La enfermedad de Kienböck consiste en la muerte de tejido óseo debida a una disminución del aporte sanguíneo (osteonecrosis) que afecta el hueso semilunar de la mano.
(Véase también Introducción a los trastornos de la mano.)
El hueso semilunar es uno de los huesos carpos de la muñeca.
Huesos de la muñeca
Los huesos del carpo son los huesos de la muñeca. Se localizan entre los huesos del antebrazo y los de la mano. |
La enfermedad de Kienböck es relativamente poco frecuente. No se sabe por qué se ve afectada la irrigación sanguínea al hueso semilunar. La persona afectada no suele recordar haber sufrido una lesión. Se produce con mayor frecuencia en la mano dominante de varones con edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, por lo general en trabajadores con una exigente labor manual.
Síntomas de la enfermedad de Kienböck
Los síntomas de la enfermedad de Kienböck suelen comenzar con un dolor que se instaura de forma gradual en la muñeca, en la zona del hueso semilunar, que está localizado en el centro de la base de la muñeca. Finalmente, se produce hinchazón en la parte alta de la muñeca, que puede volverse rígida. El trastorno se produce en las dos manos en el 10% de las personas.
Diagnóstico de la enfermedad de Kienböck
Pruebas de diagnóstico por la imagen
Es posible realizar el diagnóstico de la enfermedad de Kienböck en una fase temprana mediante resonancia magnética (RMN) o tomografía computarizada (TC) y, si es necesario, puede confirmarse más tarde con radiografías.
Tratamiento de la enfermedad de Kienböck
Cirugía
La cirugía se realiza para aliviar la presión sobre el hueso semilunar, por ejemplo, alargando o acortando los huesos que contactan con dicho hueso. Se realizan diversos tratamientos quirúrgicos que intentan restablecer el aporte de sangre al hueso semilunar (como el injerto de hueso o de vasos sanguíneos). Si el hueso semilunar se ha hundido, se pueden extirpar o fusionar quirúrgicamente los huesos de la muñeca como último recurso para reducir el dolor.
Los intentos de tratar esta enfermedad con métodos no quirúrgicos no han tenido éxito, pero el hecho de llevar una férula de muñeca puede aliviar el dolor en los casos muy leves.
