La afección de la mano es muy frecuente en la artrosis.
(Véase también Generalidades y evaluación de enfermedades de la mano).
La artrosis de la mano puede incluir un aumento asintomático del tamaño de nódulos en la articulación interfalángica proximal (nódulos de Bouchard) o articulación interfalángica distal (nódulos de Heberden) o una angulación en estas articulaciones. Son frecuentes el dolor y la rigidez en estas articulaciones y en la base del pulgar. Por lo general, no afecta a la muñeca (a menos que exista un traumatismo previo), y la afección de la articulación metacarpofalángica es mínima o nula a menos que el paciente tenga además una afección metabólica (p. ej., hemocromatosis).
La diferenciación de los cambios en la mano debido a artrosis y a artritis reumatoide se describe en Evaluación del paciente con síntomas articulares. La gota puede causar inflamación aguda de los nódulos de Heberden, que se describe con mayor frecuencia en mujeres posmenopáusicas que reciben tratamiento con diuréticos.
Esta fotografia muestra los nódulos de Heberden (prominencias de tejido duro [óseas] de las articulaciones interfalángicas distales) observados en pacientes con artrosis.
DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY
Los nódulos de Heberden son prominencias duras (óseas) de las articulaciones interfalángicas distales, que en esta fotografía se observan mejor en el segundo y tercer dedos de ambas manos.
Con autorización del editor. De Myers S: Atlas of Rheumatology. Publicado por G Hunder. Philadelphia, Current Medicine, 2005.
Los nódulos de Bouchard son prominencias duras (óseas) de las articulaciones interfalángicas proximales, que en esta fotografía se observan mejor en los dedos de la mano derecha y en el primer y el segundo dedo de la mano izquierda.
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Tratamiento de la artrosis de la mano
Medidas conservadoras
En ocasiones, inyección de corticoides o cirugía
El tratamiento de la artrosis de la mano es sintomático y consiste en analgésicos, reposo adecuado, férulas y, en ocasiones, inyección de corticosteroides según sea necesario.
Los procedimientos quirúrgicos pueden ayudar a aliviar el dolor y corregir la deformación en cambios graves en la base del pulgar y, con menor frecuencia, en degeneración avanzada de las articulaciones interfalángicas.