Una malformación arteriovenosa es una maraña de vasos sanguíneos dilatados que conectan directamente las arterias y las venas, sin pasar por los capilares (que normalmente son los que las conectan).
Las malformaciones arteriovenosas cerebrales (MAV) pueden causar o no hemorragia cerebral.
Pueden causar cefaleas con hemorragia cerebral o sin ella.
Los médicos realizan pruebas de diagnóstico por la imagen cerebral para diagnosticar las malformaciones arteriovenosas.
El tratamiento puede consistir en cirugía para extirpar la malformación arteriovenosa, radiocirugía para destruir la malformación arteriovenosa, colocación de material para bloquear el suministro de sangre a la malformación arteriovenosa o una combinación de tratamientos, aunque la observación también es una opción.
Las malformaciones arteriovenosas (MAV) encefálicas (cerebrales) son poco frecuentes. Las malformaciones arteriovenosas pueden causar sangrado o no causarlo.
El sangrado debido a malformación arteriovenosa suele ocurrir en el tejido cerebral (hemorragia intracerebral), pero puede ocurrir en el espacio (espacio subaracnoideo) entre las capas interna y media de los tejidos que recubren el cerebro (hemorragia subaracnoidea) o en los espacios llenos de líquido del interior del cerebro.
Las malformaciones arteriovenosas pueden causar convulsiones o cefalea, por lo general en adultos jóvenes. Las malformaciones arteriovenosas pueden causar cefalea sin sangrado.
Diagnóstico de las malformaciones arteriovenosas cerebrales
Imágenes del cerebro
Los médicos utilizan las imágenes del cerebro para diagnosticar malformaciones arteriovenosas cerebrales. Muchas malformaciones arteriovenosas cerebrales pueden detectarse por medio de lo siguiente:
Tomografía computarizada (TC), realizada después de inyectar o no un agente de contraste radiopaco (que se puede visualizar en las radiografías) en una vena para hacer visible el aneurisma en una radiografía
Angiografía por resonancia magnética (angio-RM)
Se realiza una angiografía por sustracción digital para confirmar el diagnóstico. Para este procedimiento se toman imágenes de rayos X de los vasos sanguíneos antes y después de inyectar un agente de contraste radiopaco. A continuación, una computadora resta una imagen de la otra. Se eliminan las imágenes de otras estructuras que no son las arterias (como los huesos). Como resultado, las arterias pueden verse más claramente.
Las malformaciones arteriovenosas sin roturas a menudo se detectan cuando se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen del cerebro por otras razones.
Tratamiento de las malformaciones arteriovenosas cerebrales
Tratamiento conservador
Microcirugía, radiocirugía y/o cirugía endovascular
El objetivo principal del tratamiento de las malformaciones arteriovenosas cerebrales es prevenir el accidente cerebrovascular hemorrágico. Los riesgos de los diversos tratamientos deben sopesarse frente a los riesgos de la ausencia de los mismos (que pueden incluir rotura, convulsiones y, en raras ocasiones, daño cerebral incapacitante).
Las opciones de tratamiento son
Microcirugía para extirpar el aneurisma
Radiocirugía estereotáctica
Embolización endovascular
Una combinación de estos procedimientos
Sin procedimiento
Los médicos pueden recomendar que no se realice ningún procedimiento si el riesgo de sangrado parece bajo o si el riesgo de efectos adversos del tratamiento parece elevado. En tales casos, el aneurisma se controla regularmente en busca de cambios que podrían hacer más probable la rotura.
Las personas que han sufrido una rotura de una malformación arteriovenosa suelen recibir tratamiento mediante un procedimiento para eliminarla.
La microcirugía implica la extirpación de una porción del cráneo para que los médicos puedan ver la malformación arteriovenosa. Luego, utilizando un microscopio, localizan y extirpan la malformación arteriovenosa.
La radiocirugía no es realmente una intervención quirúrgica, ya que no requiere ninguna incisión. La radiación se centra con precisión en la malformación arteriovenosa y se utiliza para destruirla. Para producir la radiación se utilizan máquinas, como un bisturí de rayos gamma y un acelerador lineal. Para utilizar un bisturí de rayos gamma, se sujeta al cráneo un marco para imágenes. Mientras la persona permanece tumbada sobre una camilla deslizante, se coloca sobre el marco un casco grande con agujeros. A continuación, se desliza la cabecera de la camilla hacia el interior de una esfera que contiene cobalto radiactivo. La radiación pasa a través de los agujeros del casco y es dirigida con precisión hacia la malformación arteriovenosa. Un acelerador lineal rodea la cabeza de la persona, que se acuesta en una cama deslizante, y dirige la radiación con precisión hacia la MAV desde diferentes ángulos.
Para la embolización endovascular, se guía un tubo delgado y flexible (catéter) hasta la malformación arteriovenosa y se utiliza un dispositivo (como una bobina) o un material para evitar que la sangre circule hacia la malformación. La embolización endovascular no repara la malformación arteriovenosa, pero reduce el flujo de sangre a la misma y hace que la cirugía, si es necesaria, sea más segura. Se puede realizar antes de la microcirugía o de la radiocirugía estereotáctica.