Amígdalas y adenoides hipertrofiadas

Las amígdalas y las adenoides son crecimientos de tejido situados en la parte posterior de su garganta. Atrapan los gérmenes y ayudan a su cuerpo a combatir las infecciones. Usted puede visualizar sus amígdalas en la parte posterior de su garganta. Pero no puede visualizar sus adenoides porque están detrás de su paladar.

Localización de las amígdalas y las adenoides

Las amígdalas son dos zonas de tejido linfático localizadas a ambos lados de la garganta. Las vegetaciones (adenoides), también de tejido linfático, están localizadas más arriba y más hacia atrás, detrás del paladar, en la conexión de las fosas nasales con la garganta. Las adenoides no son visibles por la boca.

• Las amígdalas y las adenoides aumentan de tamaño si usted sufre una infección

• Las amígdalas y las adenoides agrandadas a veces dificultan la respiración o la deglución (tragar)

• Las adenoides de gran tamaño pueden causar problemas respiratorios durante el sueño y aumentar el riesgo de infecciones del oído (otitis)

• A veces los médicos practican una intervención quirúrgica para extirpar las adenoides demasiado grandes.

Algunos niños nacen con amígdalas y adenoides que son más grandes de lo normal.

Las amígdalas y las adenoides del niño pueden aumentar tanto de tamaño como resultado de la recurrencia de:

• Infecciones de la garganta

• Alergias

• Otros factores que irritan la garganta (como el reflujo gastroesofágico)

Las amígdalas y las adenoides agrandadas no suelen causar síntomas. Cuando causan síntomas, los niños pueden:

• Parecer resfriados aunque no lo estén

• Respirar por la boca, en lugar de respirar por la nariz

• Tener dificultades para respirar o tragar

Las amígdalas y las adenoides agrandadas (hipertróficas) pueden causar problemas más graves, como:

• Infecciones del oído o de los senos paranasales que no se curan o que vuelven a aparecer

• Pérdida de audición debida a acumulación de líquido en el oído

• Problemas para respirar durante el sueño, como apnea del sueño

El médico:

• Observe las amígdalas de su hijo pequeño con un depresor de lengua mientras su hijo saca la lengua y dice "A".

• Observe las adenoides de su hijo con un pequeño visor colocado sobre su nariz (el visor no duele)

Los médicos también pueden realizar pruebas para detectar problemas derivados del gran tamaño de las amígdalas y las adenoides, como:

• Infecciones del oído o de los senos paranasales (sinusitis), con análisis de sangre y estudios de imagen

• Acumulación de líquido en el oído, con pruebas de audición

• Apnea del sueño, con estudios del sueño

Su hijo puede perder peso debido a problemas para respirar mientras come. El médico comparará el peso de su hijo con las tablas de crecimiento estándar para ver si la pérdida de peso es objeto de preocupación.

El pediatra de su hijo puede administrarle medicamentos para tratar las infecciones o las alergias que irritan sus amígdalas o sus adenoides.

Los médicos pueden sugerir la extirpación de las adenoides y las amígdalas si su hijo pequeño tiene:

• Apnea del sueño

• Muchas molestias al hablar y al respirar

• Muchas infecciones de garganta

Los médicos pueden sugerir la extirpación de las amígdalas si su hijo pequeño tiene:

• Muchas infecciones del oído y líquido detrás del tímpano que no se expulsa

• Una nariz tapada que le dificulta respirar y hablar

• Muchas infecciones de los senos paranasales

Por lo general, los niños pueden volver a casa el mismo día de la intervención quirúrgica. Si sólo se le extirparan las adenoides, su hijo pequeño debería encontrarse mejor al cabo de 2 o 3 días. Si se le extirparan también las amígdalas, la recuperación tardaría unas 2 semanas.