Klebsiella, Enterobacter y Serratia son bacterias gramnegativas estrechamente relacionadas entre sí, que en algunos casos provocan infecciones de las vías urinarias o el aparato respiratorio en pacientes que se encuentran en hospitales o en centros sanitarios de larga estancia.
Estas bacterias pueden infectar los sistemas urinario o respiratorio, los catéteres intravenosos utilizados para la administración de medicamentos o de líquidos, las quemaduras, las heridas causadas durante intervenciones quirúrgicas o el torrente sanguíneo.
La identificación de bacterias en una muestra de sangre o de tejido infectado confirma el diagnóstico.
Las infecciones causadas por las 3 bacterias se tratan con antibióticos administrados por vía intravenosa.
(Véase también Introducción a las bacterias.)
Las bacterias Klebsiella, Enterobacter y Serratia residen en el intestino de muchas personas sanas, causando raras veces infección. Las infecciones con dichas bacterias suelen adquirirse en hospitales y centros de atención a largo plazo. Por lo general se producen en personas cuya resistencia a la infección está debilitada y/o llevan un dispositivo médico (como catéteres, drenajes y tubos de las vías respiratorias) en su cuerpo.
Estas bacterias pueden infectar distintas zonas del cuerpo:
Vías urinarias o respiratorias (causando neumonía, infecciones vesicales o infecciones renales)
Los catéteres introducidos en una vena (catéter intravenoso), que sirven para administrar medicamentos o sueros
Heridas sufridas durante la intervención quirúrgica
Torrente sanguíneo (causando bacteriemia o sepsis)
Con muy poca frecuencia, las bacterias Klebsiella causan neumonía en las personas que viven fuera de un centro sanitario (en la comunidad), por lo general en personas con un trastorno por consumo de alcohol, personas mayores, diabéticos o personas con el sistema inmunitario debilitado. Normalmente, esta infección grave causa tos, acompañada de esputos pegajosos, de color marrón oscuro o rojo oscuro, y acúmulos de pus (abscesos) en el pulmón o en la membrana entre los pulmones y la pared torácica (empiema).
Una de las especies de Klebsiella produce una toxina que puede causar inflamación del colon y sangrado (colitis hemorrágica) después de tomar antibióticos. Dicho trastorno se conoce como colitis asociada a los antibióticos. Los antibióticos matan las bacterias que residen habitualmente en el intestino, y entonces las bacterias Klebsiella son capaces de multiplicarse y producir la toxina. Sin embargo, este tipo de colitis causada por antibióticos suele ser producida por las toxinas generadas por la bacteria Clostridioides difficile.
Diagnostico de las infecciones por Klebsiella, Enterobacter y Serratia
Análisis y cultivo de una muestra de tejido infectado
Los médicos sospechan estas infecciones en personas con alto riesgo de contraerlas, como quienes residen en un centro sanitario de larga estancia o en la zona donde se produjo un brote.
Para confirmar el diagnóstico, los médicos toman una muestra de esputo, secreciones pulmonares (obtenidas mediante un broncoscopio), sangre, orina o tejidos infectados. La muestra se tiñe con tinción de Gram, se cultiva y se examina al microscopio. Estas bacterias pueden identificarse con facilidad.
Otras pruebas dependen del tipo de infección. Pueden incluir pruebas de diagnóstico por la imagen, como ecografías, radiografías y tomografías computarizadas (TC).
Las bacterias identificadas en las muestras se analizan para determinar qué antibióticos presentar mayor probabilidad de ser eficaces contra ellas (un proceso conocido como prueba de sensibilidad).
Tratamiento de las infecciones por Klebsiella, Enterobacter, y Serratia
Antibióticos administrados por vía intravenosa
Las infecciones causadas por cualquiera de estas 3 bacterias se tratan con antibióticos administrados por vía intravenosa.
Los antibióticos son cefalosporinas, cefepima, carbapenémicos, fluoroquinolonas, piperacilina/tazobactam o aminoglucósidos. Sin embargo, a veces estas bacterias son resistentes a muchos antibióticos, por lo que los médicos indican pruebas de sensibilidad.
Si una infección por cualquiera de estas 3 bacterias se contrae en un centro sanitario, puede ser difícil de tratar, porque las bacterias adquiridas en las instalaciones de este tipo suelen ser resistentes a muchos antibióticos.