¿Qué es el dolor crónico?
El dolor crónico es un dolor que dura mucho tiempo o que reaparece durante meses o años.
El dolor crónico puede ocurrir como consecuencia de una enfermedad crónica o una lesión que no sana
A veces su sistema nervioso se vuelve más sensible a las señales de dolor de lo habitual
Es posible que usted presente otros síntomas, como sensación de cansancio, problemas para conciliar el sueño, falta de apetito o falta de interés por el sexo
Usted también puede presentar síntomas emocionales, como depresión, ansiedad o abandono de las actividades sociales
Los médicos pueden tratar el dolor crónico con medicamentos, fisioterapia y tratamientos para los síntomas emocionales
¿Cuál es la causa del dolor crónico?
El dolor crónico puede estar causado por un problema en curso como:
Una enfermedad de larga duración como cáncer, artritis, diabetes o fibromialgia
Una lesión que no se ha curado por completo
Además, si sus nervios envían constantemente señales de dolor, a veces eso provoca cambios a largo plazo en su funcionamiento. Estos cambios pueden hacerle más sensible a las señales de dolor. Esto puede hacer que el dolor existente parezca peor y, a veces, causar dolor por algo que generalmente no es doloroso.
Algunas veces, los médicos desconocen la causa del dolor crónico que sufre una persona.
¿Cuáles son los síntomas del dolor crónico?
Usted puede presentar otros síntomas junto con el dolor, como:
Cansancio
Problemas para dormir
Inapetencia y pérdida de peso
Pérdida de interés en el sexo y en otras actividades de las que usted acostumbra a disfrutar
Depresión
Ansiedad
El dolor crónico puede dificultar el trabajo y las actividades cotidianas normales.
¿Cómo tratan los médicos el dolor crónico?
Si los médicos encuentran una causa de su dolor, la tratan.
Los médicos también tratan el dolor crónico utilizando:
Fisioterapia o terapia ocupacional: esto puede incluir estiramientos y ejercicios
Técnicas de relajación, hipnosis, biorretroalimentación y otras terapias conductuales y psicológicas
La terapia conductual puede ayudarle a funcionar mejor, incluso si no se reduce el dolor. Puede consistir en aumentar la actividad social y las actividades físicas de forma gradual. También puede consistir en pedirle a su familia o compañeros de trabajo que eviten cosas que le mantengan enfocado en el dolor, como preguntarle constantemente sobre su salud o insistir en que no debe hacer tareas domésticas.
Analgésico
Dependiendo de la gravedad del dolor, los medicamentos pueden incluir:
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) (analgésicos de venta libre, como aspirina [ácido acetilsalicílico] e ibuprofeno)
Opiáceos, unos analgésicos muy potentes de venta con receta
Antidepresivos o medicamentos para tratar otros síntomas
Su dolor puede variar a lo largo del día. Los médicos pueden cambiar la dosis y la pauta de administración de los medicamentos que usted toma para aliviar el dolor.
Los opiáceos se suelen prescribir para el tratamiento del dolor moderado a grave causado por el cáncer o por lesiones como un hueso roto. Pueden tener efectos secundarios graves, por lo que su médico puede probar otros medicamentos primero. Si su médico le receta opiáceos, le citará con frecuencia para asegurarse de que los esté tomando de manera segura. Los opiáceos a menudo no son eficaces a largo plazo.