¿Qué es una muerte cerebral?
La muerte cerebral se produce cuando el cerebro de una persona ha dejado de funcionar por completo pero el cuerpo se mantiene vivo gracias a los respiradores mecánicos y a los fármacos.
Las personas con muerte cerebral no son conscientes y no pueden pensar o sentir
No pueden moverse ni respirar
Su cerebro deja de controlar las funciones automáticas del cuerpo, como los latidos del corazón y la presión arterial
Las personas con muerte cerebral se consideran legalmente muertas
La respiración se puede llevar a cabo mediante una máquina y el corazón puede seguir latiendo durante un breve periodo de tiempo gracias a los medicamentos. Sin embargo, con el tiempo, todos los órganos de la persona dejan de funcionar. Si una persona quisiera ser donante de órganos, los médicos podrían usar sus órganos para trasplante. Pero la donación de órganos debe haberse formalizado antes de que los órganos dejen de funcionar.
Ninguna persona con muerte cerebral se recupera. La muerte cerebral es distinta del coma. Las personas en coma conservan alguna función cerebral y a veces se recuperan.
¿Cuál es la causa de una muerte cerebral?
La muerte cerebral es consecuencia de un daño cerebral grave debido a:
Falta de oxígeno al cerebro (como consecuencia de un ahogamiento o un paro cardíaco)
¿Cómo pueden saber los médicos si alguien sufre muerte cerebral?
Los médicos se aseguran en primer lugar de que la persona afectada no sufra un problema médico que cause un coma profundo similar a una muerte cerebral. Tales problemas comprenden:
Sobredosis de ciertos tipos de fármacos y sustancias
Una temperatura corporal extremadamente baja (hipotermia)
Si la persona afectada no tiene uno de esos problemas, los médicos realizan una exploración física para detectar signos de actividad cerebral, como:
Intentar respirar si el ventilador está apagado
Parpadear o moverse si la persona es pellizcada o pinchada con una aguja
Náuseas si algo toca la parte posterior de la garganta
Parpadeo si algo toca un globo ocular
Contracción de las pupilas en respuesta a un destello de luz
Si no hay signos de actividad cerebral, algunas veces los médicos vuelven a realizar la prueba de 6 a 24 horas después para asegurarse de que la persona nuevamente no muestre respuesta. Después de probar dos veces sin respuesta, los médicos determinan que la persona sufre muerte cerebral.
En lugar de esperar un día para repetir el examen, los médicos pueden solicitar:
Pruebas de ondas cerebrales (EEG [electroencefalografía]) para ver si el cerebro presenta alguna actividad eléctrica
Pruebas de flujo sanguíneo para ver si llega sangre al cerebro
Las personas sin actividad eléctrica o flujo sanguíneo en el cerebro sufren muerte cerebral. Pero estas pruebas no son necesarias.
¿Qué hacen los médicos cuando alguien sufre muerte cerebral?
La muerte cerebral significa que la persona afectada está legalmente muerta y, por tanto, sus órganos pueden ser donados a alguien que necesita un trasplante de órgano. La donación no requiere esperar a que el corazón de la persona con muerte cerebral deje de latir. Los órganos se toman solo si la persona o la familia desea donarlos. El ventilador y los medicamentos de apoyo se mantienen en funcionamiento hasta que se haga efectiva la donación. Los órganos se extraen con cuidado y el cuerpo se trata con gran respeto. Luego los médicos:
Apagan el ventilador
Suspenden cualquier medicamento
Entregan el cuerpo a la oficina forense o a la funeraria