médicos identifican larvas de los gusanos (microfilarias) en una muestra de sangre.
El tratamiento que se suele utilizar es el fármaco dietilcarbamazina, que mata las larvas inmaduras en la sangre y algunos de los gusanos adultos.
(Véase también Introducción a las infecciones parasitarias e Introducción a las infecciones por filarias.)
La filariasis linfática es una infección por filarias que supone una causa frecuente de incapacidad permanente en todo el mundo. En 2018 hubo cerca de 51 millones de personas infectadas y el número total de personas desfiguradas por la enfermedad asciende a 40 millones.
En 2000, la Organización Mundial de la Salud puso en marcha su Global Program to Eliminate Lymphatic Filariasis (Programa mundial para eliminar la filariasis linfática). Como resultado, se ha logrado un progreso sustancial en la detención de la propagación de la infección a través de un tratamiento anual a gran escala de las personas elegibles en áreas donde está presente la infección. En 2020, más de 860 millones de personas vivían en zonas donde había suficiente infección para requerir este tratamiento anual.
La filariasis linfática está causada por
Wuchereria bancrofti: en las zonas tropicales y subtropicales de África, Asia, el Pacífico y América, incluyendo Haití.
Brugia malayi o Brugia timori: en el sur y el sudeste de Asia.
Transmisión de la filariasis linfática
La filariasis linfática se transmite cuando un mosquito infectado pica a una persona y deposita las larvas del gusano en la piel. Las larvas viajan hasta el sistema linfático, donde maduran. Los gusanos adultos pueden medir de 4 a 10 centímetros de largo. Los adultos producen millones de larvas del gusano (llamadas microfilarias) que circulan por el torrente sanguíneo y el sistema linfático. La infección se propaga cuando un mosquito pica a una persona infectada y luego pica a otra persona.
Síntomas de la filariasis linfática
Los síntomas de la filariasis linfática están causados por los gusanos adultos. Las microfilarias no causan síntomas y desaparecen gradualmente de la circulación sanguínea una vez que la persona abandona la zona afectada.
Infección temprana (aguda)
Al principio de la infección, la persona puede presentar síntomas durante 4 a 7 días. Pueden consistir en fiebre, ganglios linfáticos inflamados en las axilas y en la ingle y dolor en las extremidades y en la ingle. Se puede acumular pus en una pierna y desaguar en la superficie de la piel, dando como resultado una cicatriz.
La probabilidad de infecciones bacterianas cutáneas y de los tejidos subcutáneos aumenta porque el gusano obstruye los vasos linfáticos, haciendo que el sistema inmunitario sea menos capaz de defender a la piel y los tejidos adyacentes contra las bacterias.
A menudo, los síntomas remiten y después vuelven a aparecer. Los síntomas son más graves cuando la persona se expone a la infección por primera vez.
Infección crónica
Después de muchos años de infección, los vasos linfáticos bloqueados se dilatan. La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas. Pero en algunas personas, los vasos linfáticos dilatados causan una inflamación que gradualmente se convierte en permanente (crónica). Las piernas se ven afectadas con mayor frecuencia, pero también pueden verse afectados los brazos, las mamas y los genitales. Esta hinchazón (llamada linfedema) se desarrolla debido a que
Los gusanos adultos residen en el sistema linfático y reducen el flujo de líquido linfático procedente de los tejidos, provocando que el líquido retorne a los vasos linfáticos.
Los gusanos desencadenan una respuesta del sistema inmunitario que produce la inflamación y la hinchazón (edema).
El edema hace que la piel se esponje. La presión sobre la piel deja una huella que no desaparece de inmediato (llamada "edema con fóvea"). El edema crónico puede hacer que la piel se endurezca y se espese (elefantiasis). En los hombres, el escroto se puede inflamar. En los hombres, el escroto se puede hinchar.
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Las infecciones bacterianas y fúngicas de la piel son frecuentes en personas con filariasis linfática. Estas infecciones, junto con la inflamación causada por los gusanos, pueden causar dolor y malestar. Las infecciones también contribuyen al desarrollo de elefantiasis en las piernas y algunas veces en los brazos; en ocasiones también se produce una hinchazón masiva del escroto.
Algunas personas presentan dolor articular leve y sangre en la orina.
Con menos frecuencia, los pulmones se ven afectados por microfilarias del torrente sanguíneo, dando lugar a un trastorno llamado eosinofilia pulmonar tropical. Las personas afectadas pueden tener febrícula, sentir dificultad respiratoria, tos o sibilancias. Si la infección persiste, puede formarse tejido cicatricial (fibrosis) en los pulmones.
Diagnóstico de la filariasis linfática
Examen de una muestra de sangre
Análisis de sangre
Los médicos diagnostican la filariasis linfática cuando identifican microfilarias en una muestra de sangre o de biopsia de tejido linfático examinada al microscopio. Cuando se realiza una ecografía, se pueden visualizar los gusanos moviéndose en los vasos linfáticos ensanchados.
Se han desarrollado análisis de sangre que pueden identificar con rapidez signos de infección (como anticuerpos contra el gusano). (Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunitario para ayudar al organismo a defenderse de un ataque en concreto, incluyendo los ataques realizados por parásitos). Sin embargo, el valor de los análisis de sangre es limitado porque no pueden distinguir entre gusanos que causan filariasis linfática y algunos otros gusanos que no corresponden ni a infección antigua ni a infección actual.
Prevención de la filariasis linfática
La mejor protección contra la filariasis linfática para las personas consiste en reducir el número de picaduras de mosquitos haciendo lo siguiente:
Usar repelentes de insectos sobre la piel expuesta
Usar ropa impregnada con el insecticida permetrina
Vestir camisas de manga larga y pantalones largos
Usar una mosquitera sobre las camas
En las zonas donde la filariasis linfática es frecuente, los programas anuales de tratamiento en masa pueden ayudar a prevenir la propagación de la infección. Los programas de tratamiento suelen utilizar 2 o 3 medicamentos antiparasitarios, dependiendo de si hay otros gusanos parásitos en la zona. El tratamiento en masa reduce el número de microfilarias en la sangre de las personas infectadas y, de este modo, se evita la propagación de la infección por los mosquitos.
Tratamiento de la filariasis linfática
Dietilcarbamazina
Tratamiento de los efectos a largo plazo
Tratamiento de la infección aguda
Los primeros síntomas, breves, suelen remitir por sí mismos. No se sabe a ciencia cierta si el tratamiento previene o disminuye los efectos a largo plazo de la infección.
Tratamiento de la infección crónica
La filariasis linfática se trata habitualmente con dietilcarbamazina. Este fármaco se toma por vía oral durante 1 o 12 días. Mata las microfilarias y algunos gusanos adultos.
Antes de un tratamiento con dietilcarbamazina, los médicos descartan la presencia de loiasis y oncocercosis, porque la dietilcarbamazina puede tener efectos adversos graves en personas con estas infecciones.
Tratamiento de los efectos de la infección crónica
Los efectos de la infección crónica reciben tratamiento.
La hinchazón crónica requiere un cuidado concienzudo de la piel. Las personas afectadas deben tener cuidado de no dañar la piel y limpiar a fondo los pequeños cortes y raspaduras. Tales atenciones ayudan a prevenir las infecciones bacterianas. La hinchazón se puede reducir envolviendo vendas elásticas alrededor de la extremidad afectada o mediante la elevación de la extremidad. Si la elefantiasis, incluyendo hinchazón del escroto, es grave, se puede practicar cirugía para mejorar el drenaje en el sistema linfático.
Las infecciones bacterianas de la piel se tratan con antibióticos, administrados por vía oral. Los antibióticos pueden retrasar o prevenir la progresión a la elefantiasis.
Para los problemas relacionados con los pulmones es eficaz la dietilcarbamazina, tomada durante 14 a 21 días. Sin embargo, en alrededor de una cuarta parte de los pacientes la infección reaparece. En estos casos se debe repetir el tratamiento.