Se puede desarrollar una infección bacteriana en la vaina del tendón que rodea los tendones de la palma de la mano y el interior de los dedos.
(Véase también Introducción a los trastornos de la mano.)
Pueden formarse bolsas de pus (abscesos) alrededor de los tendones que discurren por el interior de las manos y sus dedos. Estos tendones están dentro de una manga de tejido llamada vaina del tendón. La vaina ayuda a que los tendones se deslicen suavemente.
Un absceso en la vaina tendinosa tiene su origen en una herida que penetra en uno de los pliegues de la cara palmar de un dedo. El pus de un panadizo no tratado también puede extenderse desde la punta del dedo hacia el interior de un extremo de la vaina tendinosa. Se produce una infección y se forma pus alrededor del tendón, lo que rápidamente destruye tejido. Se daña el mecanismo de deslizamiento del tendón, con lo que el dedo apenas puede moverse.
Los síntomas de la infección de la vaina tendinosa incluyen hinchazón y dolor en el dedo y sensibilidad al tacto sobre la vaina tendinosa. La sensación en el dedo mejora cuando éste se mantiene plegado (flexionado). Moverlo puede causar un dolor extremo. Suele aparecer fiebre.
Diagnóstico de una infección de la vaina tendinosa
Exploración por un médico
Radiografías
Cultivos
Los médicos establecen el diagnóstico de infección de la vaina tendinosa basándose en la exploración física. Hacen radiografías para detectar cuerpos extraños (como un fragmento de diente, una aguja u otro objeto) que puedan estar ocultos debajo de la piel.
Para identificar el tipo de bacteria que está causando la infección, el médico toma una muestra del interior de la herida mediante un frotis o extrae una muestra de pus de la herida para realizar posteriormente un cultivo de bacterias en un laboratorio.
Los médicos preguntan sobre la exposición previa al agua de un acuario u otra agua estancada porque las bacterias que residen en el agua pueden infectar la mano de una persona.
Tratamiento de la infección de la vaina tendinosa
Drenaje de pus
Antibióticos
Se requiere ingreso hospitalario. El médico drena el pus a través de una incisión quirúrgica. Se administran antibióticos por vía intravenosa.