Cáncer del cuello uterino

PorPedro T. Ramirez, MD, Houston Methodist Hospital;
Gloria Salvo, MD, MD Anderson Cancer Center
Revisado/Modificado oct 2023
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Datos clave

El cáncer de cuello uterino, también llamado cáncer cervical, se desarrolla en el cuello del útero (su porción más inferior). La mayoría de los cánceres de cuello uterino están causados por la infección por el virus del papiloma humano (VPH).

  • Este tipo de cáncer generalmente está producido por una infección por el virus del papiloma humano (VPH), que se transmite durante un contacto sexual.

  • El primer síntoma suele ser un sangrado vaginal irregular, generalmente después de la actividad sexual, pero los síntomas pueden no aparecer hasta que el cáncer ha aumentado de tamaño o se ha diseminado.

  • Las pruebas de cribado del cáncer de cuello uterino (pruebas de Papanicolaou [Pap] y/o pruebas del VPH) permiten detectar anomalías, a través de una biopsia.

  • El tratamiento generalmente consiste en la extirpación quirúrgica del tumor y, a menudo, del tejido circundante y, si el tumor es grande o se ha diseminado, se suele asociar a radioterapia y quimioterapia.

(Véase también Introducción a los tumores malignos del aparato reproductor femenino.)

El cuello uterino es la parte inferior del útero que continúa hacia la vagina.

El cáncer de cuello uterino (carcinoma cervical) es el tercer cáncer genital más frecuente entre todas las mujeres y el más frecuente entre las mujeres jóvenes. La edad promedio de diagnóstico es de unos 50 años, pero se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de 35 a 44 años.

A nivel mundial, la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino (casi el 85%) y las muertes por cáncer de cuello uterino (casi el 90%) ocurren en países con recursos bajos y medios. El cáncer de cuello uterino es el cáncer más frecuente entre las mujeres en 23 países y la principal causa de muerte por cáncer en 36 países.

Localización de los órganos reproductores femeninos internos

Aproximadamente del 80 al 85% de los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas y se desarrollan en las células planas y de apariencia cutánea que recubren el cuello uterino. El resto de los cánceres son en su mayoría adenocarcinomas, que se desarrollan a partir de las células glandulares.

El cáncer de cuello de útero comienza con cambios lentos y progresivos en las células de la superficie del cuello uterino. Estos cambios, que se denominan displasia o neoplasia intraepitelial cervical (NIC), se consideran premalignos. Eso significa que, si no se tratan, pueden evolucionar a cáncer; a veces esto lleva varios años. La NIC se clasifica como leve (NIC1), moderada (NIC2) o grave (NIC3).

El cáncer de cuello uterino comienza en la superficie del cuello del útero y puede penetrar profundamente bajo la misma. El cáncer de cuello uterino se puede diseminar de las maneras siguientes:

  • Extendiéndose directamente a los tejidos cercanos, incluida la vagina

  • Penetrando en la rica red de vasos linfáticos del interior del cuello uterino y, desde allí, diseminándose hacia otras partes del cuerpo

  • Con muy poca frecuencia, diseminándose a través del torrente sanguíneo

Causas del cáncer de cuello uterino

Los cambios precancerosos en las células cervicales (neoplasia intraepitelial cervical) y el cáncer cervical casi siempre están causados por el virus del papiloma humano (VPH), transmitido por contacto sexual. El virus del papiloma humano (VPH) también puede causar verrugas genitales o cáncer de vagina, vulva o ano. Las tasas de cáncer de cuello uterino han disminuido de manera constante durante las últimas décadas en los países que tienen acceso a las vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), el cribado del cáncer de cuello uterino y el tratamiento de la neoplasia intraepitelial cervical.

Los factores de riesgol para la aparición del cáncer de cuello uterino son los siguientes:

  • Tener una mayor probabilidad de exposición a infecciones de transmisión sexual (por ejemplo, mantener relaciones sexuales por primera vez a una edad temprana, tener más de una pareja sexual o tener parejas sexuales que presenten factores de riesgo de infecciones de transmisión sexual)

  • Uso de anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas)

  • Fumar cigarrillos

  • Haber sufrido alteraciones precancerosas o cáncer en la vulva, la vagina o el ano

  • Tener un sistema inmunitario debilitado (debido a un trastorno, como el cáncer, el sida o estar en tratamiento con quimioterápicos o corticoesteroides)

El virus del papiloma humano (VPH) se puede transmitir a través de cualquier tipo de actividad sexual, incluyendo el contacto oral, genital o anal. La infección por virus del papiloma humano (VPH) es muy común, y alrededor del 80% de las personas sexualmente activas están expuestas a la infección por VPH al menos una vez durante su vida. Muchas infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) duran poco tiempo, pero algunas personas pueden infectarse por este virus más de una vez y algunas de estas infecciones pueden durar años.

Síntomas del cáncer de cuello uterino

Los cambios precancerosos y el cáncer de cuello uterino temprano a menudo no causan síntomas.

El primer síntoma de cáncer de cuello uterino generalmente es un sangrado vaginal anormal, con mayor frecuencia después de una actividad sexual. Un manchado o una hemorragia más copiosa se puede producir entre ciclos menstruales. También los periodos pueden tener un sangrado excepcionalmente abundante. Los cánceres más avanzados con frecuencia causan hemorragia o una secreción vaginal maloliente y dolor en la zona pélvica.

Si el cáncer está diseminado, puede causar dolor lumbar e hinchazón de las piernas. El sistema urinario puede obstruirse, y sin tratamiento, producir una insuficiencia renal.

Diagnóstico del cáncer de cuello uterino

  • Pruebas de Papanicolaou (Pap)

  • Biopsia

Las pruebas de Papanicolau rutinarias pueden detectar células anormales y precancerosas (displasia) en la superficie del cuello uterino. Los médicos examinan a las mujeres con células precancerosas a intervalos regulares. La displasia se puede tratar para prevenir el cáncer.

Biopsia

Si se observa una masa u otra zona anormal en el cuello uterino durante una exploración pélvica o si la citología detecta células precancerosas o cancerosas, debe realizarse una biopsia. Por lo general, el médico lleva a cabo un procedimiento llamado colposcopia utilizando un instrumento con lentes binoculares de aumento (colposcopio), introducido a través de la vagina, para examinar el cuello uterino y escoger el lugar idóneo para la biopsia.

Se realizan dos tipos distintos de pruebas:

  • Biopsia cervical: se extirpa una porción diminuta del cuello uterino, previamente seleccionada con el colposcopio.

  • Legrado endocervical: se raspa del interior del cuello uterino el tejido.

Estas pruebas son similares a una prueba de Papanicolaou. Por lo general, solo causan dolor leve y una pequeña cantidad de sangrado.

Si el diagnóstico no está claro, se realiza una biopsia en cono, mediante la cual se extrae una porción más grande de tejido en forma de cono. Por lo general, se utiliza un bucle de alambre fino por donde circula una corriente eléctrica. Este procedimiento se denomina escisión electroquirúrgica con asa. Requiere solo anestesia local. Las técnicas alternativas consisten en utilizar un bisturí (cuchillo frío) o un láser (un haz de luz altamente enfocado). Estos procedimientos requieren un quirófano y, normalmente, anestesia general.

Estadificación del cáncer de cuello uterino

Si se diagnostica cáncer de cuello uterino, se deberá determinar su tamaño exacto y su localización (estadio). La estadificación empieza con una exploración física de la pelvis y una radiografía de tórax. Por lo general, para determinar si el cáncer se ha diseminado a los tejidos cercanos o a partes distantes del cuerpo se lleva a cabo una tomografía computarizada (TC), una resonancia magnética nuclear (RMN), o una combinación de TC y tomografía por emisión de positrones (PET). Si estos procedimientos no están disponibles, el médico puede realizar otras pruebas de diagnóstico por la imagen para comprobar órganos específicos, como una cistoscopia (vejiga), una sigmoidoscopia (colon) o una urografía IV (vías urinarias).

Los médicos también suelen comprobar la diseminación a los ganglios linfáticos mediante pruebas de diagnóstico por la imagen o una biopsia. El hecho de saber si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos y cuántos ganglios linfáticos están afectados ayuda a los médicos a establecer el pronóstico del paciente y planificar el tratamiento.

Los estadios del cáncer de cuello uterino van del estadio I (precoz) al IV (avanzado). La estadificación se basa en el grado de diseminación del cáncer:

  • Estadio I: el cáncer está confinado al cuello uterino.

  • Estadio II: el cáncer se ha diseminado fuera del útero, a los dos tercios superiores de la vagina o a los tejidos fuera del útero, pero todavía está confinado dentro de la pelvis (que contiene los órganos reproductores internos, la vejiga y el recto).

  • Estadio III: el cáncer se ha diseminado por toda la pelvis y/o tercio inferior de la vagina y/u obstruye los uréteres y/u ocasiona trastornos renales y/o se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos a la aorta (la arteria más grande del cuerpo).

  • Estadio IV: el cáncer se ha diseminado fuera de la pelvis y/o a la vejiga o al recto o a órganos distantes.

Tratamiento del cáncer de cuello uterino

  • Cirugía, radioterapia y/o quimioterapia

El tratamiento del cáncer de cuello uterino depende del estadio del cáncer. Puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Alteraciones precancerosas y cáncer de cuello uterino en estadio inicial I

Las células cervicales precancerosas (neoplasia intraepitelial cervical) y el cáncer de cuello uterino que afecta solo a la superficie del cuello uterino (estadio inicial I) se tratan de la misma manera. Los médicos a menudo pueden extirpar completamente el cáncer mediante la extirpación de parte del cuello uterino durante una biopsia en cono. Pueden utilizar el procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP, por sus siglas en inglés), un láser o un bisturí. Estos tratamientos permiten preservar la capacidad reproductiva.

La extirpación del útero (histerectomía) se puede indicar si la mujer no está interesada en preservar su capacidad de tener hijos. Si queda algo de cáncer después de la biopsia de cono (conización), se puede indicar una histerectomía u otra biopsia de cono.

Si el cáncer en etapa inicial se ha diseminado profundamente en el cuello uterino o en vasos sanguíneos o linfáticos, se realiza una histerectomía radical modificada y se extirpan los ganglios linfáticos cercanos. Una histerectomía radical modificada implica la extirpación del cuello uterino y de parte del tejido adyacente (llamado parametrio). Pero, a diferencia de una histerectomía radical convencional, la histerectomía radical modificada comporta únicamente la extirpación de la mitad del parametrio.

Los ganglios linfáticos pueden controlarse para detectar la diseminación de células cancerosas con un procedimiento llamado mapeo de los ganglios linfáticos centinela.

Otra opción de tratamiento es la radioterapia externa más los implantes radiactivos colocados en el cuello uterino para destruir el cáncer (un tipo de radiación interna llamada braquiterapia).

La radioterapia puede provocar irritación en la vejiga o en el recto. Posteriormente, como resultado del tratamiento, el intestino puede obstruirse y la vejiga y el recto pueden lesionarse. Por lo general, los ovarios dejan de funcionar y la vagina se puede estrechar.

Cáncer de cuello uterino en estadio I avanzado y estadio II inicial

Si el cáncer cervical afecta a algo más que la superficie del cuello uterino pero el tumor es relativamente pequeño, el tratamiento habitual es

  • Histerectomía radical (histerectomía más extirpación de los tejidos circundantes, incluida la parte superior de la vagina y los ligamentos) y evaluación de los ganglios linfáticos

La histerectomía se lleva a cabo practicando una incisión de gran tamaño en el abdomen (cirugía abierta) o usando una fina sonda de visualización (laparoscopio) e instrumentos quirúrgicos especializados insertados a través de pequeñas incisiones practicadas justo debajo del ombligo. Investigaciones sugieren que cuando se realiza una cirugía abierta, es menos probable que el cáncer reaparezca y las mujeres tienen más probabilidades de vivir más tiempo que cuando se realiza una cirugía laparoscópica.

Si el cáncer ha crecido o ha comenzado a diseminarse dentro de la pelvis, el tratamiento suele consistir en:

  • Radioterapia más quimioterapia

Los ovarios se suelen dejar en su sitio, ya que es poco probable que el cáncer de cuello uterino se disemine (haga metástasis) a los ovarios.

Si el médico descubre durante la cirugía que el cáncer se ha diseminado fuera del cuello uterino, no se practica una histerectomía y se recomienda radioterapia combinada con quimioterapia.

Cáncer de cuello uterino desde estadio II avanzado a estadio IV inicial

Cuando el cáncer de cuello uterino se ha diseminado más en profundidad dentro de la pelvis o se ha diseminado a otros órganos, se prefiere el tratamiento siguiente:

  • Radioterapia más quimioterapia

Los médicos pueden usar la tomografía por emisión de positrones mediante tomografía computarizada (PET-TC) para determinar si los ganglios linfáticos están afectados y determinar así hacia dónde debe dirigirse la radiación. La radiación externa (dirigida a la pelvis desde el exterior del cuerpo) se utiliza para reducir el tamaño del cáncer y para tratar el cáncer que se ha propagado a los ganglios linfáticos cercanos. Luego se colocan unos implantes radiactivos en el cuello del útero para destruir el cáncer (un tipo de radiación interna llamada braquiterapia).

Por lo general, la quimioterapia se administra junto con radioterapia, normalmente para que la radioterapia tenga más probabilidades de dañar el tumor.

Diseminación amplia o recidiva del cáncer de cuello uterino

El principal tratamiento para la diseminación amplia o la recidiva del cáncer de cuello uterino es

  • Quimioterapia

Sin embargo, la quimioterapia reduce el tamaño del cáncer y controla su diseminación en casi la mitad de las mujeres tratadas y el efecto beneficioso suele ser solo temporal. La adición de otro medicamento (como los anticuerpos monoclonales utilizados para tratar varios tipos de cáncer; esto se denomina inmunoterapia) puede prolongar la supervivencia unos pocos meses.

Si después de la radioterapia el cáncer persiste en la pelvis, el médico puede recomendar la cirugía para eliminar algunos o todos los órganos pélvicos (lo que se denomina exenteración pélvica). Estos órganos incluyen los órganos reproductores (la vagina, el útero, las trompas de Falopio y los ovarios), la vejiga, la uretra, el recto y el ano. Si es necesario extirpar todos los órganos, o cuáles deben ser extirpados, depende de muchos factores como la localización del cáncer, la anatomía de la mujer y sus metas después de la cirugía. Es necesario realizar aberturas permanentes para la orina (urostomía) y heces (colostomía) en el abdomen para que estos residuos puedan salir del cuerpo y ser recogidos en bolsas.

Mapeo y disección de los ganglios linfáticos centinela

Un ganglio linfático centinela es el primer ganglio linfático al que probablemente se diseminarán las células cancerosas. Puede haber más de un ganglio linfático centinela. Estos ganglios se llaman ganglios linfáticos centinela porque son los primeros en avisar de que el cáncer se ha diseminado.

Una disección de los ganglios linfáticos centinela comporta

  • Identificación del ganglio linfático centinela (llamado mapeo)

  • Extirpación

  • Examen para determinar la presencia de células cancerosas

Para identificar los ganglios línfáticos centinela, el médico inyecta un colorante azul o verde y/o una sustancia radiactiva en el cuello uterino cerca del tumor. Estas sustancias trazan la trayectoria desde el cuello uterino hasta el primer ganglio (o ganglios) pélvico. Durante la cirugía, el médico busca los ganglios linfáticos que se ven de color azul o verde o que emiten una señal radiactiva (detectada por un dispositivo manual). Este ganglio (o ganglios) es extirpado y enviado a un laboratorio para comprobar la presencia de cáncer. Si el ganglio o los ganglios linfáticos centinela no contienen células cancerosas, no se extirpan los demás ganglios (a menos que tengan un aspecto anómalo).

Para las mujeres con cáncer de cuello uterino en estadio inicial, la disección de ganglios linfáticos centinela constituye una alternativa a la extirpación de los ganglios linfáticos de la pelvis. El cáncer de cuello uterino se extiende a los ganglios linfáticos solo en el 15-20% de las mujeres con cáncer en estadio inicial. La disección de ganglios linfáticos centinelas puede ayudar a los médicos a limitar el número de ganglios linfáticos que se deben extirpar, a veces a tan solo uno. La extirpación de los ganglios linfáticos a menudo causa problemas como la acumulación de líquidos en los tejidos, lo que puede provocar hinchazón persistente (linfedema) y daño neurológico.

Fertilidad y menopausia después del cáncer de cuello uterino

El tratamiento con histerectomía radical, quimioterapia y/o radioterapia generalmente imposibilita que las mujeres se queden embarazadas o lleven un embarazo a término. Sin embargo, si para ellas es importante tener hijos, deben hablar con su médico y obtener la mayor información posible sobre cómo afecta el tratamiento a la fertilidad y si son elegibles para tratamientos que no hacen imposible un embarazo futuro.

La biopsia en cono (conización) puede ser una opción para las mujeres que sufren cáncer de cuello uterino en estadio inicial de bajo riesgo y que desean preservar su capacidad para tener hijos. Antes de este procedimiento, los médicos comprueban si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos de la pelvis. Si el cáncer no se ha diseminado, los médicos pueden extirparlo por completo mediante la extirpación de parte del cuello uterino durante una biopsia en cono.

Si la mujer con un cáncer de cuello uterino en estadio I tardío desea preservar su capacidad reproductiva, puede someterse a un tratamiento distinto contra el cáncer llamado traquelectomía radical (un tratamiento que conserva la fertilidad). En este procedimiento se extirpa el cuello del útero, el tejido próximo al mismo, la parte superior de la vagina y los ganglios linfáticos de la pelvis. Para extirpar estos tejidos, el médico puede emplear uno de los procedimientos siguientes:

  • Practicar una cirugía abierta

  • Emplear un laparoscopio, que se introduce a través de una pequeña incisión practicada justo por debajo del ombligo, y luego insertar los instrumentos quirúrgicos a través del laparoscopio (cirugía laparoscópica), a veces con ayuda robótica

  • Extirpar los tejidos tumorales a través de la vagina (cirugía vaginal)

A continuación se vuelve a unir el útero a la parte inferior de la vagina. Por lo tanto, la mujer todavía puede quedarse embarazada. Sin embargo, debe dar a luz por cesárea.

La traquelectomía parece ser tan eficaz como la histerectomía radical en muchas mujeres con cáncer de cuello uterino en sus primeros estadios.

Si las mujeres premenopáusicas reciben radioterapia, los médicos discuten las opciones para proteger los ovarios con el fin de evitar causar una menopausia prematura. Antes de la radioterapia de la pelvis, los ovarios se pueden desplazar fuera del campo de radiación (ooforopexia) para evitar su exposición a la radiación.

Pronóstico del cáncer de cuello uterino

El pronóstico depende del estadio del cáncer de cuello uterino. Los porcentajes de mujeres que sobreviven 5 años después del diagnóstico y el tratamiento son los siguientes

  • Estadio I: del 80 al 90% de las mujeres

  • Estadio II: del 60 al 75%

  • Estadio III: del 30 al 40%

  • Estadio IV: menos del 15%

Si el cáncer recidiva, por lo general lo hace en los primeros 2 años.

Más información

El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.

  1. National Cancer Institute: Cervical Cancer: (Instituto nacional del cáncer: cáncer de cuello uterino): este sitio web proporciona enlaces a información general sobre el cáncer de cuello uterino, así como enlaces a información sobre las causas, la prevención, el cribado, el tratamiento, la investigación y la forma de lidiar con el cáncer.

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