Cáncer de mama

PorLydia Choi, MD, Karmanos Cancer Center
Revisado/Modificado oct 2023 | Modificado dic 2023
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Datos clave

El cáncer de mama se produce cuando las células mamarias se vuelven anormales y se dividen en más células de manera incontrolable. El cáncer de mama suele comenzar en las glándulas que producen leche (lobulillos) o en los tubos (conductos) que llevan la leche desde las glándulas hasta el pezón.

  • Entre las mujeres, el cáncer de mama es uno de los cánceres más frecuentes.

  • Normalmente, el primer síntoma es un bulto no doloroso, que suele ser detectado por la propia persona.

  • Si se detecta un bulto sólido, los médicos emplean una aguja hueca para extraer una muestra o practicar una incisión y extirpación de parte del bulto o su totalidad y examinarlo después al microscopio (biopsia).

  • El cáncer de mama casi siempre requiere cirugía, a veces con radioterapia, quimioterapia, otros medicamentos o una combinación de estos tratamientos.

  • El pronóstico depende del tipo, el tamaño y la diseminación del cáncer y de otros factores.

(Véase también Introducción a los trastornos de la mama.)

Los trastornos de la mama pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). La mayoría no son cancerosos. A menudo no necesitan tratamiento. Por el contrario, el cáncer de mama puede significar la pérdida de la mama o incluso de la vida. Sin embargo, los potenciales problemas a menudo se pueden detectar de forma temprana cuando las mujeres se someten a:

  • Exploraciones clínicas regulares realizadas por su médico

  • Mamografías según lo recomendado

Las mujeres deben estar familiarizadas con el aspecto y la sensibilidad de sus mamas. El cáncer de mama también afecta a los hombres, por lo que estos deben ser conscientes de los cambios en sus pezones o alrededor de los mismos. Si una mujer nota un cambio, puede hacerse una autoexploración mamaria. Las mujeres deben informar de cualquier cambio a un profesional de la salud de inmediato. La mayoría de las organizaciones médicas ya no recomiendan las autoexploraciones mamarias mensuales o semanales como una forma rutinaria de detectar el cáncer. La realización de estas exploraciones cuando no hay un bulto u otro cambio no ayuda a detectar el cáncer de mama en etapas tempranas en las mujeres que se hacen mamografías de detección periódicas.

La detección precoz del cáncer de mama puede ser fundamental para el éxito del tratamiento.

En Estados Unidos, el cáncer de mama es el segundo cáncer más frecuente en las mujeres (los cánceres de piel son los más frecuentes). El cáncer de mama es la segunda causa de muerte por cáncer (la más frecuente es el cáncer de pulmón) en todas las mujeres, pero es la principal causa de muerte por cáncer en las mujeres de ascendencia africana. Las mujeres de ascendencia africana son más propensas a morir de cáncer de mama que las de cualquier otra raza u origen étnico; las mujeres asiáticas y las de las islas del Pacífico tienen la menor tasa de mortalidad por cáncer de mama. (Véase también American Cancer Society: Key Statistics for Breast Cancer.)

En 2023 se estimó que entre las mujeres de Estados Unidos habría

En 2023 se estimó que entre los hombres de Estados Unidos habría 2800 nuevos casos de cáncer de mama invasivo y 530 muertes a causa de este.

Factores de riesgo del cáncer de mama

Existen varios factores de los que depende el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Así, en algunas mujeres, el riesgo es mayor o menor que el promedio. La mayoría de los factores que aumentan el riesgo, tales como la edad y ciertos genes anómalos, no pueden modificarse. Por ejemplo, 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. Sin embargo, el riesgo es menor en las mujeres más jóvenes, por lo que una mujer de 40 años tiene solo una probabilidad de 1 entre 70 de desarrollar cáncer de mama durante la próxima década. Pero con la edad, el riesgo aumenta.

Estudios recientes sugieren que el ejercicio regular, sobre todo en la adolescencia y la juventud, pueden reducir el riesgo de cáncer de mama.

La forma más importante de minimizar los riesgos para la salud de una mujer es estar atenta a la detección del cáncer de mama para que pueda diagnosticarse y tratarse de forma temprana, cuando es más probable que se cure. La detección temprana es más probable cuando las mujeres se someten a mamografías.

Tabla
Tabla

Edad

La tasa de cáncer de mama en Estados Unidos es más alta entre las mujeres de 65 a 74 años. La mediana de edad en el momento del diagnóstico es de 63 años en general; es ligeramente más joven para las mujeres de origen africano (60 años) en comparación con las mujeres de origen caucásico (63 años).

Raza y etnia

Las mujeres de origen africano tienen la mayor tasa de mortalidad por cáncer de mama en comparación con otras razas o etnias. Las mujeres de origen africano, hispanas, indias americanas y nativas de Alaska son más propensas a tener cáncer de mama que se ha diseminado (metástasis) en el momento del diagnóstico que las mujeres de origen caucásico, asiáticas y de las islas del Pacífico.

Antecedentes familiares de cáncer de mama

Las mujeres con un pariente de primer grado (madre, hermana o hija) que ha tenido cáncer de mama tienen el doble de riesgo de desarrollarlo. El riesgo es 3 o 4 veces mayor si 2 o más familiares de primer grado han sufrido cáncer de mama. Sin embargo, el riesgo es solo ligeramente superior al promedio si los familiares más lejanos (abuela, tía o prima) han sufrido cáncer de mama.

Mutación génica del cáncer de mama

Varias mutaciones genéticas aumentan el riesgo de cáncer de mama. Las mutaciones BRCA1 y BRCA2 están presentes en menos del 1% de las mujeres. Estas mutaciones son más frecuentes entre las personas con ascendencia judía asquenazí. Alrededor del 5 al 10% de las mujeres con cáncer de mama tienen una de estas mutaciones genéticas. Si una mujer tiene una de estas mutaciones, el riesgo a lo largo de su vida de desarrollar cáncer de mama es del orden del 50 al 85%. El riesgo de desarrollar cáncer de mama a la edad de 80 años es de alrededor del 72% con una mutación del gen BRCA1 y alrededor del 69% con una mutación del BRCA2. Sin embargo, sus probabilidades de morir de esta enfermedad no son necesariamente mayores que las de cualquier otra mujer que la padezca.

Tener una mutación en el gen BRCA también aumenta el riesgo de sufrir cáncer de ovario. Durante su vida, las mujeres con mutaciones genéticas en el gen BRCA1 presentan alrededor de un 40% de riesgo de sufrir cáncer de ovario. El riesgo para las mujeres con mutaciones genéticas en el gen BRCA2 es de alrededor del 15%.

Los hombres que tienen una mutación genética en el gen BRCA presentan un riesgo del 1 al 2% de sufrir cáncer de mama.

Las mujeres con una de estas mutaciones deben estar controladas más estrechamente para detectar un cáncer de mama, por ejemplo, mediante pruebas más frecuentes o mediante cribado tanto con mamografía como con resonancia magnética nuclear (RMN). O tal vez, tratar de prevenir el desarrollo del cáncer tomando tamoxifeno mediante la extirpación de ambos senos (someterse a una doble mastectomía).

Antecedentes previos de cáncer de mama

Haber tenido cáncer de mama aumenta el riesgo de sufrir otro cáncer de mama. Para las mujeres que se han sometido a una mastectomía para extirpar 1 mama, el riesgo de desarrollar cáncer en la mama restante es de aproximadamente el 0,4% cada año.

Edad de la primera regla, primer embarazo y menopausia

Comenzar a tener periodos menstruales a una edad más temprana o comenzar la menopausia más tarde de lo normal aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. El riesgo aumenta con el aumento de la edad en el primer embarazo.

Trastornos mamarios benignos

Las mujeres que han sufrido ciertos cambios en sus mamas parecen tener un riesgo ligeramente mayor de cáncer de mama. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Los cambios en la mama que requieren una biopsia para descartar el cáncer

  • Afecciones que alteran la estructura, aumentan el número de células o causan bultos u otras anomalías en el tejido mamario, como complejos fibroadenoma, hiperplasia (aumento anormal del crecimiento tisular), hiperplasia atípica (hiperplasia con estructura tisular anormal) en los conductos lácteos o en las glándulas productoras de leche, adenosis esclerosante (aumento del crecimiento de tejido en las glándulas productoras de leche) o papiloma (un tumor no canceroso con proyecciones en forma de dedo)

Para las mujeres con estos cambios, el riesgo de cáncer de mama aumenta solo ligeramente, a menos que durante la biopsia se detecte una estructura tisular anómala o se tengan antecedentes familiares de cáncer de mama.

Tejido mamario denso

El tejido mamario denso visualizado en la mamografía de cribado se asocia a un mayor riesgo de cáncer de mama. El hecho de tener tejido mamario denso también dificulta a los médicos la identificación del cáncer de mama en una mamografía. Tener mamas densas significa que las mujeres tienen más tejido fibroglandular (compuesto por tejido conjuntivo fibroso y glándulas) y menos tejido graso en la mama.

Anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas)

No está claro si el uso de anticonceptivos orales aumenta el riesgo de cáncer de mama. Algunos estudios han encontrado un pequeño aumento del riesgo en los usuarios actuales o recientes.

Terapia hormonal

Después de la menopausia, la terapia hormonal combinada (estrógenos con un progestágeno) durante algunos años incrementa el riesgo de cáncer de mama. La utilización de estrógenos solos no parece aumentar el riesgo de cáncer de mama. La toma de moduladores selectivos de los receptores de estrógeno (como el raloxifeno) reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Exposición a radiación

La exposición a la radiación en el tórax (como la radioterapia para el cáncer) hasta los 45 años de edad aumenta el riesgo, con el mayor aumento para las personas expuestas entre los 10 y los 14 años de edad.

Dieta

Es posible que la dieta contribuya al desarrollo o al crecimiento de los cánceres de mama, pero no se dispone de pruebas sobre el efecto de una dieta en particular (por ejemplo, una dieta alta en grasas) (véase tmbién Alimentación y cáncer).

Obesidad

El riesgo de desarrollar cáncer de mama es algo mayor en mujeres que son obesas después de la menopausia.

La investigación sobre la relación entre la obesidad y el cáncer está en curso (véase también the National Cancer Institute: Uncovering the Mechanisms Linking Obesity and Cancer Risk).

Tabaquismo y alcohol

El hecho de fumar y de consumir regularmente bebidas alcohólicas puede aumentar el riesgo de sufrir cáncer de mama. Los expertos recomiendan que las mujeres se limiten a una bebida alcohólica al día. Se considera una copa como 350 mL de cerveza, 150 mL de vino o 45 mL de licor con mayor concentración alcohólica, como el whisky.

Tipos de cáncer de mama

Por lo general el cáncer de mama se clasifica según lo siguiente:

  • Tipo de tejido donde se inicia el cáncer

  • Extensión de la propagación del cáncer

  • El tipo de receptores tumorales en las células cancerosas

Tipo de tejido

Existen muchos tipos distintos de tejido en la mama. El cáncer se puede desarrollar en la mayoría de estos tejidos, incluyendo

  • Conductos galactóforos (denominado carcinoma ductal)

  • Glándulas (o lóbulos) productores de leche (denominado carcinoma lobular)

  • Tejido graso o conjuntivo (llamado sarcoma): este tipo es muy poco frecuente.

El carcinoma ductal representa alrededor del 90% de todos los cánceres de mama.

La enfermedad de Paget de la mama es un cáncer de mama ductal que afecta la piel sobre el pezón y alrededor de este. El primer síntoma es un pezón dolorido con costras o escamas o con secreción que proviene del mismo. Cerca de la mitad de las mujeres con este cáncer también presentan una tumoración palpable en la mama. Las mujeres con enfermedad de Paget del pezón también pueden sufrir otro cáncer de mama que no se palpa, pero se puede visualizar mediante pruebas de diagnóstico por la imagen (mamografía, resonancia magnética nuclear [RMN] o ecografía) indicadas para descartar otro cáncer. Como habitualmente causa pocas molestias, puede pasar desapercibida durante un año o más antes de que la mujer visite al médico. El pronóstico depende de lo invasivo y grande que sea el cáncer y de si se ha extendido a los ganglios linfáticos.

Los tumores filoides de mama son relativamente poco frecuentes y representan menos del 1% de todos los cánceres de mama. Alrededor del 10 al 25% de estos tumores son cancerosos. Se origina en el tejido mamario que se encuentra alrededor de los conductos galactóforos y de las glándulas productoras de leche. El tumor se extiende a otras partes del cuerpo (metastatiza) en cerca del 10 al 20% de las mujeres que lo padecen. Se repite en la mama en alrededor del 20 al 35% de las mujeres que lo han sufrido. El pronóstico es bueno a menos que el tumor haya hecho metástasis.

Grado de diseminación

El cáncer de mama puede permanecer dentro de la mama o extenderse a cualquier parte del cuerpo a través de los vasos linfáticos o el torrente sanguíneo. Las células cancerosas tienden a invadir los vasos linfáticos de la mama. La mayoría de los vasos linfáticos de la mama drenan a ganglios linfáticos de la axila. Una de las funciones de los ganglios linfáticos es filtrar y destruir las células anormales o extrañas, como las células malignas. Si estas células se extienden más allá de los ganglios linfáticos, el cáncer puede extenderse a otras partes del organismo.

El cáncer de mama tiende a extenderse (hacer metástasis) a los huesos, el cerebro, los pulmones, el hígado y la piel, pero puede extenderse a cualquier área. La diseminación al cuero cabelludo es poco frecuente. El cáncer de mama puede aparecer en estas áreas años o incluso décadas después de hacerse el diagnóstico y de haber sido tratado. Si el cáncer se ha extendido a un área, probablemente también lo haya hecho a otras, aunque no se pueda detectar inmediatamente.

El cáncer de mama se puede clasificar como

  • Carcinoma in situ

  • Cáncer invasivo

Carcinoma in situ significa «cáncer localizado». Es el estadio más precoz del cáncer de mama. El carcinoma in situ puede ser grande e incluso puede afectar a una zona importante de la mama, pero no ha invadido los tejidos circundantes y no se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

El carcinoma ductal in situ está limitado a los conductos (galactóforos) mamarios. No invade el tejido circundante, pero puede diseminarse a lo largo de los conductos y gradualmente afectar a un área importante de la mama. Este tipo representa el 85% de los carcinomas in situ y al menos la mitad de los cánceres de mama. En la mayoría de los casos, se detecta mediante mamografía. Puede llegar a ser invasivo.

El carcinoma lobular in situ crece dentro de las glándulas productoras de leche de la mama (lóbulos). A menudo se produce en varias áreas de las dos mamas. Las mujeres con carcinoma lobular in situ tienen una probabilidad del 1 al 2% cada año de desarrollar un cáncer de mama invasivo en la mama afectada o en la contralateral. Por lo general, el carcinoma lobular in situ no se puede ver en una mamografía y se detecta solo mediante una biopsia. Hay dos tipos de carcinoma lobular in situ: clásico y pleomórfico. El tipo clásico no es invasivo, pero el hecho de tenerlo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer invasivo en cualquiera de las mamas. El tipo pleomórfico conduce a cáncer invasivo y, cuando se detecta, se extirpa quirúrgicamente.

El cáncer invasivo puede clasificarse de la siguiente manera:

  • Localizado: el cáncer se limita a la mama.

  • Regional: el cáncer ha invadido los tejidos cercanos a la mama, como la pared torácica y los ganglios linfáticos.

  • Distante (metastásico): el cáncer se ha propagado desde la mama hacia otras partes del cuerpo (metastatizado).

El carcinoma ductal invasivo comienza en los conductos galactóforos, pero atraviesa la pared de estos e invade el tejido adyacente. También puede extenderse a otras partes del cuerpo. Representa alrededor de un 75% de los cánceres de mama invasivos.

El carcinoma lobular invasivo comienza en las glándulas productoras de leche de la mama, pero invade el tejido mamario adyacente y se extiende hacia otras partes del cuerpo. Es más probable que ocurra en ambas mamas a diferencia de en los otros tipos de cáncer mamario. Representa la mayoría del resto de cánceres de mama invasivos.

Entre los tipos menos frecuentes de cáncer invasivo de mama se encuentran

  • El carcinoma medular

  • El carcinoma tubular

  • Carcinoma metaplásico

  • El carcinoma mucinoso

Los tipos poco frecuentes que suelen tener un mal pronóstico son el cáncer de mama metaplásico y el inflamatorio. Los tipos poco frecuentes que suelen asociarse a un pronóstico favorable son los carcinomas medulares, mucinosos, cribiformes y tubulares. El carcinoma mucinoso suele aparecer en mujeres de edad y crece lentamente.

Receptores tumorales

Todas las células, incluyendo las células mamarias malignas, tienen moléculas en su superficie denominadas receptores. Cada receptor tiene una estructura específica que permite que solo ciertas sustancias encajen en él e influyan sobre la actividad celular. El que las células malignas de la mama tengan ciertos receptores influye en la rapidez de propagación del cáncer y, por tanto, en la forma en que debe tratarse.

Los receptores tumorales son los siguientes:

  • Receptores de estrógeno y progesterona: algunas células mamarias malignas tienen receptores de estrógeno. El cáncer resultante, descrito como receptor de estrógenos positivo, crece o se extiende cuando es estimulado por los estrógenos. Aproximadamente el 80% de las mujeres posmenopáusicas y el 20% de las mujeres premenopáusicas con cáncer de mama tienen receptores positivos de estrógeno. Algunas células cancerosas de la mama tienen receptores de progesterona. El cáncer resultante, descrito como receptor de progesterona positivo, es estimulado por esta hormona. Aproximadamente el 70% de todos los cánceres de mama son positivos a los receptores de progesterona. Los cánceres de mama con receptores de estrógenos y, posiblemente, los que tienen receptores de progesterona, crecen más lentamente que los cánceres de mama que no presentan estos receptores, y su pronóstico es mejor. (El estrógeno y la progesterona son hormonas sexuales femeninas).

  • Receptores HER2 (también llamados HER2/neu): las células normales de la mama tienen receptores HER-2/neu que ayudan a su crecimiento. (HER significa receptor del factor de crecimiento epitelial humano, el cual participa en la multiplicación, supervivencia y diferenciación de las células.) En un 15% de los cánceres de mama, las células malignas tienen demasiados receptores HER-2/neu. Estos tipos de cáncer tienden a crecer muy rápidamente.

Otras características

A veces el cáncer también se clasifica según otras características.

El cáncer inflamatorio de mama es un ejemplo de ello. El nombre hace referencia a los síntomas del cáncer en lugar de a los tejidos afectados. Este tipo es de crecimiento rápido, particularmente agresivo y a menudo mortal. Las células cancerosas obstruyen los vasos linfáticos que se encuentran en la piel de la mama y la hacen parecer inflamada: hinchada, enrojecida y caliente. Por lo general, el cáncer inflamatorio de mama se extiende a los ganglios linfáticos de la axila. Los ganglios linfáticos tienen consistencia dura a la palpación. Sin embargo, a menudo no se palpa ninguna protuberancia en la propia mama porque este cáncer se dispersa por todo su contorno. El cáncer inflamatorio de mama representa alrededor del 1% de los cánceres de este órgano.

Síntomas del cáncer de mama

El cáncer de mama por lo general no suele presentar síntomas al principio. La forma más frecuente de detección es cuando una mujer (o un profesional de la salud) encuentra un bulto indoloro en la mama.

Algunas mujeres con cáncer de mama presentan dolor mamario, pero el dolor mamario tiene muchas causas y por lo general no significa que la mujer tenga cáncer de mama. La presencia de dolor intenso sin un bulto rara vez se debe a un cáncer de mama.

La secreción sanguinolenta del pezón, especialmente de una sola mama en lugar de ambas, puede ser un síntoma de cáncer de mama.

Si una mujer tiene un bulto en la mama que no desaparece después de unos días o tiene secreción sanguinolenta del pezón, debe ser evaluada por un profesional de la salud.

Un bulto en la mama se nota claramente distinto del tejido mamario circundante. Un bulto en la mama potencialmente canceroso suele ser un engrosamiento firme y distintivo que aparece en una mama pero no en la otra. Sin embargo, los bultos no cancerosos (como los fibroadenomas) pueden tener las mismas características. Por lo general, los abultamientos diseminados de la mama, especialmente los localizados en la región superior externa, son benignos e indican cambios fibroquísticos.

En sus primeras fases, el tumor puede desplazarse libremente bajo la piel cuando se empuja con los dedos.

En fases más avanzadas, el tumor generalmente se adhiere a la pared torácica o a la piel que lo recubre. En estos casos, el bulto no se puede desplazar en absoluto, o bien no puede moverse separadamente de la piel que lo recubre. Una mujer puede comprobar si un bulto está adherido al tejido circundante levantando los brazos sobre su cabeza mientras está de pie frente a un espejo. Si una mama tiene un bulto adherido a la pared torácica o a la piel, esta maniobra puede arrugar la piel o formar hoyuelos, o hacer que una mama presente un aspecto diferente de la otra.

El cáncer muy avanzado se caracteriza por la aparición de grandes protuberancias o úlceras con supuración. A veces, la piel que recubre el bulto presenta hoyuelos y está coriácea, y la textura (pero no el color) se parece a la de una naranja (piel de naranja).

Si el cáncer se ha diseminado, los ganglios linfáticos, sobre todo los de la axila del lado afectado, pueden palparse como pequeños bultos sólidos. Los ganglios linfáticos pueden estar pegados entre sí o adherirse a la piel o a la pared torácica. Aunque por lo general son indoloros, pueden ser ligeramente sensibles al tacto. Los ganglios linfáticos agrandados en la axila también pueden ocurrir por razones no cancerosas, como una infección.

De vez en cuando, los primeros síntomas se producen sólo cuando el cáncer se extiende a otro órgano. Por ejemplo, si el cáncer de mama se extiende a un hueso, este puede doler o debilitarse, dando lugar a una fractura. Si el cáncer se extiendo a un pulmón, la mujer afectada puede toser o sufrir dificultad respiratoria.

En la enfermedad de Paget de la mama, el primer síntoma es un pezón dolorido con costras o escamas o con secreción que proviene del mismo. Estos cambios pueden parecer inofensivos, por lo que es posible que la mujer piense que no es necesario acudir a un profesional de la salud. Muchas mujeres que sufren este cáncer también tienen un bulto en la mama.

En el cáncer inflamatorio de mama, la mama está caliente, enrojecida, e hinchada, como si estuviera infectada (pero sin estarlo). La piel de la mama puede adquirir una apariencia apergaminada y con hoyuelos, como la de una naranja, o mostrar rugosidades en su superficie. El pezón puede voltearse hacia adentro (invertirse). Es frecuente que se produzca una secreción por el pezón. A menudo, no se puede palpar un bulto en la mama, pero toda ella está agrandada.

Diagnóstico del cáncer de mama

  • Detección inicial con mamografía y/u otras pruebas de imagen (tomosíntesis mamaria, ecografía, resonancia magnética [RMN]) o exploración clínica de la mama

  • Biopsia

Los síntomas, la exploración mamaria realizada por un profesional de la salud o los resultados de una mamografía de cribado pueden llevar a una evaluación diagnóstica para el cáncer de mama.

Para evaluar el cáncer de mama se pueden indicar diversas pruebas de diagnóstico por la imagen. El tipo de prueba de diagnóstico por la imagen que se indica en primer lugar depende de los síntomas y los resultados de la exploración clínica y, a veces, de otros factores.

Si en una mamografía de cribado (o RMN) se obtiene un hallazgo sugestivo de cáncer, el siguiente paso suele ser una biopsia. Algunas mujeres con alto riesgo de cáncer de mama se someten a pruebas de detección tanto con mamografía como con RMN.

Cuando una mujer acude a un profesional de la salud debido a síntomas o cambios en la mama (como un bulto, secreción del pezón o dolor a la palpación) y si se detectan cambios durante la exploración clínica, se suele realizar primero una ecografía para distinguir entre un quiste mamario (saco lleno de líquido) y un bulto sólido. Esta distinción es importante porque los quistes son generalmente benignos. Si los resultados de la ecografía son anormales o no son concluyentes, se realiza una mamografía como paso siguiente.

Solo entre el 10 y el 15% de las alteraciones detectadas durante una mamografía de cribado rutinaria resultan ser un cáncer.

Incluso si las pruebas de diagnóstico por la imagen son negativas, se realiza una biopsia si un bulto u otros hallazgos sugieren cáncer.

Biopsia de mama

Todas las anomalías que sugieren cáncer se biopsian.

Los médicos pueden hacer varios tipos de biopsia:

  • Biopsia por punción con aguja gruesa: se utiliza una aguja gruesa y hueca con una punta especial para extraer una muestra más grande de tejido mamario.

  • Biopsia abierta (quirúrgica): el médico practica una pequeña incisión en el tejido de la piel y de la mama y elimina parte de un bulto o la totalidad. Este tipo de biopsia se indica cuando no es posible una biopsia por punción. También se puede hacer después de una biopsia por punción que no detecta cáncer para asegurarse del resultado.

Durante una biopsia a menudo se toman imágenes para ayudar a los médicos a determinar dónde colocar la aguja de la biopsia.

También se pueden obtener imágenes para guiar la biopsia. Esto mejora la precisión de una biopsia con aguja gruesa. Por ejemplo, para una masa (ya sea palpada o vista en una mamografía), se utiliza una ecografía durante la biopsia con aguja gruesa para localizar con precisión el tejido anormal. Cuando se utilizan imágenes para guiar la colocación de la aguja, generalmente se coloca un clip para marcar el punto durante la biopsia.

Cuando se observa una anomalía solo en una exploración por RM, la RM se utiliza para guiar la colocación de la aguja de biopsia.

Una biopsia estereotáctica es un tipo de biopsia guiada por imagen. Es útil cuando hay patrones anormales de pequeños depósitos de calcio (llamados microcalcificaciones) en la mama. Este tipo de biopsia ayuda al médico a localizar y extraer con precisión una muestra del tejido anómalo. Para esta biopsia estereotáctica, los médicos toman mamografías desde dos ángulos y envían las imágenes bidimensionales a un ordenador. El ordenador las compara y calcula la ubicación precisa de la anomalía en tres dimensiones. Se obtiene una radiografía del tejido mamario que se va a biopsiar mediante biopsia estereotáctica para asegurar la obtención de una muestra de las microcalcificaciones anormales.

La mayoría de las mujeres no necesitan ser hospitalizadas para someterse a estos procedimientos. Por lo general, solo se utiliza anestesia local.

El anatomopatólogo (médico especialista que examina el tejido de la biopsia) examina las muestras de la biopsia al microscopio para determinar si existen células malignas.

Evaluación después del diagnóstico de cáncer

Si se diagnostica cáncer, la mujer es visitada por los especialistas en cáncer (oncólogos), que pueden ser cirujanos, oncólogos médicos (especialistas en tratamiento quimioterápico) y oncólogos radioterapeutas. Estos médicos determinan qué pruebas deben realizarse y planifican el tratamiento.

Si se detectan células malignas, la muestra obtenida por biopsia se analiza para determinar sus características, entre las que se encuentran las siguientes

  • Si las células cancerígenas presentan receptores hormonales de estrógeno o de progesterona

  • Cuántos receptores HER-2/neu hay presentes

  • La rapidez con la que se dividen las células cancerosas

  • Para algunos tipos de cáncer de mama, pruebas genéticas de las células cancerosas (paneles multigénicos)

Esta información ayuda al médico a estimar la rapidez con la que puede extenderse el cáncer y los tratamientos con más probabilidad de éxito.

Prueba analítica
Prueba analítica

Después de diagnosticar el cáncer de mama, las pruebas pueden incluir

  • Una radiografía de tórax para determinar si el cáncer se ha diseminado

  • Se realizan análisis de sangre, incluyendo un hemograma completo, pruebas hepáticas y medición del calcio, para determinar si el cáncer se ha diseminado

  • En mujeres con factores de riesgo para los genes heredados que aumentan el riesgo de cáncer de mama (como los genes BRCA), análisis de sangre o saliva para detectar dichos genes

  • A veces gammagrafía ósea (imágenes de los huesos de todo el cuerpo), tomografía computarizada (TC) del abdomen y el tórax y RMN

  • A veces, análisis de sangre para medir las sustancias producidas por las células cancerosas (marcadores cancerosos)

La Red Nacional Integral del Cáncer (NCCN, por sus siglas en inglés) recomienda que algunas mujeres con un historial actual o personal de cáncer de mama se sometan a pruebas para detectar mutaciones genéticas hereditarias que lo hagan más probable. Algunos expertos han recomendado la realización de pruebas genéticas a todas las pacientes con cáncer de mama. Para las pruebas genéticas, los médicos pueden derivar a las mujeres a un asesor genético, que puede documentar los antecedentes familiares detallados (incluidos todos los familiares que han tenido cáncer), elegir las pruebas más adecuadas y ayudar a interpretar los resultados.

Estadificación del cáncer de mama

Cuando se diagnostica un cáncer, se le asigna un estadio. El estadio es un número del 0 al IV (a veces con subestadios indicados por letras) que refleja la extensión y la agresividad del cáncer:

  • El estadio 0 se asigna a los cánceres de mama in situ, como el carcinoma ductal in situ. In situ significa «cáncer localizado». Es decir, el cáncer no ha invadido los tejidos circundantes ni se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

  • Los estadios I a III se asignan al cáncer que se ha diseminado a los tejidos del interior o de los alrededores de la mama (cáncer de mama localizado o regional).

  • El estadio IV se asigna al cáncer de mama metastásico (cáncer que se ha diseminado desde la mama y los ganglios linfáticos de la axila a otras partes del cuerpo).

La estadificación del cáncer ayuda a los médicos a determinar el tratamiento apropiado y el pronóstico.

En la determinación del estadio del cáncer de mama intervienen muchos factores, como los siguientes:

  • El tamaño del cáncer

  • Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos

  • Si se ha diseminado (ha hecho metástasis) a otros órganos, como los pulmones o el cerebro

Otros factores de estadificación importantes son los siguientes:

  • Grado: refleja lo anormales que se visualizan las células cancerosas bajo un microscopio, con puntuación de 1 a 3

  • Estado de los receptores hormonales: si las células cancerosas tienen estrógeno, progesterona y/o receptores HER2

  • Pruebas genéticas del cáncer (como la prueba Oncotype DX): para algunos cánceres de mama, cuántos genes anormales están presentes en el cáncer y cuáles son

El grado varía porque, aunque todas las células cancerosas tienen un aspecto anormal, algunas se ven más anormales que otras. Si las células cancerosas no se ven muy diferentes de las células normales, el cáncer se considera bien diferenciado. Si las células cancerosas tienen un aspecto muy anormal, se consideran indiferenciadas o poco diferenciadas. Los cánceres bien diferenciados tienden a crecer y diseminarse más lentamente que los cánceres no diferenciados o poco diferenciados. Los médicos asignan un grado a la mayoría de los cánceres basándose en estas y otras diferencias en la apariencia microscópica.

La presencia de receptores hormonales y de mutaciones genéticas en las células cancerosas afecta a la respuesta del cáncer a los diferentes tratamientos y al pronóstico.

Tratamiento del cáncer de mama

  • Cirugía

  • Radioterapia

  • Quimioterapia sistémica (en todo el cuerpo)

  • Bloqueantes hormonales (medicamentos que afectan a las hormonas)

El tratamiento del cáncer de mama se inicia después de evaluar a fondo el estado de la enfermedad de la afectada.

Las opciones de tratamiento depende del estadio y del tipo de cáncer de mama y de los receptores que presente el cáncer en cuestión. Sin embargo, el tratamiento es complejo porque ciertas características de los diferentes tipos de cáncer de mama varían en gran medida, como por ejemplo los índices de crecimiento, su tendencia a extenderse (metastatizar) y su respuesta a varios tratamientos. Todavía existen muchas incógnitas referentes al cáncer de mama. Por lo tanto, existen distintas opiniones sobre cuál es el tratamiento más apropiado para una mujer en particular.

Las preferencias de ella y de su médico influyen en las decisiones terapéuticas (toma de decisiones compartida). Las mujeres con cáncer de mama tiene derecho a recibir una explicación clara de lo que se conoce acerca de la enfermedad y también de lo que aún se desconoce, así como a disponer de una completa descripción de las diferentes opciones de tratamiento. De esa manera pueden considerar las ventajas y desventajas de los diferentes tratamientos y aceptar o rechazar las distintas opciones que se les plantean.

Se puede pedir o sugerir a la mujer con cáncer de mama que participe en estudios de investigación para un nuevo tratamiento. Los nuevos tratamientos tienen por objeto mejorar las posibilidades de supervivencia o la calidad de vida. La mujer debe pedirle a su médico una explicación de los riesgos y posibles beneficios de su participación en el estudio para poder tomar una decisión basada en una completa y detallada información sobre el tema.

Por lo general el tratamiento consiste en una intervención quirúrgica y suele incluir radioterapia, quimioterapia y fármacos bloqueantes de las hormonas. A veces, una mujer puede elegir si la cirugía implicará la extirpación parcial o total de una o ambas mamas. Las mujeres pueden ser derivadas a un cirujano plástico o de reconstrucción, que puede extirpar el cáncer y reconstruir la mama en la misma intervención quirúrgica.

Cirugía

Se extirpa el tumor maligno y una cantidad variable del tejido circundante. Existen dos opciones principales para extirpar el tumor:

  • Cirugía conservadora de mama más radioterapia

  • Resección de la mama (mastectomía)

En las mujeres con cáncer invasivo (estadio I o superior) la mastectomía no es más eficaz que la cirugía conservadora más radioterapia, siempre y cuando se pueda extirpar todo el tumor durante la cirugía conservadora de mama. Durante la cirugía conservadora de la mama, los médicos extirpan el tumor más parte del tejido normal adyacente con objeto de reducir el riesgo de dejar tejido que pueda contener cáncer.

Antes de la intervención quirúrgica se puede dar quimioterapia para reducir el tumor antes de extirparlo. Este planteamiento permite a algunas mujeres someterse a una intervención quirúrgica conservadora de mama en vez de a una mastectomía.

Cirugía conservadora de mama

La cirugía conservadora de mama trata de conservar intacta la mayor parte de mama posible. Al considerar el tipo de cirugía, para los médicos es más importante asegurarse de extirpar la totalidad del cáncer que correr el riesgo de dejar tejido que pueda contener cáncer.

Para la cirugía de conservación mamaria, los médicos primero determinan el tamaño del tumor y la cantidad de tejido circundante (lo que se conoce como márgenes) que debe extraerse. El tamaño de los márgenes se basa en el tamaño del tumor en relación con la mama. Después se extirpa quirúrgicamente el tumor con sus márgenes. El tejido de los márgenes se examina al microscopio para detectar la presencia de células cancerosas que se hayan diseminado fuera del tumor. Estos hallazgos ayudan a los médicos a decidir si se necesita tratamiento adicional.

Se utilizan varios términos (por ejemplo, tumorectomía, resección amplia, cuadrantectomía) para describir la cantidad de tejido mamario que se extirpa.

La cirugía conservadora de mama suele ir seguida de radioterapia.

Las principales ventajas de la cirugía conservadora de mama son la posibilidad de preservar el tejido mamario y la apariencia de la mama después de la cirugía. Cuando el tumor es grande en relación con el volumen de la mama, es menos probable que este tipo de cirugía sea de alguna utilidad. En estos casos, extirpar el tumor y algunos tejidos normales circundantes significa eliminar la mayor parte de la mama. La cirugía conservadora de mama es, en general, más apropiada cuando los tumores son pequeños. En aproximadamente un 15% de los casos en los que se realiza esta cirugía, la cantidad de tejido que se extrae es tan pequeña que casi no se puede notar diferencia alguna entre la mama operada y la que no lo ha sido. No obstante, lo más frecuente es que la mama operada se reduzca un poco y su contorno sufra algunas alteraciones.

Si se debe optar entre la cirugía conservadora de mama o la mastectomía, la mujer debe considerar cada opción. Algunas mujeres prefieren la cirugía conservadora de mama porque sienten que perder una mama sería una experiencia emocional y física muy difícil y que la cirugía conservadora de mama ayuda a preservar la imagen corporal. Otras mujeres prefieren la mastectomía porque se sienten más seguras sabiendo que se ha extirpado todo el tejido mamario o porque si se someten a una mastectomía pueden no necesitar radioterapia.

La quimioterapia, administrada para reducir el tamaño del tumor antes de extirparlo, puede permitir a algunas mujeres someterse a una cirugía conservadora de mama en lugar de una mastectomía.

Mastectomía

La mastectomía es la otra principal opción quirúrgica. Existen varios tipos. En todos los tipos se elimina la totalidad del tejido mamario, pero los demás tejidos se pueden eliminar o bien dejar en su lugar y cuáles se eliminan y en qué cantidad depende del tipo de mastectomía:

  • En la mastectomía con preservación de la piel se conserva el músculo localizado por debajo de la mama y suficiente piel para cubrir la herida. La reconstrucción de la mama es mucho más fácil si se conservan estos tejidos. Los ganglios linfáticos de la axila no se eliminan.

  • La mastectomía conservadora del pezón es similar a la mastectomía conservadora de piel, además de que preserva el pezón y el área de la piel pigmentada que lo rodea (areola).

  • La mastectomía simple respeta el músculo ubicado debajo de la mama (músculo pectoral) y los ganglios linfáticos de la axila.

  • La mastectomía radical modificada consiste en la extirpación de algunos ganglios linfáticos de la axila, pero preservando el músculo localizado debajo de la mama.

  • La mastectomía radical consiste en extirpar los ganglios linfáticos de la axila y el músculo localizado por debajo de la mama. Actualmente este procedimiento se hace en muy pocos casos, únicamente cuando el cáncer ha invadido el músculo ubicado debajo de la mama.

Valoración de los ganglios linfáticos

Los médicos examinan el estado de los ganglios linfáticos para determinar si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos de la axila. Si se detecta la presencia de cáncer en los ganglios linfáticos, es más probable que el cáncer se haya extendido a otras partes del cuerpo. En tales casos, puede requerirse un tratamiento distinto.

Una red de vasos linfáticos y ganglios linfáticos (sistema linfático) drena el líquido del tejido de la mama (y de otras áreas del cuerpo). Los ganglios linfáticos atrapan células extrañas o anormales (como bacterias o células cancerosas) que pueden estar presentes en el fluido. Por lo tanto, las células del cáncer de mama a menudo llegan hasta los ganglios linfáticos situados cerca de la mama, como los de la axila. Por lo general, las células extrañas y anormales son destruidas. Sin embargo, las células cancerosas a veces continúan proliferando en los ganglios linfáticos o pasan a través de los ganglios hacia los vasos linfáticos y se diseminan a otras partes del cuerpo.

En primer lugar, el médico palpa la axila para comprobar si hay ganglios linfáticos agrandados. Dependiendo de lo que encuentre, puede indicar una o más de una de las pruebas siguientes:

  • Una ecografía para comprobar si hay ganglios linfáticos que puedan estar agrandados

  • Una biopsia (mediante la extirpación de un ganglio linfático o mediante la toma de una muestra de tejido con una aguja utilizando ecografía para guiar su colocación)

  • Disección de ganglios linfáticos axilares: extirpación de numerosos ganglios linfáticos axilares (por lo general de 10 a 20)

  • Disección de ganglios linfáticos centinelas: extirpación únicamente del ganglio o ganglios linfáticos hacia los que las células cancerosas tienen más probabilidad de diseminarse

El médico indica una ecografía si palpa un ganglio linfático axilar agrandado o no está seguro de si los ganglios linfáticos están agrandados. Si se detecta un ganglio linfático agrandado, se inserta una aguja para extraer una muestra de tejido para ser examinado (aspiración con aguja fina o biopsia por punción con aguja gruesa). La ecografía se utiliza para guiar la localización de la aguja.

Si en la biopsia se detecta cáncer, puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de los ganglios linfáticos de la axila (disección de ganglios linfáticos axilares). La extracción de muchos ganglios linfáticos axilares, incluso si contienen cáncer, no contribuye a su curación. Sin embargo, sí contribuye a decidir qué tratamiento utilizar. Los ganglios linfáticos axilares se evalúan de nuevo después de administrar la quimioterapia previa a la cirugía (denominada quimioterapia neoadyuvante).

Si la biopsia practicada después de la ecografía no detecta cáncer, se realiza una biopsia de ganglio linfático centinela, porque incluso si no hay células cancerosas en una muestra de biopsia, estas pueden estar presentes en otras partes de un ganglio linfático. Por lo general, se realiza una biopsia de ganglio linfático centinela como parte de la intervención para extirpar el cáncer, como una tumorectomía o una mastectomía. Permite a los médicos identificar y analizar los ganglios linfáticos más importantes relacionados con un cáncer de mama. Si ese ganglio linfático no es canceroso, la mujer no necesita una cirugía más extensa para extirpar todos los ganglios linfáticos axilares.

Para realizar una biopsia del ganglio centinela, se inyecta un colorante azul y/o una sustancia radiactiva en el pecho. Estas sustancias trazan la trayectoria desde la mama hasta el primer ganglio (o ganglios) linfático axilar. Luego, los médicos practican una pequeña incisión en la axila y buscan un ganglio linfático que se vea de color azul y/o emita una señal radiactiva (detectada por un dispositivo manual). Este ganglio linfático es el ganglio hacia el que las células cancerosas tienen más probabilidades de haberse diseminado. Este ganglio se llama ganglio linfático centinela porque es el primero en avisar de que el cáncer se ha diseminado. Este ganglio es extirpado y enviado a un laboratorio para comprobar la presencia de cáncer. Más de un ganglio linfático puede verse de color azul y/o emitir una señal radiactiva y, por lo tanto, considerarse un ganglio linfático centinela.

Si los ganglios linfáticos centinelas no contienen células cancerosas, no se extirpan los otros ganglios.

Si los ganglios centinela contienen cáncer, se puede realizar una disección de ganglios linfáticos axilares dependiendo de varios factores, tales como

  • Si se planifica una mastectomía

  • El número de ganglios centinela presentes y si el cáncer se ha diseminado fuera de los ganglios

A veces, durante la cirugía para extirpar el tumor, los médicos descubren que el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos y se requiere una disección de los ganglios axilares. Antes de llevar a cabo la cirugía se le puede preguntar a la mujer si está dispuesta a dejar que el cirujano practique una cirugía más extensa en caso de que el cáncer se haya diseminado a los ganglios linfáticos. Si la respuesta es negativa, el segundo procedimiento quirúrgico (si es necesario) se hace más tarde.

A menudo, tras extirpar los ganglios linfáticos se producen problemas, porque queda afectado el drenaje del líquido de los tejidos. Como resultado, el líquido puede acumularse y causar hinchazón permanente (linfedema) del brazo o de la mano. Después de la cirugía, el riesgo de desarrollar linfedema continúa durante toda la vida. El movimiento de los brazos y los hombros puede verse limitado, lo que requiere fisioterapia. Cuantos más ganglios linfáticos se extirpen, peor será el linfedema. La biopsia del ganglio linfático centinela causa menos linfedema que la disección del ganglio linfático axilar.

Si se desarrolla linfedema, puede ser tratado por fisioterapeutas especialmente entrenados, que enseñan a la mujer afectada a realizar los masajes de la zona para ayudar a drenar el líquido acumulado, así como la forma de aplicar un vendaje que contribuya a prevenir que el líquido vuelva a acumularse. Se debe utilizar el brazo afectado con la mayor normalidad posible, excepto para levantar objetos pesados, en cuyo caso deberá utilizarse el brazo no afectado. Se debe ejercitar el brazo diariamente siguiendo las instrucciones dadas y vendarlo todas las noches de manera indefinida.

Si se han extirpado ganglios linfáticos, se recomienda a la mujer que pregunte a los profesionales de la salud sobre la posibilidad de no insertar catéteres o agujas en las venas del brazo afectado ni medir la presión arterial en ese brazo. Estos procedimientos aumentan la probabilidad de que se desarrolle un linfoedema o bien empeore un linfoedema existente. También se le recomienda a la mujer que use guantes siempre que realice una tarea que pueda arañar o lesionar la piel de la mano y el brazo del lado en el que se ha practicado la cirugía. Evitar lesiones e infecciones puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar linfedema.

Otros problemas que pueden aparecer después de la extirpación de los ganglios linfáticos incluyen entumecimiento temporal o persistente, sensación constante de quemazón e infecciones.

¿Qué es el ganglio centinela?

Una red de vasos y ganglios linfáticos se encarga de drenar el fluido del tejido mamario. Los ganglios linfáticos están diseñados para atrapar células extrañas o anormales (como bacterias o células cancerosas) que pueden estar presentes en el fluido. A veces las células cancerosas pasan a través de los ganglios hacia el interior de los vasos linfáticos y se extienden a otras partes del organismo.

Aunque el fluido del tejido mamario finalmente drena a través muchos ganglios linfáticos, por lo general primero drena a través de uno o unos pocos ganglios linfáticos cercanos. Estos ganglios se denominan ganglios linfáticos centinelas porque son los primeros en alertar de la expansión del cáncer.

Cirugía de reconstrucción mamaria

La cirugía de reconstrucción mamaria puede practicarse al mismo tiempo que la mastectomía o de forma diferida.

Las mujeres deben consultar con un cirujano plástico al principio del tratamiento para planificar la cirugía de reconstrucción mamaria. Cuándo realizar la reconstrucción no solo depende de la preferencia de la mujer sino también de los otros tratamientos necesarios. Por ejemplo, si la radioterapia se realiza antes de la cirugía de reconstrucción, las opciones de reconstrucción son limitadas. La cirugía oncoplástica de mama, que combina la cirugía oncológica y la cirugía plástica, es una opción. Este tipo de cirugía está diseñado para extirpar la totalidad del cáncer de mama y preservar o restaurar el aspecto natural de la misma.

En la mayoría de los casos, la cirugía se realiza mediante

  • Inserción de un implante (hecho de silicona o solución salina)

  • La reconstrucción de la mama a partir de tejido tomado de otras partes del cuerpo de la mujer

Los cirujanos a menudo obtienen tejido para la reconstrucción mamaria a partir de un músculo de la parte inferior del abdomen. Alternativamente, se pueden usar la piel y el tejido graso (en lugar del músculo) de la parte inferior del abdomen para reconstruir la mama.

Antes de insertar un implante, los médicos usan un expansor de tejido, que se asemeja a un globo, para estirar la piel y el músculo torácicos restantes y así dejar espacio para el implante mamario. El expansor de tejido se coloca debajo del músculo torácico durante la mastectomía. Tiene una pequeña válvula a la que los profesionales de la salud pueden acceder mediante la inserción de una aguja a través de la piel. A lo largo de las semanas siguientes se inyecta periódicamente una solución de sal (solución salina) a través de la válvula para ir expandiendo el expansor poco a poco. Una vez completada la expansión, se retira quirúrgicamente el expansor y se inserta el implante.

Como alternativa, se pueden utilizar para la reconstrucción tejidos tomados del cuerpo de la mujer (como músculo y tejidos subcutáneos). Estos tejidos se toman del abdomen, la espalda o las nalgas y se trasladan a la zona torácica para crear la forma de una mama.

El pezón y la piel circundante se suelen reconstruir en otra operación que se realiza con posterioridad. Se pueden emplear varias técnicas. Entre estas técnicas se encuentra el uso de tejido del cuerpo de la mujer y el tatuaje.

También se puede hacer cirugía para modificar (aumentar, reducir o levantar) la otra mama con el objeto de que ambas mamas sean parecidas.

Reconstrucción de la mama

Después de extirpar un tumor mamario y el tejido que lo rodea (mastectomía), un cirujano plástico puede proceder a reconstruir la mama. Para ello se puede utilizar un implante de solución salina o de silicona. También puede realizarse una operación más compleja, consistente en la toma de tejido de otras zonas del cuerpo de la mujer, por lo general del abdomen, de las nalgas o de la espalda.

La reconstrucción puede realizarse al mismo tiempo que se practica la mastectomía, lo que implica permanecer bajo los efectos de la anestesia por un periodo de tiempo mayor, o posteriormente en otra intervención, lo que implica una segunda anestesia.

La reconstrucción del pezón y la piel circundante se hace más tarde, a menudo en el consultorio del médico. Habitualmente no se requiere anestesia general.

En muchas mujeres, la mama reconstruida tiene un aspecto más normal que la que ha sido sometida a radioterapia, en especial si el tumor era grande.

Si se usa un implante de solución salina o de silicona y se ha podido conservar suficiente piel para cubrirlo, la sensibilidad de la piel que recubre el implante es relativamente normal. Sin embargo, ningún tipo de implante se asemeja al tacto del tejido mamario. Si se usa piel de otras partes del cuerpo para cubrir la mama, se pierde gran parte de la sensibilidad. Sin embargo, el tejido de otras partes del cuerpo se percibe al tacto de una forma más parecida a la mama normal que los implantes de silicona o de solución salina.

A veces, la bolsa en la que se encuentra la silicona tiene pequeñas fugas. Como resultado, el implante se endurece, provoca molestias y tiene un aspecto menos atractivo. Además, en ciertos casos puede pasar silicona al torrente sanguíneo.

Algunas mujeres se preocupan al no saber si las fugas de silicona pueden causar cáncer en otras partes del cuerpo o enfermedades raras como el lupus eritematoso sistémico. Se dispone de muy pocos datos que apoyen que las fugas de silicona ocasionen efectos perjudiciales graves, pero esto no está totalmente descartado y el uso de silicona ha disminuido, en especial en las mujeres que no han tenido cáncer de mama.

Extirpación de la mama sin cáncer

Ciertas mujeres con cáncer de mama presentan un riesgo elevado de desarrollar cáncer de mama en su otra mama (la que no tiene cáncer). Los médicos pueden sugerir que a estas mujeres se les extirpe la otra mama antes de que aparezca cáncer en la misma. Este procedimiento se denomina mastectomía profiláctica (preventiva) contralateral (lado opuesto). Esta cirugía preventiva puede ser apropiada para mujeres con cualquiera de las circunstancias siguientes:

  • Una mutación genética heredada que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama (como una mutación BRCA1 o BRCA2)

  • Al menos dos familiares cercanos, en general de primer grado, que han tenido cáncer de mama o de ovario

  • Radioterapia dirigida al tórax cuando las mujeres son menores de 30 años

  • Carcinoma lobular in situ (un tipo no invasivo)

En mujeres con carcinoma lobular in situ en una única mama, la probabilidad de que se desarrolle cáncer invasivo es la misma en cualquiera de las dos mamas. Por lo tanto, la única forma de eliminar el riesgo de cáncer de mama para estas mujeres es extirpar ambas mamas. Algunas mujeres, en particular las que corren un riesgo elevado de desarrollar un cáncer invasivo de mama, escogen esta opción.

Las ventajas de la mastectomía profiláctica contralateral son las siguientes:

  • Mayor supervivencia para las mujeres con cáncer de mama y una mutación genética que aumenta el riesgo y, posiblemente, también para mujeres menores de 50 años que reciben un diagnóstico de cáncer de mama

  • Disminución de la necesidad de someterse a engorrosas pruebas de imagen de seguimiento después del tratamiento

  • Para algunas mujeres, disminución de la ansiedad.

Las desventajas de este procedimiento incluyen lo siguiente:

  • El doble de riesgo de complicaciones

En lugar de someterse a una mastectomía profiláctica contralateral, algunas mujeres pueden optar por que su médico controle de cerca la mama en busca de cáncer, por ejemplo, con pruebas de diagnóstico por la imagen.

Radioterapia

La radioterapia destruye las células cancerosas en la zona en la que se ha extirpado el tumor y la zona circundante, incluidos los ganglios linfáticos cercanos.

La radioterapia después de la mastectomía se indica si se cumplen las condiciones siguientes:

  • El tumor mide 5 centímetros o más.

  • El cáncer se ha diseminado a uno o más ganglios linfáticos.

En tales casos, la radioterapia después de la mastectomía reduce la incidencia de cáncer recurrente en la pared torácica y en los ganglios linfáticos cercanos, mejorando las posibilidades de supervivencia.

La radioterapia después de la cirugía conservadora de mama reduce significativamente la incidencia de cáncer de mama recurrente cerca del tumor original y en los ganglios linfáticos cercanos, pudiendo mejorar la supervivencia global. Sin embargo, si las mujeres son mayores de 70 años, se han sometido a una tumorectomía y el cáncer tiene receptores de estrógenos, la radioterapia puede no ser necesaria porque no reduce significativamente el riesgo de recurrencia ni aumenta las posibilidades de supervivencia de estas mujeres.

Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen tumefacción en la mama, enrojecimiento y aparición de ampollas en la zona de piel tratada, así como cansancio. Por lo general, estos efectos desaparecen al cabo de varios meses, aunque pueden persistir hasta incluso 12 meses. Menos del 5% de las mujeres que reciben tratamiento con radioterapia tienen fracturas costales que, cuando se producen, ocasionan leves molestias. Aproximadamente, en un 1% los pulmones se inflaman levemente de 6 a 18 meses después de terminado el tratamiento con radioterapia. La inflamación produce una tos seca y dificultad respiratoria durante la actividad física que persiste hasta 6 semanas. Después de la radioterapia se puede desarrollar linfoedema.

Quimioterapia y bloqueantes hormonales (tamoxifeno e inhibidores de la aromatasa)

La quimioterapia y los bloqueantes hormonales (medicamentos que afectan a las hormonas, como el tamoxifeno o los inhibidores de la aromatasa) pueden inhibir el crecimiento de células cancerosas en todo el organismo.

Para decidir si se debe tratar con quimioterapia, los médicos evalúan algunos factores relativos a la mujer y su cáncer de mama y comentan con ella los riesgos y beneficios. Los factores que los médicos consideran son

  • Si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos

  • Si la mujer es premenopáusica o posmenopáusica

  • Cuáles son los resultados de las pruebas de receptores de estrógeno y receptores de progesterona

  • Cuáles son los resultados de las pruebas para el oncogén del factor de crecimiento epidérmico humano 2 (HER2)

  • Pruebas genéticas del cáncer (como la prueba para el oncotipo DX)

A las mujeres con cáncer de mama invasivo se les suele administrar quimioterapia y/o fármacos bloqueantes de hormonas poco después de la cirugía. Estos fármacos se continúan durante meses o años. Algunos, como el tamoxifeno, pueden tomarse durante un periodo de entre 5 y 10 años. Si los tumores miden más de 5 centímetros, la quimioterapia o los medicamentos bloqueadores de hormonas pueden iniciarse antes de la cirugía. Estos tratamientos retrasan o evitan la recurrencia del cáncer en la mayoría de las mujeres y prolongan la supervivencia en algunos casos.

El análisis del material genético del cáncer (prueba genómica predictiva) puede ayudar a predecir qué tipos de cáncer son susceptibles a la quimioterapia o a los fármacos bloqueantes de hormonas.

Si las mujeres tienen un cáncer de mama con receptores de estrógeno y progesterona pero no hay receptores HER2 y los ganglios linfáticos no están afectados, es posible que no necesiten quimioterapia. La terapia de bloqueo hormonal puede ser suficiente por sí sola.

Bloqueantes hormonales (terapia endocrina)

Los fármacos que bloquean las hormonas alteran las acciones de los estrógenos o de la progesterona, que estimulan el crecimiento de las células malignas (cancerosas) que cuentan con receptores de estrógenos y/o progesterona. Los fármacos que bloquean las hormonas pueden ser utilizados cuando las células malignas poseen estos receptores, a veces como sustitutos de la quimioterapia. Los beneficios de los fármacos bloqueantes de hormonas son mayores cuando las células cancerosas tienen tanto receptores de estrógeno como de progesterona y son casi tan buenos cuando solo están presentes receptores de estrógeno. Cuando solo están presentes receptores de progesterona, el beneficio es mínimo.

Los medicamentos utilizados para la terapia endocrina son tamoxifeno e inhibidores de la aromatasa.

  • Tamoxifeno: el tamoxifeno administrado por vía oral es un modulador selectivo del receptor de estrógenos. Se une a los receptores de estrógeno y evita la estimulación del tejido mamario por los estrógenos. En mujeres con cáncer y receptores de estrógenos positivos, el tamoxifeno, tomado durante 5 años, aumenta la probabilidad de supervivencia en cerca de un 25%, y 10 años de tratamiento pueden ser aún más eficaces. El tamoxifeno aumenta el riesgo de trombosis en las piernas y en los pulmones. También aumenta la tendencia a formar pólipos en el revestimiento del útero (pólipos endometriales), lo que puede causar sangrado uterino anormal, y aumenta también el riesgo de desarrollar cáncer de útero (cáncer de endometrio). Por lo tanto, si una mujer que toma tamoxifeno presenta un patrón de sangrado vaginal anormal, debe acudir a su médico.

  • Inhibidores de la aromatasa: estos fármacos (anastrozol, exemestano y letrozol) inhiben la aromatasa (una enzima que convierte algunas hormonas en estrógenos) y de este modo reducen las concentraciones sanguíneas de estrógeno. En mujeres posmenopáusicas, estos fármacos pueden ser más eficaces que tamoxifeno. Los inhibidores de la aromatasa pueden aumentar el riesgo de osteoporosis y de fracturas y a menudo causan sequedad vaginal. A veces, las mujeres premenopáusicas reciben tratamiento con un medicamento para inhibir la función ovárica (como la leuprolida) combinado con un inhibidor de la aromatasa; esto se denomina supresión ovárica.

Quimioterapia

La quimioterapia se utiliza para destruir o retardar la multiplicación de las células que se multiplican con rapidez. La quimioterapia de manera aislada no puede curar el cáncer de mama. Debe utilizarse conjuntamente con la cirugía o la radioterapia. Los fármacos quimioterápicos suelen administrarse en ciclos por vía intravenosa. A veces, también por vía oral. En general, un día de tratamiento va seguido de varias semanas de recuperación. La utilización de varios antineoplásicos es más eficaz que la de uno solo. La elección de la quimioterapia depende en parte de si se han detectado células cancerosas en los ganglios linfáticos cercanos a la mama.

Los fármacos quimioterápicos usados habitualmente son ciclofosfamida, doxorubicina, epirubicina, 5-fluorouracilo, metotrexato y paclitaxel (véase Quimioterapia).

Los efectos secundarios (como vómitos, náuseas, caída del cabello y cansancio) varían según los fármacos de quimioterapia que se estén utilizando. La quimioterapia puede causar infertilidad y menopausia precoz ya que destruye los óvulos en los ovarios. La quimioterapia también puede inhibir la producción de células sanguíneas en la médula ósea, y causar así anemia o hemorragia, o aumentar el riesgo de infecciones. En este caso, se emplearán fármacos como filgrastim o pegfilgrastim, para estimular la producción de células sanguíneas por parte de la médula ósea.

Terapia dirigida a HER2

Trastuzumab y pertuzumabson un tipo de anticuerpo monoclonal llamado fármaco anti-HER2. Se utilizan junto con la quimioterapia para tratar el cáncer de mama metastásico solo cuando las células malignas tienen un elevado número de receptores HER2. Estos fármacos se unen a los receptores HER2 y, por lo tanto, contribuyen a evitar que las células tumorales se multipliquen. A veces se utilizan ambos fármacos. Trastuzumab generalmente se toma durante un año. Ambos fármacos pueden debilitar el miocardio. Por tanto, durante el tratamiento, los médicos monitorizan el funcionamiento del corazón.

Tratamiento del cáncer no invasivo (estadio 0)

(Véase también la tabla Tratamiento del cáncer de mama según el tipo y el estadio.)

El tratamiento del carcinoma ductal in situ consiste por lo general en uno de los procedimientos siguientes:

  • Una mastectomía

  • Extirpación del tumor y de una gran cantidad de tejido normal circundante (tumorectomía) con o sin radioterapia

Las mujeres con carcinoma ductal in situ receptor positivo de estrógenos o receptor positivo de progesterona también pueden recibir bloqueantes hormonales como parte de su tratamiento.

El carcinoma lobular in situ no es cáncer, pero provoca la formación de células anormales en las glándulas mamarias que producen leche (lobulillos) de la mama. Las personas con carcinoma lobular in situ tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. El tratamiento del crcinoma lobular in situ suele consistir en lo siguiente:

  • Carcinoma lobular clásico in situ: extirpación quirúrgica para detectar cáncer y, si no se detecta cáncer, una observación cercana posterior y, a veces, tamoxifeno, raloxifeno o un inhibidor de la aromatasa para reducir el riesgo de desarrollar cáncer invasivo

  • Carcinoma lobular pleomórfico in situ: cirugía para extirpar el área anormal y, a veces, tamoxifeno o raloxifeno para reducir el riesgo de desarrollar cáncer invasivo

La vigilancia consiste en una exploración física cada 6 o 12 meses durante 5 años, y después una vez al año, además de una mamografía anual. Aunque se puede desarrollar un cáncer invasivo de mama, cuando se desarrolla un cáncer invasivo este no suele crecer rápidamente y a menudo puede ser tratado de manera eficaz. Más aún, como el cáncer invasivo tiene la misma probabilidad de desarrollarse en cualquiera de las mamas, la única forma de eliminar el riesgo de cáncer de mama en mujeres con carcinoma lobular in situ es la extirpación de ambas mamas (mastectomía bilateral). Algunas mujeres, en particular las que corren un riesgo elevado de desarrollar un cáncer invasivo de mama, escogen esta opción.

A las mujeres con carcinoma lobular in situ se les suele administrar el fármaco tamoxifeno, un bloqueante hormonal, durante 5 años. Este fármaco reduce, pero no elimina, el riesgo de que se desarrolle un cáncer invasivo. A las mujeres posmenopáusicas se les puede administrar raloxifeno o, a veces, un inhibidor de la aromatasa en su lugar.

Tratamiento del cáncer invasivo en estadio inicial (estadios I y II)

El tratamiento para los cánceres de mama que se localizan dentro de la mama y pueden haberse diseminado o no a los ganglios linfáticos cercanos casi siempre incluye cirugía para extirpar la mayor cantidad de tumor posible. Se puede realizar una de las acciones siguientes:

  • Cirugía conservadora de mama (tumorectomía) seguida de radioterapia

  • Mastectomía, con o sin reconstrucción mamaria

La cirugía inicial puede incluir disección axilar de los ganglios linfáticos (extirpación de muchos ganglios linfáticos de la axila) o biopsia del ganglio centinela (extirpación del ganglio linfático más cercano a la mama o de los primeros ganglios que están más cerca de la mama).

La cirugía conservadora de la mama se emplea en lugar de la mastectomía solo cuando el tumor no es muy grande, ya que este debe ser eliminado por completo, así como parte del tejido normal circundante.

Después de la cirugía, se puede administrar quimioterapia, terapia de bloqueo hormonal, fármacos anti-HER2 o una combinación de estos últimos, según el análisis del tumor.

Hay varias razones por las que una mujer puede recibir tratamiento con quimioterapia antes de la cirugía (lo que se denomina quimioterapia neoadyuvante). Si el tumor está adherido a la pared torácica, la quimioterapia ayuda a extirparlo. La quimioterapia también ayuda a reducir el tamaño de un cáncer de mama que es grande en relación con el resto de la mama. Esto aumenta las posibilidades de someterse a una cirugía conservadora de mama.

La quimioterapia neoadyuvante también se puede considerar para el tratamiento de los cánceres de mama que no tienen receptores de estrógenos, progesterona y HER2 (denominado cáncer de mama triple negativo) y los cánceres que solo tienen receptores HER2.

Tratamiento del cáncer localmente avanzado (estadio III)

Para los cánceres de mama que se han diseminado a más ganglios linfáticos, se puede hacer lo siguiente:

  • Antes de la cirugía, medicamentos, generalmente quimioterapia, para reducir el tamaño del tumor

  • Cirugía conservadora de mama o mastectomía

  • Después de la cirugía, generalmente radioterapia

  • Después de la cirugía, quimioterapia, fármacos bloqueantes de hormonas o ambos

La utilización de radioterapia, quimioterapia o ambas u otros fármacos después de la cirugía depende de muchos factores, como los siguientes:

  • El tamaño del tumor

  • Si la mujer ya ha entrado en la menopausia

  • Si el tumor presenta receptores hormonales

  • Cuántos ganglios linfáticos contienen células cancerosas

Tratamiento del cáncer que se ha extendido (estadio IV) o que reaparece

El cáncer de mama que se ha extendido más allá de los ganglios linfáticos no se puede curar, pero la mayoría de las mujeres que lo presentan viven al menos 2 años, y algunas, entre 10 y 20 años. La respuesta al tratamiento depende de la biología del tumor, pero puede aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, algunos tratamientos tienen efectos secundarios molestos. Así, decidir si tratarse o no y, en caso afirmativo, qué tratamiento elegir, puede ser muy personal.

La elección del tratamiento depende de lo siguiente:

  • Si el cáncer tiene receptores de estrógeno y de progesterona

  • Cuánto tiempo estuvo el cáncer en remisión antes de diseminarse

  • A cuántos órganos y a qué partes del cuerpo se ha diseminado el cáncer (dónde se encuentran las metástasis)

  • Si la mujer es posmenopáusica o si sigue menstruando

Si el cáncer está causando síntomas (dolor u otras molestias), se suele administrar quimioterapia o fármacos bloqueantes de hormonas. El dolor suele tratarse con analgésicos. Se pueden administrar otros fármacos para aliviar diferentes síntomas. Si la terapia curativa no es posible, se administran tratamientos para reducir los síntomas (llamada terapia paliativa).

Los fármacos que bloquean las hormonas (terapia endocrina) son preferibles a la quimioterapia cuando el cáncer tiene las características siguientes:

  • El cáncer es positivo a los receptores de estrógeno.

  • El cáncer no ha reaparecido durante más de 2 años después del diagnóstico y el tratamiento iniciales.

  • El cáncer no es potencialmente mortal.

Se utilizan diferentes terapias endocrinas en diferentes situaciones:

  • Tamoxifeno: el tamoxifeno es a menudo la primera opción de un bloqueador hormonal para las mujeres premenopáusicas.

  • Inhibidores de la aromatasa: en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama con receptores de estrógenos positivos, los inhibidores de la aromatasa (como anastrozol, letrozol y exemestano) pueden ser más eficaces como tratamiento inicial que tamoxifeno.

  • Progestágenos: estos fármacos, como medroxiprogesterona o megestrol, pueden usarse si los inhibidores de la aromatasa y el tamoxifeno ya no son eficaces.

  • Fulvestrant: este fármaco puede ser utilizado cuando el tamoxifeno ha dejado de ser eficaz. Destruye los receptores de estrógenos de las células malignas.

Como alternativa, en el caso de las mujeres premenopáusicas se puede utilizar cirugía para extirpar los ovarios o medicamentos para inhibir su actividad (como buserelina, goserelina o leuprolida) para detener la producción de estrógenos. Estas terapias se pueden usar con tamoxifeno o con inhibidores de la aromatasa.

Trastuzumab puede utilizarse para tratar cánceres con receptores HER2 que se han diseminado por todo el cuerpo. Trastuzumab se puede usar solo o con medicamentos de quimioterapia (como paclitaxel), con fármacos bloqueantes de las hormonas o con pertuzumab (otro fármaco anti-HER2).

Los inhibidores de la tirosina quinasa (como lapatinib y neratinib), otro tipo de medicamento anti-HER2, bloquean la actividad de HER2.

En algunos casos se puede administrar radioterapia en lugar de, o antes de, los fármacos. Por ejemplo, si solo se detecta un foco tumoral y este se localiza en un hueso, la radiación de la zona puede ser el único tratamiento empleado. La radioterapia suele ser el tratamiento más eficaz para el cáncer que se ha extendido al hueso, y a veces consigue frenarlo durante años. A menudo, también es el tratamiento más eficaz del cáncer que se ha extendido al encéfalo.

Las metástasis localizadas en otras partes del cuerpo (como el cerebro) pueden extirparse, ya que la cirugía permite aliviar los síntomas. Se puede realizar una mastectomía (extirpación de la mama) para ayudar a aliviar los síntomas. Pero o está claro si la extirpación de la mama ayuda a prolongar la vida cuando el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo y ha sido tratado y controlado.

Los bisfosfonatos (utilizados para tratar la osteoporosis), como pamidronato o zoledronato, disminuyen el dolor y la pérdida ósea y pueden prevenir o retrasar las alteraciones que pueden aparecer cuando el cáncer se disemina al hueso.

Tabla
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Tratamiento para tipos específicos de cáncer de mama

En el cáncer de mama inflamatorio se suele utilizar un tratamiento combinado mediante quimioterapia y radioterapia. Generalmente se practica una mastectomía.

En la enfermedad de Paget de la mama, el tratamiento suele ser similar al de otros tipos de cáncer de mama. A menudo se realiza una mastectomía simple o una intervención quirúrgica conservadora de mama además de extirpar los ganglios linfáticos. En general, tras la cirugía conservadora de mama se administra radioterapia. Con menos frecuencia, puede ser suficiente solo la escisión del pezón y de parte del tejido normal circundante. Si también está presente otro cáncer de mama, el tratamiento se basa en el tipo de cáncer de mama.

El tratamiento para los tumores filoides suele consistir en la extirpación del tumor y de una gran cantidad de tejido normal circundante (al menos 1 cm alrededor del tumor), lo que se denomina un margen amplio. Si el tumor es grande en relación con la mama, se puede realizar una mastectomía simple para extirpar el tumor junto con unos márgenes amplios. El hecho de que los tumores filoides reaparezcan depende de la amplitud de los márgenes libres de tumor y de si el tumor filoides es canceroso o no. Los tumores filoides cancerosos pueden hacer metástasis a lugares distantes como los pulmones, los huesos o el cerebro. Las recomendaciones para el tratamiento de los tumores filoides metastásicos están evolucionando, pero la radioterapia y la quimioterapia pueden ser útiles.

Preservación de la fertilidad.

Las mujeres no deben quedarse embarazadas mientras reciben tratamiento para el cáncer de mama.

Si las mujeres desean tener hijos (preservar la fertilidad) después de recibir tratamiento, se las deriva a un endocrinólogo especialista en reproducción antes de comenzar el tratamiento. Estas mujeres pueden recabar información sobre el efecto de los diferentes medicamentos de quimioterapia (antineoplásicos) sobre la fertilidad y sobre los procedimientos que pueden permitirles tener hijos después del tratamiento.

Las opciones para preservar la fertilidad incluyen técnicas de reproducción asistida con estimulación ovárica y congelación de óvulos o de embriones.

La elección del procedimiento que se utilizará para preservar la fertilidad depende de lo siguiente:

  • Tipos de cáncer de mama

  • Tipo de tratamiento contra el cáncer de mama que se haya planificado

  • Las preferencias de la mujer

Las técnicas de reproducción asistida implican el uso de fármacos hormonales. Los médicos comentan los riesgos y beneficios de recibir estos tratamientos con las mujeres con cáncer positivo para los receptores de estrógeno o progesterona.

Seguimiento de la paciente

Una vez completadas las primeras fases del tratamiento, se realizan habitualmente y de forma anual exámenes clínicos de seguimiento, incluyendo la exploración de las mamas, el tórax, el cuello y las axilas. Las mamografías regulares y la autoexploración de la mama son también muy importantes. Las mujeres deben informar rápidamente de los siguientes síntomas a su médico:

  • Cualquier bulto u otros cambios en sus mamas

  • Cambios en los pezones o secreción

  • Dolor, por ejemplo en el brazo o en la columna vertebral

  • Hinchazón en la axila

  • Pérdida de apetito o de peso

  • Dolor torácico

  • Tos seca crónica

  • Hemorragia vaginal (no asociada con la menstruación)

  • Dolores de cabeza intensos

  • Visión borrosa

  • Problemas de audición o de equilibrio

  • Entumecimiento o debilidad

  • Cualquier síntoma que parezca fuera de lo normal o que sea persistente

No son necesarios otros procedimientos diagnósticos, como radiografías de tórax, análisis de sangre, gammagrafías óseas y tomografía computarizada (TC), a menos que los síntomas sugieran la reaparición del cáncer.

Los efectos del tratamiento para el cáncer de mama ocasionan muchos cambios en la vida de una mujer. El respaldo de los familiares y amigos puede ser de gran ayuda, al igual que los grupos de apoyo. El asesoramiento especializado también puede ser útil.

Pronóstico del cáncer de mama

En general, el pronóstico de la paciente depende de

  • El tamaño del cáncer

  • El tipo de cáncer

  • Si se ha diseminado a los ganglios linfáticos u otros órganos

(Véase también el National Cancer Institute's Surveillance, Epidemiology, and End Results (SEER) Program.)

El número y la ubicación de los ganglios linfáticos que contienen células cancerosas es uno de los principales factores que determinan si el cáncer puede curarse y, de no ser así, cuánto tiempo vivirán las mujeres.

La tasa de supervivencia a 5 años para el cáncer de mama (el porcentaje de mujeres que sobreviven 5 años después del diagnóstico) es del

  • 99% si el cáncer se mantiene en su sitio original (localizado)

  • 86% si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, pero no más lejos (regional)

  • 29% si el cáncer se ha diseminado a lugares distantes (metástasis)

  • 58% si no se ha realizado una evaluación completa y el cáncer no se ha estadificado

El pronóstico para las mujeres con cáncer de mama tiende a ser peor si presentan alguna de las características siguientes:

  • El diagnóstico de cáncer de mama se ha establecido entre los 20 y los 30 años de edad

  • Tumores de gran tamaño

  • Cáncer con células que se dividen rápidamente, como los tumores que no tienen bordes bien definidos o un cáncer que se ha diseminado por toda la mama

  • Tumores que no presentan receptores de estrógenos o de progesterona

  • Tumores con demasiados receptores HER2

  • Presencia de una mutación génica de BRCA1

En Estados Unidos, las mujeres de ascendencia africana no hispana tienen tasas más altas de muerte por cáncer de mama que las mujeres de ascendencia caucásica no hispana.

La presencia de la mutación génica BRCA2 probablemente no hace que el pronóstico del cáncer actual sea peor. Sin embargo, la presencia de cualquiera de las dos mutaciones génicas BRCA aumenta el riesgo de desarrollar un segundo cáncer de mama.

Temas relacionados con el final de la vida en el cáncer de mama

Para la mujer con cáncer de mama metastásico, la calidad de vida puede deteriorarse, y las posibilidades de que un tratamiento adicional prolongue su vida pueden ser pequeñas. Es probable que, con el tiempo, para ella la comodidad se vuelva más importante que tratar de prolongarle la vida.

El dolor producido por el cáncer puede controlarse de manera adecuada con fármacos apropiados. Así que si la mujer tiene dolor, debe preguntarle a su médico acerca de cómo aliviarlo. Los tratamientos también pueden aliviar otros síntomas molestos, como el estreñimiento, la dificultad para respirar y las náuseas.

La asesoría psicológica y espiritual también pueden ser útiles.

Una mujer con cáncer de mama metastásico debe preparar voluntades anticipadas indicando el tipo de atención que desea en caso de que luego no sea capaz de tomar esas decisiones. También es importante redactar o actualizar un testamento.

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